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Los vínculos que complican al abogado de la familia de Jorge Matute Johns

Es considerado uno de los abogados más mediáticos de Chile, socio de uno de los bufetes más conocidos del sur del país. Saenger, quien mantenía una relación fluida con los medios de comunicación, hoy guarda silencio y se aparece poco por las cortes de la región. ¿Por qué el cambio? Conozca los detalles.


De un día para otro, y extrañamente justo después del conocimiento del informe del Servicio Médico Legal (SML) que permitiría ampliar a secuestro con homicidio el proceso por la muerte del joven Jorge Matute Johns, el abogado de la familia, Fernando Saenger Gianoni, dio un giro en 180 grados y dejó de mantener esa fluida relación con los medios de comunicación, algo que lo caracterizaba.



Con el cuerpo de Coke finalmente encontrado, anuncios de pericias por doquier y el caso de vuelta a la prensa nacional, Saenger dio un paso atrás y dejó la vocería en manos de Alex, hermano mayor de Coke y abogado del mismo staff que representa a su familia.



Mirado someramente, el escenario parecía ideal para el conocido letrado. El preinforme del SML poco aportaba en el caso contra los siete jóvenes procesados, pero eso no lo complicaba porque él nunca se casó con la teoría de la golpiza: contrario a lo que hizo María Teresa Johns y su ex esposo Jorge Matute Matute, Saenger siempre admitió que no hay presunciones fundadas contra el grupo y la supuesta evidencia está radicada en una hipótesis policial. De esas afirmaciones nunca se alejó, al menos, cuando hablaba on the record.



Pero esa misma cautela que lo "salvará" si los jóvenes son absueltos, lo complica a la hora de enfrentar a sus representados. Y es que la familia Matute está bastante convencida de que en el grupo integrado por Oscar Araos, Jaime Rojas, Federico Homper, Cristian Herrera, Carlos Alarcón, Ignacio del Río y Jorge Bañados, están los responsables intelectuales, materiales y encubridores de la muerte y desaparición de Jorge Matute Johns, a más de cuatro años de ocurridos los hechos.



Saenger, algo ha podido contener a los padres de Coke y para eso ha sido clave tener como colaborador a Alex. Aunque este último no permite que su madre se entere de los detalles del sumario -incluso se fue a vivir solo para resguardar el expediente en su departamento de soltero-, la mujer igual se desmarca de la estrategia "familiar". El año pasado acusó en una revista a Araos de ser el asesino de su hijo, ante lo que Alex tuvo que pedir comprensión "por tratarse de la madre" de la víctima. Este fin de semana, en conversación con El Mostrador.cl, reiteró que está convencida de que los procesados son culpables.



"Abogado del diablo



Para las familias de los procesados, Saenger es "un auténtico abogado del diablo". Les molesta particularmente que los Matute no vean con malos ojos sus presuntos vínculos con Bruno Betanzo, dueño de la discoteca La Cucaracha e inculpado por Carabineros en la muerte de Coke.



Paradójicamente, fue el senador Nelson Ávila, muy cercano a la familia Matute Johns, quien denunció la relación entre ambos. Colegas del parlamentario le habían contado que Saenger representó a las empresas Quiero cuando Bruno Betanzo, ex esposo de Gloria Quiero, era miembro del directorio. De ahí habría nacido una amistad no reconocida por Saenger, quien sólo admite que conoce al empresario nocturno, Ese vínculo podría llegar incluso al compadrazgo ya que, según amigos de la familia, Bruno Betanzo junior es ahijado de Saenger.



Especial mención merece una llamada telefónica que hizo Betanzo a la casa de los Saenger, horas después de la desaparición de Coke y dos días antes de que el abogado fuera personalmente donde los Matute Johns a ofrecer sus servicios en forma gratuita. A raíz de este llamado, los procesados han considerado incluso la posibilidad de que Saenger haya protegido siempre a Betanzo. Esta idea la refuerzan por el hecho de que nunca ha solicitado el encausamiento de Betanzo y sus guardias, pese a las numerosas contradicciones en sus testimonios y algunas coartadas, que reconocen los propios funcionarios de La Cucaracha.



Los importantes contactos de Saenger son la razón por la que los procesados no han tomado medidas directas en su contra. Dos miembros de su equipo, Juan Yánez y Waldo Ortega, renunciaron al Caso Matute después de la entrada en vigencia de la Reforma Procesal Penal, en la Octava Región; el primero para asumir como fiscal adjunto, y el segundo para ocupar el puesto de defensor penal.



Poderes fácticos



La red de influencias que se le atribuye a Fernando Saenger tiene su origen en el régimen militar. Asesoró a la Junta y mantuvo estrechos vínculos durante la transición democrática. También se sabe que era el primero en ofrecerse para defender a los ministros de la Corte Suprema nombrados por el general (R) Pinochet: representó al destituido ministro Hernán Cereceda en la acusación constitucional en su contra y lo mismo hizo con Lionel Beraud, quien presidía la Tercera Sala del máximo tribunal.



O sea, Saenger, quien fuera uno de los abogados que tuvo más causas defendiendo a la ex Colonia Dignidad, defendió a Beraud, el mismo juez que en 1997 acogió un amparo y anuló una orden de detención contra el supuesto doctor Hartmut Hopp, brazo derecho de Paul Schaefer. Según el Libro Negro de la Justicia Chilena, de la periodista Alejandra Matus, al momento de ser acogido el amparo, Hopp estaba procesado como encubridor de los abusos deshonestos de Schaefer.



Además, el abogado llevó un juicio que fuentes suponen simulado para rescatar los bienes de la Colonia, poco antes de que el Fisco los reclamara. Saenger se habría enterado anticipadamente de que se le revocaría la personalidad jurídica a Dignidad, y a través de una argucia, como fue presentar una demanda laboral por supuestos sueldos impagos a los mismos colonos, se logró que los bienes quedaran en manos de sus dueños originales. La causa está radicada en el tribunal laboral de Parral y, según fuentes vinculadas, el Consejo de Defensa del Estado intenta demostrar que los contratos de los trabajadores no son reales.



Otra arista de su influencia está relacionada con los sectores más conservadores de la Iglesia. Es Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de la Santísima Concepción y ofrece sus servicios gratuitos en casos que involucran a la curia, como por ejemplo, la investigación contra el sacerdote de Negrete, Enrique Valdebenito, quien fue absuelto por la Corte Suprema de las acusaciones por presuntos abusos sexuales que le hacían dos acólitos, de 10 y 12 años.



Las influencias del profesional hicieron que los procesados tuvieran que amarrarse las manos, incluso, cuando la única testigo que los mencionó, como autores de una supuesta golpiza a Coke, se retractó aclarando que su testimonio fue inducido por Saenger, en su oficina y con Yánez presente. Finalmente, optaron por querellarse, pero sin mencionar a los abogados: lo hicieron por entregar testimonio falso, contra Daniela Leefhelm Price "y quienes resulten responsables".



Vínculos con «el protector»



Una razón de peso para que Saenger tome distancia del caso Matute, es que también representa a los hermanos Rabié, dueños de la distribuidora del mismo nombre, en la causa contra el ex contralor Humberto Contreras Anguita. Este último renunció a la empresa en 2002, pidió una indemnización de mil millones de pesos y amenazó con denunciar diversas irregularidades y delitos, entre los que se cuenta una masiva evasión tributaria.



Jorge Rabié Uauy se negó a pagar y acusó a Contreras de robar, precisamente, el monto que éste dice haber evadido en impuestos, junto a sus ex jefes, a la fecha fijado en 1.650 millones de pesos. La versión del ex contralor de Rabié es que personalmente estuvo a cargo de idear un sistema informático destinado a "inflar" precios y cantidades de insumos comprados, para evitar el pago de tributos y así permitir que se hicieran retiros irregulares de la empresa.



En dos años de investigación, los Rabié nunca lograron que Contreras fuera procesado, hasta que contrataron como abogado a Saenger, a quien sólo le tomó algunas semanas y un inteligente cambio de figura legal -de robo a hurto- para obtener el encausamiento. El ex contralor sospecha del fulminante logro de Saenger.

Al tomar esta causa, el abogado no sólo exhibió su vínculo con Jorge Rabié Uauy, amigo y ex socio de Claudio Spiniak, sino que se acercó peligrosamente al mayor (R) José Luis Aguilera, que integró el primer equipo del Caso Matute. El carabinero está condenado por el asesinato del cantante peruano Percy Aguilera y procesado por usurpar funciones e inducir al incumplimiento de deberes militares, con el objeto de detener un allanamiento a una de las fiestas de Santa María de Manquehue. El tráfico de llamadas del trío Spiniak-Rabié-Aguilera podría avalar la versión de Contreras, quien afirma que si el mayor paró el procedimiento policial, no fue para salvar al dueño del Go Fitness & Spa, sino a su propio jefe, Jorge Rabié.



Cuando se supo que Aguilera fue quien intervino a favor de Spiniak, la familia Matute reaccionó de inmediato pidiendo explicaciones por la actuación del uniformado en el caso de Coke. Sin embargo, nada dijeron sobre su propio abogado cuando éste asumió la defensa de Rabié, incluso cuando Saenger admitió que el oficial en retiro se hacía cargo de los "partes" de la empresa, entre otras cosas vinculadas, según sus palabras, al área de "transporte".



Jorge Matute Matute declaró que está preocupado por las similitudes entre la investigación del caso de su hijo y la red de pedofilia. A fines de marzo denunció la existencia común de "poderes fácticos" y una organización destinada a entorpecer las pesquisas, además de la participación de profesionales en la muerte de Coke.



Alex Matute no quiso referirse a las declaraciones de Saenger y el vínculo de su ex compañero de trabajo, Aguilera, con Spiniak (vía Rabié). "Lo único que puedo decir es que son casos completamente distintos. Nuestro único objetivo es dar con los asesinos de Coke", afirmó. Más o menos lo contrario de lo que dijo su padre.



Diferencias con los Matute



Las diferencias más relevantes que ha tenido con sus defendidos de la familia Matute, que salieron a la luz pública el año pasado, se deben a que mientras el cauto Saenger no era partidario de pedir cambio de juez, los Matute "se tiraron con todo" contra Rubilar.



El más convencido de que es necesario insistir para que el magistrado Jaime Solís, que subrogó durante las vacaciones de verano a Rubilar, se quedara con la causa, era el padre de Coke. Incluso después de agotados los intentos por lograrlo, el 27 de marzo arremetió contra el juez titular, declarando que éste "tiene un paraguas que lo cubre, como es la Corte Suprema, pero aquí no valen las incapacidades y no valen las justificaciones".



Saenger dilató la presentación cuanto pudo. Alex intentó contrapesar a su favor, aduciendo que la experiencia del abogado en el tema era vital y la decisión debía ser en última instancia suya, pero María Teresa y Jorge Matute insistieron.



El abogado encontró una fórmula para dar el gusto a sus clientes, transando sólo parcialmente en su postura: presentó una solicitud de "revocación amistosa", que en términos simples equivale a invitar elegantemente al juez a dejar el caso.



La maniobra sólo sirvió para demorar la decisión, ya que Rubilar, como era previsible, se negó tajantemente. Luego vino el pronunciamiento unívoco de la Corte de Apelaciones, que respaldó por 13 votos contra 0 la labor del ministro en visita, en una determinación que zanjó en ese mismo sentido la Corte Suprema.



Las razones para no cambiar el juez eran varias. Entre otras, el máximo tribunal evaluó que, lejos de potenciar la investigación, ésta se atrasaría más al poner a un nuevo juez a estudiar un expediente que para marzo ya acumula cerca de 13 tomos. Además, Rubilar tenía una "nueva pista", que consiste en una llamada anónima que acusa la presencia de un jeep de la familia Araos en la discoteca La Cucaracha, la noche en que desapareció Jorge Matute Johns.



El tema del cambio de juez no sólo separó aguas entre los padres de Coke y su abogado defensor. También evidenció el primer quiebre al interior de la familia, ya que Alex respaldó firmemente a Saenger, contradiciendo a su padre, que quería pedir el cambio de juez lo antes posible.

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