El objetivo es que las compañías que usan grupos electrógenos para ahorrar energía, paralicen sus actividades en días con calidad del aire »crítico», pues generan gran cantidad de contaminación. La idea es que esto contribuya a terminar con las preemergencias ambientales el 2005, tal como se comprometió el Gobierno.
Nuevas fuentes de contaminación en Santiago deberán paralizar este invierno, de concretarse el plan de las autoridades metropolitanas: se estudia que las empresas que usan grupos electrógenos alimentados por diesel detengan sus faenas en periodos de preemergencia ambiental, debido a que cada una genera una cantidad de contaminación similar a la de un microbús sin sello verde.
La idea surgió a partir de que las autoridades del Gobierno regional -Servicio de Salud Metropolitana del Ambiente (Sesma) y la Comisión Nacional del Medio Ambiente de la Región Metropolitana (Conama RM)-, solicitaron el 2003 a las empresas que usaban estos sistemas que entregaran un registro de sus emisiones.
Al interior de los servicios se explica que sólo las empresas más grandes dieron cuenta de este registro, por lo que se les pudo paralizar en periodos de preemergencia ambiental el año pasado. El resto de las firmas se escudaron en que no tenían los datos cuando las autoridades les anunciaron que debían detener sus faenas.
Estas compañías sólo deberían paralizar sus operaciones cuando los índices de calidad del aire, por material particulado (ICAP), superen el nivel 300, es decir, en preemergencia ambiental. Durante estos eventos, que se pueden prolongar por más de un día, se generan los efectos más dañinos para la salud de la población.
En total existen en la Región Metropolitana unas 2 mil empresas que usan estos grupos electrógenos de respaldo, los que permiten ahorrar energía eléctrica. Estos equipos son alimentados por diesel, por lo que se emite un tipo de emisión similar a la del motor de un microbús sin sello verde. El uso de este tipo de sistemas está normado en días de alta contaminación, pero en la práctica no se cumpliría.
La medida de restricción impulsada por las autoridades, no regirá para las empresas que ocupan equipos electrógenos de emergencia, que sirven para suplir la falta de energía en caso que haya un corte.
Precisamente, ese fue el argumento que dio el intendente de la Región Metropolitana, Marcelo Trivelli, para proponer esta medida hace un par de semanas. En esa ocasión el jefe metropolitano explicó que en mayo las tarifas eléctricas suben, por lo que muchas empresas comienzan a usar sus equipos de respaldo que, a la vez, generan contaminantes.
Fin de preemergencias el 2005
La idea de ampliar las restricciones a estas firmas es una de las iniciativas más importantes del Gobierno, debido a que desde el 2001 se anuncia que se quiere terminar con las preemergencias ambientales el próximo año.
Las autoridades precisaron su discurso respecto a la contaminación hace un par de semanas y aseguraron que el 2005 ya no habrán preemergencias constatadas, pero dejaron abierta la puerta a las declaradas en forma preventiva.
Una preemergencia constatada significa que hay 300 o más puntos promedio de material particulado respirable (polvo, cenizas, hollín), lo que produce problemas respiratorios, principalmente a niños y ancianos, cuando ocurren estos eventos.
Una preemergencia decretada, en tanto, es una medida preventiva que busca evitar que la contaminación llegue a 300 ICAP. Sin embargo, esta disposición también produce una alteración de la vida de los santiaguinos, ya que los días en que se dictamina se paralizan las fuentes fijas como industrias (con emisiones de PM10 mayores a 32 microgramos por metro cúbico). En esta modalidad podrían entrar las empresas con grupos electrógenos.
Además, en un episodio decretado se aplica restricción de 6 dígitos para vehículos convencionales y de dos cifras para los automóviles con sello verde; se suspenden las clases de educación física y se extiende el horario de vías exclusivas. Otra de las medidas apunta a ampliar el perímetro de restricción a camiones; se prohíbe el uso de toda clase de chimeneas; se intensifica la fiscalización a quemas agrícolas, industrias y transporte, y se acentúa el programa de barrido y aspirado de calles. Esta última medida sólo se aplica desde fines del 2003.
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