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«La primera meta de RN es trabajar lealmente por candidatura de Lavín»

El parlamentario insiste en que no es «la mejor persona» para dirigir su partido en las actuales circunstancias y se la juega a concho por el alcalde de Vitacura, Raúl Torrealba. Pero también defiende a su amigo Andrés Allamand, atribuyéndole a Joaquín Lavín toda la responsabilidad sobre el procedimiento utilizado para obligar a renunciar a Sebastián Piñera.


No resulta fácil sentarse a conversar con el senador Alberto Espina. Tampoco lo es entrar en temas que no quiere abordar. Sus opiniones son escuchadas con respeto en Renovación Nacional, porque las avala una intachable carrera política.



Sin embargo, sus detractores lo encasillan en el grupo de los fácticos de la colectividad, junto al ex presidente Andrés Allamand. Así y todo, a la hora de buscar un sucesor para Sebastián Piñera el primer nombre que surgió fue el suyo, mientras él insiste, a quien quiera oírlo, que el hombre para guiar al partido en esta crisis es el del alcalde Raúl Torrealba.



En este contexto es que El Mostrador.cl conversó con el parlamentario que, además, el miércoles recién pasado asumió la presidencia de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara Alta, por los próximos dos años.



Directiva de "pacificación"



Aunque precisa que el tema de la sucesión de Sebastián Piñera no está zanjado, asegura que lo que sí está decidido -"definitiva y completamente"- es que él no asumirá la presidencia del partido y niega estar siquiera considerando dividirse el período con el nombre que más está sonando en Renovación Nacional, el del alcalde de Vitacura Raúl Torrealba.



Los argumentos para tal definición son varios. Se niega a abandonar a los electores que se la jugaron por él cuando postuló a la senaturia de la Novena Región; tampoco podría dejar su labor en la Oficina de Fiscalización contra el Delito (FICED) y, por último, el hecho de que acaba de asumir la presidencia de la Comisión de Constitución del Senado, compromiso que se niega a dejar de lado. "Entonces -dice-, tengo razones de orden personal y razones más importantes que las de orden personal, que son de orden político", para no poner su nombre a disposición del partido.



Tanto así que enfatiza que "yo creo, muy sinceramente, que no soy la mejor persona para dirigir el partido, en las actuales circunstancias. Yo pienso que lo que necesita Renovación Nacional es un presidente y una directiva de pacificación de los espíritus, de reencuentro, de amistad, de recuperación de confianzas. Que tenga un carácter que le permita darse el tiempo suficiente para poder conversar largamente con cada dirigente, conocer cuáles son sus aspiraciones, su fortalezas, su debilidades …"



– ¿Y Torrealba cumpliría con ese perfil?



-Sí, en ese sentido, creo que Raúl Torrealba tiene muchas más condiciones que yo para ejercer el cargo, en esas circunstancias. Y tengo otra razón de orden político y es que si Raúl Torrealba es presidente de Renovación Nacional, con una mesa directiva que lo acompañe, va a obtener una mucho mejor negociación para el partido -tanto en el tema municipal, como parlamentario- que la que obtendría yo. Porque su principal abogado va a ser Joaquín Lavín.



"Porque Lavín no puede pelearse con Raúl Torrealba en el tema municipal. Uno, porque son amigos. Dos, porque han trabajado estrechamente. Y, tres, porque la Alianza por Chile no se puede dar el lujo de tener una nueva controversia. Yo creo que la posición que tiene Raúl es privilegiada, respecto de Lavín y la propia UDI, con quien tiene una buena relación humana construida. Y creo, además, que dentro del partido despierta un importante grado de confianza, lo que hoy día es un capital valiosísimo para que Renovación pueda remontar la situación en que se encuentra.



– Sin embargo, por lo mismo que usted dice, hay personas que estiman que sería ‘funcional’ a Lavín y no al partido.



-Haber… definamos, de una vez por todas, un objetivo de fondo. Lo obvio es que el presidente de Renovación Nacional sea útil a la campaña presidencial de Joaquín Lavín. Si Renovación Nacional ha resuelto que va a apoyar la candidatura de Joaquín Lavín, como lo ha dicho con todas sus letras, entonces, tiene que poner gente que trabaje en ese objetivo. Es una contradicción enorme sostener que uno apoya a Joaquín Lavín, que cree que tiene que ser el próximo candidato presidencial de la Alianza, y luego del país, que hay una coalición que hay que fortalecer, y no actuar en consecuencia.



"Entonces, lo que corresponde es poner un presidente de partido que sea absolutamente conducente a ese objetivo y creo que nadie discute que Raúl Torrealba es eso. Sería incomprensible un presidente que obstaculizara la candidatura presidencial de Joaquín Lavín. Lo que tiene que hacer es apoyarla, lealmente y demostrar que Renovación es un partido serio, que cumple la palabra empeñada y no le pone palitos en el camino al candidato presidencial. Por lo tanto, ese es un argumento, a mi juicio, que juega en favor de Raúl y no en contra».



– Sí, pero trabajar por la campaña de Lavín no es el único objetivo del futuro presidente del partido. También deberá reordenar a Renovación Nacional, lo que puede resultar aún más complicado.



-Creo que ambas cosas van en paralelo. La primera meta de Renovación Nacional es, obviamente, trabajar lealmente en la candidatura presidencial. Ese es el objetivo que el partido tiene a nivel país. Segundo, para cumplir ese objetivo tiene que tener un partido cohesionado y Raúl tiene todos los requisitos para lograr hacerlo. Y, tercero, porque Renovación Nacional es decisivo para el triunfo de Joaquín Lavín. Él no tiene cómo ganar la elección presidencial sin Renovación Nacional, porque la diversidad que le aporta RN es la única que le va a permitir captar los votos para alcanzar la presidencia de la República y, obviamente, a un partido que juega leal y honestamente su opción, la gente lo va a reconocer como un partido que contribuyó al triunfo.



"Esto es exactamente lo mismo que pasó con el Partido Socialista, respecto a la Democracia Cristiana -por poner un solo ejemplo- o viceversa en los gobiernos de la Concertación. Los socialistas trabajaron por (Patricio) Aylwin lealmente, trabajaron por (Eduardo) Frei lealmente y la DC, después, trabajó lealmente durante la campaña presidencial de (Ricardo) Lagos (…). En política hay que ser coherente, porque yo no comprendo a aquellas personas que torpedean la candidatura de Lavín, la critican…



– ¿Estamos hablando de Sebastián Piñera?



-No, no, no. Para nada. No estoy hablando para nada de Piñera. Estoy diciendo que hay gente que no es coherente políticamente, porque sostiene que no le gusta Lavín, pero es incapaz de parar una opción. Hay gente que dice que se acomoda de repente, o se siente más a gusto o más cercana a gente de la Concertación. Bueno, entonces, definan el camino. Yo, por lo menos, tengo definido el mío y creo que es el que tiene el partido. El partido no se va a ir a la Concertación bajo ninguna circunstancia. El partido no va a levantar un candidato presidencial y el partido tiene que trabajar lealmente con Lavín. Eso es lo que hace que uno, en política, sea confiable y creíble. Lo demás, a mi juicio, es confusión.



– Por su forma de hablar, parece que el tema del presidente del partido ya está ‘cortado’.



-Torrealba va a despertar un amplísimo consenso, pero podría perfectamente haber otros militantes que pararan una lista y, en ese caso, habrá una elección democrática. En Renovación las cosas no se resuelven entre cuatro paredes ni en cinco minutos. Se resuelven a través de procesos democráticos y, por lo tanto, cualquier militante tiene derecho, reuniendo los requisitos, a presentar una lista y a dar una competencia. Yo creo que con competencia o sin ella, al final, el presidente del partido va a ser Raúl Torrealba, con una mesa que represente las distintas sensibilidades legítimas que se dan dentro de Renovación.



– Sí, pero Torrealba no es percibido como un gran líder dentro del partido y va a tener que relacionarse con el senador Jovino Novoa.



-Perdóneme: Torrealba es un gran líder dentro del partido, en un ámbito que no es la política parlamentaria. Pero en el ámbito de la política municipal -que es la elección que tenemos- es un gran líder.



– ¿No temen que Torrealba no pueda enfrentar a Novoa?



-Pensar eso es no conocer a Raúl Torrealba. Es el segundo alcalde más votado de Chile. Fue presidente de los alcaldes de Renovación Nacional -elegido democráticamente-, tiene una trayectoria de fundador del partido, es amigo personal de los cuatro o cinco personajes públicos más conocidos de RN o más emblemáticos. Por lo tanto, ¡ por favor!, no confundamos que uno no ejerza un liderazgo en el Parlamento, porque no es parlamentario, con que no ejerza un tremendo liderazgo en el plano municipal, porque lo tiene y lo ha tenido siempre. De manera que ubiquémonos en los liderazgos de que estamos hablando.



– Ese no parece un buen argumento, considerando que Piñera tiene un gran liderazgo en las bases, aunque no ocurría lo mismo entre los parlamentarios, y ya vemos como terminó su gestión…



-Creo que Sebastián Piñera tuvo y tiene un fuerte liderazgo en las bases del partido y tuvo resistencia entre los parlamentarios, a mi juicio, porque hubo otras materias que fueron extraordinariamente complejas de comprender para muchos parlamentarios. Su posición respecto del caso de la denuncia de la diputada (Pía) Guzmán; tuvo dificultad en el caso de (Antonio) Horvath y, también, hubo dificultades en cuanto a la adhesión que él expresaba respecto de Joaquín Lavín. Ahora, yo creo que es de una injusticia absoluta el pretender culpar a Sebastián Piñera de todos los males de la Alianza por Chile. Yo creo que eso es absolutamente injusto, porque no se puede decir que Piñera fue el único responsable de la crisis. Esta crisis tiene raíces mucho más de fondo y, por lo tanto, Sebastián en esa materia se mereció un trato mucho mejor que el que le dio Joaquín Lavín y un procedimiento distinto al que se aplicó.



– Uno de los argumentos que usted da en favor del alcalde de Vitacura es su amistad personal con Lavín. Pero si él no lograra ordenar a RN, ¿qué le asegura que Lavín no le va a hacer a Torrealba, lo que Andrés Allamand le hizo a Piñera?



-En primer lugar, quiero decir que la decisión del procedimiento que siguió Joaquín Lavín respecto de Piñera, fue una decisión de Lavín y no de Allamand. Ahora, que yo no comparto el procedimiento, no lo comparto, como le dije a Andrés. Que tampoco comparto que no se le hubiese dicho a Sebastián, oportunamente, que a él se le iba a pedir la renuncia y se le hubiese permitido reaccionar a tiempo y sumarse a una salida consensuada. Lo que habría sido muy conveniente para Renovación y no habría dejado al partido en la situación acéfala en que está en estos momentos. Ahora, yo creo que en cualquier nueva crisis de esa envergadura, en la Alianza por Chile, no vamos a tener que lamentarnos de que haya conflicto con el futuro presidente del partido. Lo que vamos a lamentar es que vamos a perder la elección presidencial.



– Se ha dicho que el senador Carlos Cantero podría encabezar una lista…



-Mire, Carlos tiene todos los méritos, capacidades, aptitudes, porque es un gran líder dentro del partido. Pero, creo que Carlos no va a estar en disposición de hacerlo, porque entiende que hoy día su rol es jugarse por su opción senatorial, que es un tema que requiere de toda su concentración.



– ¿Cómo recibieron en RN la nominación de Jovino Novoa como sucesor de Pablo Longueira? ¿Cómo ven la relación entre ambos partidos a futuro?



-Yo tengo el mayor respeto por Novoa. Creo que es una persona que la UDI tiene pleno derecho a haberla elegido como candidato. (Sin embargo), de lo que nosotros tenemos que preocuparnos es de tener un presidente de partido que ayude a la Alianza y defienda los legítimos intereses de Renovación Nacional donde, yo creo, que el mejor hombre para negociar es, precisamente, Raúl Torrealba. Por qué, porque con Raúl Torrealba se le va a hacer muy difícil a la UDI generar un conflicto y va a ser muy difícil que Lavín no respalde a Raúl, que ha sido permanentemente leal y ha trabajado con él (Lavín) desde que inició su carrera política como alcalde de Las Condes.



– El próximo lunes los tribunales fallaran sobre la solicitud de desafuero contra la diputada Guzmán. Se dice que está aislada dentro de RN ¿Está cerca su expulsión?



-Creo que cuando está ad portas de recibir una resolución de los Tribunales de Justicia, sobre una petición de desafuero, sería de mi parte una imprudencia infinita emitir un juicio a favor o en contra de lo que ha ocurrido. No me parece que es correcto que lo haga y no creo que corresponda. Yo creo que es una instancia extremadamente importante y creo que, en esta materia, tenemos que dejar que los Tribunales de Justicia actúen.



«Ya habrá un momento para opinar, para dar juicios de valor sobre lo que se hizo, más allá de señalar que su actitud fue imprudente e incomprensible y que causó un daño a personas inocentes y, probablemente, a todo el sistema político. Respecto de sus motivaciones, de sus propósitos o de lo que sigue, creo que eso tendrán que resolverlo los tribunales», finalizó Espina.



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