Ya en su tercer trámite, en la Cámara de Diputados especulan que el proyecto podría ser promulgado en el mes de mayo, considerando que para que pase a Comisión Mixta requiere que la mayoría de la Sala rechace la iniciativa despachada ayer por el Senado, cosa que estiman, no ocurrirá, pues no hay votos suficientes para ello.
Más de seis años se ha tomado el Congreso para legislar y tramitar una ley de divorcio para Chile; sin embargo, todo indica que el 2004 será el elegido para poner fin al extenso debate. Si bien el proyecto aprobado ayer por el Senado no deja conforme a todos los sectores, y lo mismo ocurre en la Cámara de Diputados, lo más probable es que a mediados de año el Presidente Lagos promulgue la nueva Ley de Matrimonio Civil.
Esta es la estimación que hacen en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara Baja, que deberá analizar la iniciativa a partir de marzo próximo. Todo, aunque algunos de los integrantes de oposición de dicha instancia manifestaron a este medio su desacuerdo a la forma en cómo el proyecto fue despachado por la Sala del Senado.
No obstante, debido a que la iniciativa pasó a su tercer trámite no es posible introducirle indicaciones -explica un diputado integrante de la Comisión de Constitución-, ante lo cual la Sala de la Corporación sólo puede rechazar o aprobar el documento evacuado por la Cámara Alta. En este escenario, añade el legislador de oposición, aún cuando la mayoría de la bancada gremialista se opone al proyecto acreditado por el Senado, lo más posible es que éste continúe su tramitación y pueda ser promulgado por el Ejecutivo en el mes de mayo.
Los cálculos del legislador UDI se basan en que, a su juicio, también es muy improbable que la polémica iniciativa pase a ser debatida en la Comisión Mixta, simplemente porque para ello la mayoría de la Sala tendría que rechazar el proyecto, cosa que no sucederá porque cuenta con un respaldo transversal. De hecho, el rechazo en la UDI es de la mayoría de la bancada, pero no de toda la instancia y, como en este tema, el partido ha dejado libertad de acción, no existe posibilidad alguna de lograr unanimidad al respecto.
El mal menor
Resulta paradójico que muchos de los que apoyan como de los que rechazan el proyecto opinan que, de alguna manera, la iniciativa constituye "el mal menor", ya que el país necesita una normativa que regularice las separaciones, porque el sistema actual es "reconocidamente" una mentira.
Aunque nadie está totalmente conforme, ya sea porque los plazos para acceder al divorcio son demasiado cortos o largos, o porque se considere que el polémico artículo 21 no tiene sentido en una sociedad moderna, la mayoría coincide en que contar con una ley es positivo y responde a una aspiración ciudadana que ha "quedado de manifiesto en las encuestas".
Puesto de este modo, la rebaja de los plazos del cese de la convivencia para que se pueda finalmente decretar el divorcio, de tres a un año si es de mutuo consentimiento y de cinco a tres años si es solicitado unilateralmente, es considerado un importante logro por la Concertación. En tanto, la aprobación del artículo 21 que otorga reconocimiento a las ceremonias religiosas, es valorado por los sectores más conservadores del Congreso, particularmente por la derecha, incluidos senadores de la Democracia Cristiana que dieron su voto para aprobar el polémico artículo. Así una contundente mayoría, de 27 senadores, se manifestó a favor y sólo 16 se inclinaron por sacarlo de la ley.
En cambio, la rebaja de plazos se logró con una votación mucho más estrecha -16 contra 15 para el divorcio de común acuerdo y 17 contra 14 para el unilateral-, lo que demuestra que el debate del proyecto se ha dado de manera transversal y que los partidos, tanto de derecha como oficialistas, no han logrado alinear a sus parlamentarios frente a una postura conjunta.
De allí que en la Cámara estén convencidos de que el proyecto será aprobado y que el trámite para su promulgación será rápido, pues ha quedado demostrado en el Senado -precisan algunos diputados- que en ninguna bancada hay consenso para rechazar la iniciativa y que ésta deba ser analizada por la Comisión Mixta.
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