Subsecretario de Salud reconoció que el proyecto estrella de la reforma no podrá garantizar la atención de las 56 enfermedades que causan más muertes en Chile antes de marzo del 2006. Aneurismas cerebrales y otras patologías, todavía por definir, serían responsabilidad del próximo Gobierno, que podría reemplazarlas o bien sacarlas de la lista.
El plan de Acceso Universal de Garantías Explícitas (AUGE) no estará completo el 2006. El proyecto estrella de la reforma sanitaria llevada adelante por el Presidente Ricardo Lagos no ofrecerá solución a los 56 problemas de salud que causan más muertes en Chile antes de que termine su Gobierno.
El principal escollo que hoy impide cumplir con la promesa gubernamental de ofrecer atención asegurada a las enfermedades contempladas en el proyecto son los aneurismas cerebrales. Según la propia autoridad, este problema de salud (al que se agregarían otros, aún por definir) podría sumarse a la reforma recién el 2007. Es decir, cuando la decisión dependa del próximo Gobierno, que podría suprimirla o bien reemplazarla por otra.
El subsecretario de Salud, Antonio Infante, confirmó a El Mostrador.cl que los aneurismas cerebrales (o dilataciones de las arterias del cerebro por debilidad de la pared) no recibirán atención garantizada desde el 2005 y ni siquiera desde el 2006.
"Los aneurismas van a entrar más tarde y lo harán en la medida en que podamos asegurar que la persona que está en Futaleufú tenga la misma oportunidad de atención que el tipo de la Plaza de Armas. Eso significa que si ellos de pronto tienen un fuerte dolor de cabeza, tenemos que tener despejado cómo se aplicará el protocolo (o guía clínica) para que ambos tengan solución a sus problemas. Y mientras no lo tengamos claro, no podemos largar esa garantía", dijo.
Respecto de los motivos para no incluir antes los aneurismas en el plan, precisó que, aunque ya tienen contemplados los centros hospitalarios que atenderán este problema de salud, "todavía no está claro si tenemos los cirujanos que lo puedan hacer". Luego, si no hay profesionales en condiciones de operar todos los casos que surjan en el país, difícilmente se podría garantizar a la población la atención de este mal.
Aunque Antonio Infante no lo dijo, otras fuentes cercanas al ministerio confidenciaron que el verdadero problema para incluir a los aneurismas cerebrales dentro del plan AUGE está en la dificultad que existe para establecer protocolos de atención (o guías clínicas) que estandaricen su prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación.
Esto se debe a que, en primer lugar, los aneurismas cerebrales casi no presentan síntomas, por lo que su diagnóstico suele ocurrir durante el examen clínico de otras enfermedades y, en segundo lugar, porque no tiene un tratamiento médico eficaz, por lo que prácticamente la única solución es la cirugía, que en muchos casos termina con la muerte del paciente, si el problema no se detecta a tiempo. De allí que fuentes próximas al Minsal consideren que incluir los aneurismas dentro del plan AUGE fue simplemente un error.
La promesa de Lagos
La postergación en la aplicación de al menos una de las 56 enfermedades incluidas en el AUGE viene a poner en entredicho el compromiso de dejar andando la reforma bajo el mandato del presidente Ricardo Lagos.
El subsecretario Infante, sin embargo, no lo ve así. Aseguró que "lo que prometió el Presidente es que en su período se implementaba el AUGE y no creo equivocarme al decir que eso significa que en el presupuesto 2006, más bien en la discusión del presupuesto que se hace en septiembre del 2005, se tiene que dejar la provisión de fondos para que se implementen las garantías (…) Porque la implementación final del AUGE va a estar el 2006 o 2007".
"Ahora, conociendo al Presidente, si nosotros le decimos, oiga Presidente, estamos medio complicados con, por ejemplo, los aneurismas, yo creo que es absolutamente sensato decir, lo dejamos para el 2007. Porque aquí lo único que nos interesa es ofrecer seguridad a los usuarios", afirmó.
Pese a las buenas intenciones de la autoridad, si no se garantiza la atención de los aneurismas u otras patologías antes del término del actual período presidencial, fijado para marzo de 2006, no se puede asegurar lo que ocurrirá con esas enfermedades en el próximo Gobierno, que podría cambiarlas por otras o, sencillamente, eliminarlas para siempre.
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