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El gallito entre el PS y la UDI por los proyectos sobre DDHH

La iniciativa que otorga inmunidad a quienes entreguen información que permita conocer el destino de los detenidos desaparecidos es rechazada por el PS, por estimar que tiende a generar impunidad, es defendida por la UDI y el Gobierno que opinan que es la fórmula más adecuada para llegar a la verdad y a la justicia.


Los proyectos sobre derechos humanos, cuya votación quedó postergada para marzo próximo, han pasado a convertirse en un gallito político entre la UDI y el Partido Socialista. Esto, a pesar de que ambas colectividades coinciden en un punto: que por la situación que se ha generado, con las iniciativas enviadas por el Ejecutivo al Congreso, no pretenden sacar dividendos electorales.



Sin embargo, cuesta entender qué motivaciones les han impedido coincidir en lo fundamental, contribuyendo a dar una salida definitiva al tema de los derechos humanos. La palabra "inmunidad" -contenida en el proyecto destinado a conocer el paradero de los detenidos desaparecidos- abrió una brecha que parece insalvable. Mientras en la UDI estiman que podría facilitar el conocimiento de la verdad, para el PS es sinónimo de "impunidad".



Resulta trascendental para el caso, que el Gobierno no esté dispuesto a ceder a las presiones del PS y, en cambio, haya decidido defender a ultranza su iniciativa. El Presidente Ricardo Lagos -actualmente en gira por Europa- antes de partir señaló que existen "instancias para conversar e instancias para resolver", apuntando a que transcurrido el primer proceso sólo queda votar los tres proyectos, incluido el que otorga inmunidad a quienes entreguen información real sobre el paradero de los detenidos desaparecidos y contribuyan con ello a establecer la verdad de los hechos. Sin duda el más polémico.



Para su posición el Ejecutivo cuenta con el absoluto respaldo del gremialismo, no así con el del PS. A este respecto, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, Fulvio Rossi, precisó a este medio que en su colectividad "apoyamos el Mensaje del Presidente, pero el problema existe con el articulado" de la iniciativa. El diputado socialista planteó, además, que la preocupación respecto a una eventual impunidad no sólo afecta a su partido, sino que en ello coinciden con la tienda de Gonzalo Martner los demás integrantes de la Concertación.



En este sentido, explicó que el Grupo de los Doce -compuesto por especialistas de todos los partidos de gobierno- consensuó una propuesta de rebaja de penas que podría resultar más eficaz y evitaría -a juicio de Rossi- la posibilidad que algunos delitos quedaran en la impunidad.



Por otra parte, el diputado oficialista descartó que la posición de su partido haya generado un nuevo impasse con el Ejecutivo, pese a que defendió la labor legislativa, señalando que el Congreso no puede ser sólo un buzón a través del cual pasen los proyectos sin posibilidad de ser analizados o "perfeccionados". Esto, porque en su opinión no existe certeza de que la fórmula propuesta por el Gobierno vaya a ser efectiva.



A este respecto, Rossi recordó lo sucedido con la Mesa de Diálogo. El legislador señaló que dicha instancia no dio los resultados esperados y lejos de contribuir a conocer la verdad, a pesar de los incentivos generados para ello, su eficacia está siendo puesta en duda hasta ahora.



Tras estos argumentos, el parlamentario insistió en que la Concertación -y no sólo el PS- no está dispuesta a aprobar el proyecto con la fórmula original del Ejecutivo y que, por el contrario, se buscarán mecanismos que impidan la "impunidad" y que, a la vez, generen incentivos tendientes a conocer la verdad.



La UDI apoya urgencia



En la UDI, en tanto, están satisfechos por la iniciativa del Gobierno de poner urgencia a los proyectos de derechos humanos. El gremialismo coincide con el Ejecutivo en que es necesario generar incentivos para conocer la verdad sobre los detenidos desaparecidos.



Para el diputado Felipe Salaberry la señal entregada por el Ejecutivo, en orden a mantener el sentido original del proyecto, no es hacia la UDI sino hacia el país que -a su juicio-espera una solución definitiva al tema de los derechos humanos. Para el diputado opositor, el PS no ha contribuido al logro de la justicia, verdad y reparación a que tienen derecho las víctimas y sólo ha entrabado el avance de los proyectos.



El legislador fue aún más allá, señalando que "el triste espectáculo" que a su juicio han dado los dirigentes y parlamentarios socialistas, desde que los proyectos sobre derechos humanos ingresaron al Congreso, "no se condice con el apoyo irrestricto que le entregaron a la propuesta del Presidente".



Añadió que "ha quedado demostrado, en la opinión pública, el cruel aprovechamiento que dichos personeros han realizado del dolor y duelo de estas familias (de detenidos desaparecidos), lo que a nuestro juicio aparece sólo para cuidar su pega política. El Partido Socialista no ha escuchado al Presidente, transformando el debate de los últimos meses en una verdadera chacota".



Los duros términos utilizados por Salaberry para calificar la actuación del PS permiten entrever que la UDI tampoco está dispuesta a ceder en la posición ya adoptada, pues apoyará los proyectos del Gobierno siempre y cuando no sean modificados.



En este escenario, es difícil prever cómo el Ejecutivo logrará imponer su postura para avanzar en materia de derechos humanos, apoyado por la UDI, considerando que el PS no aprobará la polémica iniciativa si se mantiene la matriz original que promueve el Gobierno. Esta situación podría generar la paradoja de que La Moneda cuente con los votos de la oposición y no con los de la Concertación, como ya ha ocurrido en otras ocasiones durante administración Lagos.



Pero además existe el hecho de que la UDI ha sido enfática en señalar que el proyecto que indulta a los presos políticos no será aprobado, en el Senado, si todas las iniciativas no avanzan de manera paralela. Así, las autoridades tienen la difícil tarea de proponer una fórmula en la que confluyan los intereses de todos los sectores y den, finalmente, una salida al tema de los derechos humanos sin perjudicar las relaciones con la alianza oficialista.



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