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Misterioso anónimo reactivó el proceso por compra de Mirage-Elkan

Si bien es cierto que los jueces suelen no otorgarle mucha atención a este tipo de escritos, esta vez el tema fue distinto, ya que del análisis del texto se colige que éste habría sido escrito por un ex alto oficial de la FACH. Esto por la gran cantidad de antecedentes que entrega, los que sólo podría conocerlos alguien de ese rango.


La primera semana de febrero de 2004, un misterioso anónimo llegó en un sobre cerrado a las oficinas del Consejo de Defensa del Estado (CDE), como también al despacho de la jueza (s) del Primer Juzgado del Crimen de Santiago, Sandra Rojas. ¿El contenido? Revelaciones sobre la compra y presunto pago de comisiones en la compra de los aviones Mirage Elkan, por parte de la FACH a Bélgica, proceso que lleva la magistrada.



Así lo comentaron a El Mostrador.cl fuentes del CDE.



Si bien es cierto los jueces suelen no otorgarle mucha atención a este tipo de escritos, esta vez el tema fue distinto, ya que del análisis del texto se colige que éste habría sido escrito por un ex alto oficial de la FACH. Esto por la gran cantidad de antecedentes que entrega, los que sólo podría conocerlos alguien de ese rango. Sin embargo, sólo dos datos contenidos en el papel en cuestión fueron relevantes para la jueza. Se trata de dos nombres hasta ahora desconocidos y que podrían entregar nuevas luces a la indagatoria.



Por esta razón es que la jueza Sandra Rojas entregó una nueva orden de investigar al equipo diligenciador del Departamento Quinto, que recientemente llegó desde Bruselas, Bélgica, hasta donde viajó en busca de nuevos antecedentes del proceso que instruye en ese país el magistrado Daniel Fransen. La idea es que los policías pesquisen a estas dos personas.



Los policías evacuarán en las próximas semanas un detallado informe de su viaje por el país europeo. Según trascendió, una de las cosas que habrían acreditado es la convicción de la justicia belga de la presunta responsabilidad del ex comandante en Jefe de la FACH, y actual senador designado, Ramón Vega, hasta ahora, en un ámbito muy puntual de la operación, que implicó la compra de los Mirage-Elkan.



También existiría la convicción, respaldada por un alto miembro del CDE, que habló a este medio, que resultaba al menos sospechoso que estando Bernardus Van Meer de por medio, se hubiese aprobado por parte de la FACH la compra del material de guerra aéreo a Bélgica, independiente de la calidad de los aviones o las mejores condiciones de venta que se ofrecían.



Este medio intentó obtener ayer una versión de Vega, pero este declinó hacer comentarios al respecto.



El valor de un anónimo



Procesalmente, un anónimo no tiene ningún valor probatorio. Sin embargo, han existido casos en Chile, donde este fórmula encubierta de entrega de antecedentes han logrado aclarar muchas zonas grises de complejas investigaciones. Una de ellas es el que instruye el ministro en visita Alejandro Solís, por el homicidio del ex comandante en jefe del Ejército, Carlos Prats.



Cinco hojas escritas a máquina, por ejemplo, echaron luces sobre cómo funcionaba la red de espionaje que había armado en Buenos Aires el jefe de Operaciones Exteriores de la DINA, Eduardo Iturriaga Neumann.



En cambio hay otras fórmulas que sólo buscan envenenar la indagatoria, como sucedió recientemente en el proceso por el homicio del químico de la DINA, Eugenio Berríos, cuando el abogado de la viuda, Thomas Ehrenfeld, recibió llamados telefónicos donde una hombre le indicaba que un tal "Lavados" era quien entregaba todos los fondos "en negro" a la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), para realizar operaciones en el exterior. El supuesto Lavados era un hombre vinculado a un antiguo proceso en el Ejército, conocido como el "membrillo-gate", aclaró el magistrado Alejandro Madrid, en una reciente declaración.



La trama



A principios de 1995 la justicia belga inició una investigación sobre la compra fraudulenta de 46 helicópteros italianos Agusta, por parte de la Fuerza Aérea de ese país, ocho años antes. El escándalo, conocido mundialmente como el "Dossier Agusta", involucró el asesinato de un ministro y la posterior condena de altas autoridades políticas de Bruselas por corrupción.



Entre los investigados por ese caso, se encontraba el general Jacques Lefebvre, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea belga en 1988, cuando se produjo la compra de los helicópteros. Lefebvre había pasado a retiro y se había transformado, a principios de la década del noventa, en representante de la empresa italiana Agusta y de la francesa Dassault. Además, había creado una lucrativa compañía dedicada al comercio internacional de armas: Europavia.



Fue el propio Jacques Lefebvre quien viajó a Chile en repetidas ocasiones, en 1992 y 1993, para tomar contacto con las personas indicadas en las diligencias decretadas por la jueza del Primer Juzgado del Crimen de Santiago. El ex general de la Fuerza Aérea belga no sólo los contactó, sino que logró, a través de ellos, convencer a la FACH de que la compra de los 25 cazas Mirage, dados de baja por Bélgica, eran la mejor opción para renovar la dotación aérea de la institución.



Cuando los investigadores belgas encargados de las pesquisas del caso Agusta incautaron documentos de Jacques Lefebvre, en los primeros meses de 1995, descubrieron que entre éstos existían pruebas incontestables de que se había pagado una comisión de 15 millones de dólares por la venta de los Mirages a Chile, comisión que fue depositada en el Clariden Bank de Zurich.



Al ser interrogado sobre estos hechos, Lefebvre contestó a la policía anticorrupción belga, en un memorando: «Los documentos relacionados con Chile de los que me preguntan son confidenciales. Su divulgación sería catastrófica, puesto que pondría en evidencia a nuestra contraparte chilena y nuestros agentes se verían en serias dificultades».



El 7 de marzo de 1995, la noche siguiente de redactar esta nota, el general (r) Jacques Lefebvre se suicidó en su departamento de Avenue Louise, en Bruselas.
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