A pesar de que los medios de comunicación limeños avalan la tesis del desiquilibrio tecnológico y de la carrera armamentista iniciada por Chile, lo cierto es que aclaran que la compra de las fragatas ‘Lupo’ es parte de la renovación de sus Fuerzas Armadas. Esto es lo mismo que el Gobierno chileno ha sostenido para defenderse de las críticas hechas por Perú.
En el último tiempo el presidente peruano, Alejandro Toledo, ha tenido una baja sistemática en popularidad, principalmente por los altos niveles de desempleo que tiene Perú y la mala distribución del ingreso. Sin embargo, las autoridades peruanas han preferido destinar recursos a la compra de armamento en lugar de solucionar la crisis que vive el país. Esto, a pesar de que el mandatario, a comienzos de su período, expresó su intención de no utilizar los recursos fiscales en la renovación de sus Fuerzas Armadas.
Las fragatas Lupo tienen un costo de 30 millones de dólares, cuyo desembolso contribuirá a aumentar la deuda pública de Perú. Sin embargo, el sentimiento anti chileno que las declaraciones de los ministros peruanos han comenzado a generar, legitima ante la opinión pública la compra de armamento, independiente de los costos económicos que ello pueda significar.
Otro de los factores que justificarían la medida adoptada por Perú, de renovar sus flotas, es la creciente crisis de gobernabilidad por la que atraviesa. Al presidente Toledo cada día se le hace más difícil conducir a su país y ante tales crisis nada mejor que exacerbar el sentimiento nacionalista en la ciudadanía.
Lo anterior es similar a lo que ocurrió en Bolivia cuando la demanda marítima recién comenzaba a plantearse como una exigencia en los foros internacionales. El presidente Carlos Mesa enfrentaba una crisis política, económica y social que desestabilizaba su gobierno y el conflicto marítimo fue la excusa ideal para volver a unir a los bolivianos, en torno a una causa y bajarle el perfil a la crisis interna que vivía.
A eso se le suma el apoyo de la prensa boliviana que cada día titula con la soberbia demostrada por Chile al negarse a ceder soberanía. Un fenómeno similar se está dando en Perú para apoyar la tesis del desequilibrio tecnológico que Chile habría provocado con la compra de las fragatas.
La prensa limeña, aunque informa de las declaraciones de Francisco Vidal y del Presidente Lagos, que desmienten una carrera armamentista y un desequilibrio tecnológico, justifica la compra de las fragatas como una manera de contrarrestar el efecto que podría tener la renovación de las Fuerzas Armadas chilenas.
El diario limeño La República publicó en su edición de hoy una comparación entre la fragata Williams, adquirida por Chile al Reino Unido, y las Lupo que comprará Perú a Italia, en la que se deja claro que la naves chilenas superan ampliamente a las peruanas, en lo que a tecnología se refiere.
Tal información sólo corrobora los dichos de los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores peruanos, Roberto Chiabra y Manuel Rodríguez, respectivamente, que aseguran que Chile, efectivamente, está provocando un desequilibrio tecnológico en la región.
Eso contribuye a legitimar ante la opinión pública peruana la adquisición de las fragatas y la inversión permanente en esta área, porque Perú ya anunció que quiere potenciar los helicópteros y aviones de sus Fuerzas Armadas.
El diario El Expreso publicó todo lo que Perú ha hecho a favor del desarme y menciona diversos acuerdos suscritos con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que se declara al espacio sudamericano como zona de paz.
Entre ellos destaca la Carta Andina para la Paz y Seguridad-Limitación y Control de los gastos destinados a Defensa Externa, la que sirvió de base para que la ONU declarara como zona de paz a los países andinos.
El artículo avala la tesis esgrimida por el titular de Defensa peruano sobre el inicio de una carrera armamentista chilena, que podría ocasionar graves problemas a nivel regional, puesto que los demás países podrían sentirse afectados.
La publicación también da a conocer la intención del gobierno limeño para realizar una nueva reunión interamericana, en la que se evaluarían temas relativos al desarme en la región.
Sin embargo, la prensa limeña deja en claro que la compra de las fragatas forma parte de un plan de renovación de las Fuerzas Armadas, que es lo mismo que ha sostenido Chile en los últimos días, para referirse a la compra de los navíos.
La modernización de los armamentos es un proceso normal en los países que cuentan con Fuerzas Armadas y que es debidamente informado a las demás naciones, con el fin de no crear un clima de preocupación ante la adquisición de material bélico.
