En el desarrollo de este juicio no sólo está en juego la estabilidad política entre los partidos de la derecha y la Concertación y el gobierno, sino también, cómo los primeros usan a la justicia para zanjar sus dilemas internos. Por lo tanto, el tema jurídico también será uno de los sustratos del debate.
Cuando el relator del Pleno de la Corte de Apelaciones de Santiago, inicie la "relación privada" ante los magistrados, quienes estarán sentados por antigüedad en las dependencias de la Primera Sala del tribunal de alzada capitalino, la cuenta regresiva sobre el destino de la diputada RN María Pía Guzmán habrá empezado a correr. Esto no sólo porque su carrera política está en juego si llegara a ser desaforada por las denuncias que involucraron a políticos en el Caso Spiniak, sino porque también, en parte, está en la mesa el destino de la Alianza por Chile, que pende de la resolución que adopten los jueces.
Pero en el desarrollo de este juicio está no sólo en juego la estabilidad política entre los partidos de la derecha y la Concertación y el gobierno. También, cómo los primeros usan a la justicia para zanjar sus dilemas internos. Por lo tanto, el tema jurídico también será uno de los temas que aparecerá en el debate.
Varios ministros de la Corte que fueron consultados por El Mostrador.cl, quienes pidieron reserva de su identidad, perciben que la investigación llevada adelante por el ministro y ahora presidente del tribunal de alzada, Juan González, fue más bien una pérdida de tiempo y gastos de recursos del Estado y que, de lo que ha trascendido por los medios informativos, todo indica que no existirían antecedentes para quitarle la inmunidad parlamentaria a Guzmán.
Ahora bien, los escenarios posibles de cómo actuará la Corte no son sólo dos. Primero, los magistrados podrían, antes de votar, pedir la causa que sustancia el ministro Sergio Muñoz en el caso Spiniak, como también las indagatorias conexas que se instruyen en los juzgados del crimen, para tener mayores antecedentes.
Una vez hecho eso, hipotéticamente, los magistrados votarían. Sus alternativas son dos. Quitarle la inmunidad a Pía Guzmán o bien rechazar la petición hecha por la UDI. La primera implica que la diputada podría ser investigada como cualquier ciudadano e incluso procesada. En la segunda, la indagatoria iniciada por el ministro González, sencillamente, se sobreseería.
Siguiendo en el tema netamente jurídico, en juego está también la base de la ley en materia de querellas por injurias y calumnias, principalmente, cuando una persona, como el caso de Pía Guzmán, no menciona públicamente a los injuriados o calumniados. De allí que los argumentos de la defensa de la Parlamentaria -el abogado Claudio Feller- insistirá en que el aforismo romano "el que calla otorga", no es suficiente para desaforar a su clienta.
Por otro lado, los recurrentes, representados por Miguel Schweitzer, argumentarán en estrado que el sólo hecho de que Pía Guzmán restringiera el campo de percepción pública en su denuncia hacia la Alianza por Chile, como también la supuesta falta de responsabilidad al entregar nombres a la justicia, son suficientes para que siga siendo investigada y se le aplique todo el rigor de la Ley.
Hasta ahora la Corte, en su tendencia de fallo sobre desafueros, ha dejado fuera disputas internas de carácter político y ha evitado judicializarlas.
En todo caso, cualquiera sea el resultado en la Corte de Apelaciones, el tema será dirimido en el máximo tribunal.
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