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Suprema consideró en la quina a jueza que procesó a Alejandro Guillier

Propuesta para suceder en el pleno al ex presidente del máximo tribunal, Mario Garrido, incluye a los ministros Jaime Rodríguez Espoz, Julio Torres Allú, Alfredo Pfeiffer y Lenin Lillo. Gabriela Pérez es la responsable de investigar una causa conexa al caso Spiniak, vinculada al presunto delito de extorsión que sufriera el otrora ministro en visita Daniel Calvo.


En un suave pero decidor guiño, el pleno de la Corte Suprema designó esta mañana, en la quina que reemplazará al ex presidente del tribunal, Mario Garrido Montt, a la ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago, Gabriela Pérez.



La magistrada es la responsable de investigar una causa conexa al caso Spiniak, vinculada al presunto delito de extorsión que sufrió Daniel Calvo, el otrora ministro en visita que pesquisó el círculo de pederastas del empresario.



La postulación de Gabriela Pérez señal no deja de ser un dolor de cabeza para el Gobierno, ya que Gabriela Pérez encausó al director de prensa de ChileVisión, Alejandro Guillier, quien tiene una cercanía conocida de sobra con La Moneda, y al entonces director ejecutivo de la casa televisiva, Jaime de Aguirre.



El procesamiento, que afectó a otros tres profesionales del canal, se basó en la difusión de la conversación que Calvo sostuvo con el ex regente de un sauna que visitaba, Sebastián Rodríguez, lo cual posibilitó la caída del juez.



La magistrada Pérez obtuvo, junto con su colega Jaime Rodríguez Espoz, la máxima cantidad de preferencias de sus superiores, es decir, 10 votos. También fue considerado el ministro de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Julio Torres Allú, con nueve preferencias; se produjo un empate entre Margarita Herrero y Alfredo Pfeiffer, con siete votos. El sorteo entre ambos determinó que este último se incluyera. Cierra las postulaciones el ministro del tribunal de alzada de Temuco, Raúl Lillo, quien la integra por derecho propio.



Otros magistrados considerados fueron Rubén Ballesteros (5 votos), el actual ministro del caso Spiniak, Sergio Muñoz (2), y el responsable de causas por excesos represivos en el gobierno militar, como la Operación Albania, Hugo Dolmestch (1).



Pese a que se esperaba una quina con un fuerte sesgo conservador, los magistrados que figuran en esta lista son de variadas tendencias y está dividida entre el sector conservador (Pérez y Pfeiffer) y moderado (Torres y Rodríguez).



Le decisión que deberá tomar el Presidente Ricardo Lagos estará marcada por dos grandes hechos. Uno responde a la sostenida campaña del Ejecutivo en medios y publicidad callejera, por la necesidad de irrupción de la mujer en todos los ámbitos, que muestra una fémina y pregunta "¿Por qué no?". El otro elemento es que el bloque PS-PPD quisiera vetar a la ministra Pérez, por el sólo hecho de encausar a un hombre de su simpatía, el citado Alejandro Guillier. Sin embargo, la Suprema le entregó al Gobierno otra alternativas.



Se prevé que, respecto de Alfredo Pfeffer, sea rechazado por toda la Concertación por su conocida vinculación con la extrema derecha. Conocido es su trabajao en causas de derechos humanos como el crimen del ex vocero del MIR, Jecar Neghme, investigación infructuosa, tras 11 años de pesquisas. Asimismo, cuando este magistrado llevaba el proceso por la muerte del senador de la UDI, Jaime Guzmán, lo abandonó, porque, según dijo, sintió odio.



Procedimientos



El sistema de elección de este nuevo juez fue modificado en 1997, cuando el entonces Presidente Eduardo Frei cambió la conformación del máximo tribunal y modificó el número de miembros de 17 a 22. Así agregó la posibilidad de sumar personas "extrañas" al Poder Judicial, es decir, abogados con experiencia, pero sin carrera funcionaria.



La quina la conforman los supremos por desempeño, antigüedad, labor en tribunales y una serie de materias relacionadas con aspectos laborales y disciplinarios. Una vez listo este proceso, el gobernante, en un tiempo prudente, pero no establecido, elige a uno de los cinco miembros, el que deberá ser confirmado por dos tercios de los senadores en ejercicio.



Si el Senado vetara esta propuesta, la Suprema deberá enviar nuevos candidatos.

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