El presidente del Cocipo, Rene Navarro, aseguró que la deuda externa boliviana se paliaría en gran medida si se contara con una salida soberana al mar. El comité organizó una marcha pacífica para defender la propiedad de Bolivia, sobre los recursos hídricos del manantial del Silala.
"Santiago de Chile tiene una posición soberbia y arrogante frente a la demanda marítima boliviana, porque en el norte chileno la visión sobre el tema es muy diferente a la que mantiene el Gobierno y la Cancillería", dijo René Navarro, presidente del Comité Cívico de Potosí (Cocipo), que ayer organizó una marcha hasta el manantial del Silala para reivindicar la soberanía de Bolivia sobre esas aguas.
En conversación con El Mostrador, Navarro aseguró que "por la cercanía que hay entre el norte chileno y Bolivia, la posición respecto de la reivindicación marítima no es tan estricta como en Santiago, por lo mismo, creo necesario bajar al llano y conversar".
En ese ámbito, el presidente del Cocipo, ve con buenos ojos la primera reunión formal entre el vicecanciller boliviano, Jorge Gumucio, y su par chileno, Cristián Barros.
"Este encuentro es un avance para restablecer las relaciones entre ambas naciones y empezar a discutir los temas de soberanía marítima, en el ámbito de la bilateralidad", aseveró.
Sin embargo, no dudó en criticar la postura de la Cancillería chilena de negarse por anticipado a tratar el tema de la reivindicación marítima boliviana. "No es un buen principio limitar, de antemano, el abanico de temas que se pueden tratar en un encuentro de esta naturaleza. Creo que podríamos llegar a buenos acuerdos si Chile dejara un poco de lado esa postura rígida".
Salida marítima disminuiría deuda externa
De acuerdo al informe del Banco Central de Bolivia, la deuda externa de ese país superó la barrera de los cinco mil millones de dólares al incrementarse en 17 por ciento.
La deuda, que asciende a cinco mil 41 millones de dólares, es la más alta de la historia de Bolivia y su constante aumento comenzó con el gobierno de Sánchez de Lozada.
Según Navarro, su país podría paliar en gran medida la deuda externa si es que obtuvieran, definitivamente, una salida soberana al mar por las costas chilenas. "El contar con un acceso marítimo aumentaría el comercio y nuestras posibilidades de generar más recursos para el país".
El presidente del Cocipo asegura que "Bolivia mantiene un importante intercambio comercial a través del mar y con el norte chileno, por lo mismo, el contar con una salida marítima beneficiaría mucho al país en cuanto al aumento de ingresos a las arcas fiscales".
Marcha al Silala para reivindicar soberanía
Desde 1908 Chile utiliza las aguas del manantial del Silala. Primero para abastecer los tableros del ferrocarril Arica-La Paz y, en la actualidad, para abastecer a las empresas privadas chilenas como Codelco.
Sin embargo, Bolivia asegura que los derechos de esas aguas les corresponden y por lo mismo demandan a Chile a pagar impuestos por su uso, los que ascenderían a 18 millones de dólares anuales.
Navarro organizó ayer una marcha pacífica hacia el manantial del Silala con el fin de informar al país que se debe defender la soberanía de los recursos hídricos, porque "Chile desvió artificialmente los cursos de agua y ahora argumenta que el río es internacional, cuando eso no es efectivo".
Aseguró que "hay documentos que prueban que los orígenes de las aguas del Silala son bolivianos, por lo que estamos en todo nuestro derecho de exigir el pago de impuestos, por el uso de los recursos hídricos".
El presidente del Cocipo, aunque reconoce que con los impuestos que puedan recaudarse gracias al Silala, no se solucionaría el tema de la deuda externa. Sin embargo, sería un buen comienzo porque "dispondríamos de dinero que en este momento no tenemos".
La marcha, que fue respaldada por el gobierno de Carlos Mesa, contó con la presencia del canciller boliviano, Juan Ignacio Siles, quien leyó un discurso sobre la política internacional, para abordar los temas marítimos y relacionados con el Silala.
Navarro aseguró que, "de ahora en adelante, la política internacional debe cambiar, debemos ponernos firmes para hacer respetar nuestra soberanía y proteger nuestras fronteras".
