Aunque siempre ha cultivado el bajo perfil, parece que su nuevo rol le viene bien. No se cohibe frente a una grabadora -está acostumbrado a estos y otros aparatos electrónicos, pues en Mellafe y Salas convive con ellos-, ni se inhibe de expresar sus opiniones tal como las piensa. Entre otras cosas, advierte que un director no tiene por qué saber de todo.
A pesar de su amplia sonrisa y sonoras carcajadas, que se llegaron a convertir en una marca de su personalidad, Daniel Platovsky tiene un carácter firme, sus ideas bien claras y una importante cercanía a Sebastián Piñera. De allí que resulta un tanto incomprensible que la UDI no haya vetado su nombre, como lo hizo con el cientista político Oscar Godoy, cuando fue nominado para integrar el directorio de Televisión Nacional.
Si bien a sus 52 años no es un aparecido en política e integra el sector liberal de RN, siempre ha cultivado un bajo perfil en esta materia. Pese a ello, su cercanía y amistad con Piñera lo llevaron a acompañar al ex timonel en la directiva de Renovación Nacional, desde el 2001, hasta que se vio empujado, por Joaquín Lavín y Andrés Allamand, a renunciar.
Cómo llegó al directorio de TVN, es un tema que asegura desconocer. Sólo admite que sabía que su nombre estaba "dando vueltas por ahí", desde hacía tiempo y que puede haber provenido de "ene fuentes". Sin embargo, a pesar que insiste que su nombramiento lo tomó por sorpresa, lo cierto es que la negociación para reemplazar a Oscar Godoy en la nómina, para destrabar la situación que generó la derecha, se hizo con senadores de RN y se concretó en el desayuno al que el Presidente Ricardo Lagos invitó al senador Alberto Espina, el sábado 3 de agosto. Lo que posteriormente fue visado por la UDI y llevó al resultado por todos conocido.
En la comodidad de su amplia y sobria oficina de la vicepresidencia de Mellafe y Salas, retumban las carcajadas de Platovsky frente a la insistencia para que comente la gestación del proceso que lo llevó al directorio de TVN, pero no se deja persuadir y sólo reitera que "supe el lunes, a las cinco de la tarde" que había sido nombrado, cuando el Presidente Lagos le telefoneó.
– O sea, a las cinco de la tarde lo llama el Presidente y le avisa que…
-No, no me avisa -interrumpe-. Me pide que yo lo acompañe en este proyecto de TVN para sacarlo adelante, entonces, obviamente le dije que bueno.
– Si su nombre andaba circulando, ¿tan de sorpresa no lo habrá tomado el llamado del Presidente?
-O sea, de sorpresa me pilló la nominación; que mi nombre andaba circulando, sí claro. Pero yo nunca le di importancia ni creí que tenía alguna probabilidad de ser nominado, menos con el perfil de los directores que se andaba buscando. Porque, si uno mira el perfil de los directores, son todos más bien del mundo de la cultura, del mundo académico… y yo en eso no calzo pa’ na’ poh’. No soy académico, culto puedo ser, pero no dedico mi vida al mundo de la cultura, profesionalmente hablando, entonces, no calzaba dentro de ese esquema. Pero bueno, las cosas se dieron así.
– Considerando que su nombre surgió en reemplazo de Oscar Godoy, ¿su sector ha hecho o debería hacer un mea culpa por lo sucedido con el cientista político?
-Es que son tantos distintos puntos de vista. Creo que aquí también hay un tema de confianzas, conocimiento de las personas. Desde el punto de vista de las ideas, yo creo que con Oscar Godoy no tengo ninguna diferencia, eso lo tenemos claro. Del punto de vista de tener la confianza de un sector como la UDI o de algún sector de RN, puede ser que ahí tengamos diferencias. Obviamente, yo provengo de ese sector, y sin duda que podemos tener algunas diferencias, pero provengo del sector, soy parte de él y ese es un dato. O sea, no soy una sorpresa para la UDI ni para RN.
– En RN usted es considerado piñerista, pero además es muy cercano a Andrés Allamand ¿Habrá influido esta cercanía para que su nombre haya surgido como candidato para el directorio de TVN?
-Puede ser, pero no tengo idea. La verdad es que mi nombre puede haber venido de muchos frentes distintos y puede ser que coincidió no más. Entonces, ahí se dio. Con Andrés Allamand somos amigos de toda la vida, de muchos años y estoy seguro que Andrés nunca tuvo ninguna duda respecto a apoyarme.
– Él también apoyó a Oscar Godoy.
-Por supuesto, y yo también apoyaba a Godoy, si me preguntan en ese minuto. Pero no se dieron así las cosas, por otras razones. Definitivamente, mi nombre sí producía un resultado positivo, en términos de que se nominaba un directorio y resultó así.
Con una actitud de quien siempre sabe más de lo que está dispuesto a decir, el nuevo integrante del directorio de TVN se ve relajado y lo está. Echado hacia atrás en la butaca de la mesa de reuniones de su oficina, explica que no conoce mucho a ninguno de los restantes directores. "A algunos los conozco más, a otros menos. Pero hemos tenido una reunión informal, no más, para conocernos y yo diría que hay súper buen ambiente", lo que
podría ser un aporte para realizar la buena gestión que se espera de ellos.
– ¿Siente que podría haber presiones?, considerando que a este directorio le va a tocar enfrentar dos procesos electorales seguidos
-Va a haber una presión. Pero ese es un tema que nosotros tenemos que enfrentar lo antes posible, fijar una política y que se cumpla. Nosotros, más que estar con cronómetros (para medir los tiempos para cada partido), tenemos que fijar las políticas para darle garantía, a todos los sectores, que van a tener igualdad de oportunidades. Eso es lo que hay que hacer y eso hay que resolverlo en el directorio antes y no después de (los procesos electorales).
– Uno de los elementos que impidió que el directorio se nominara de manera más expedita, es que la derecha siente que podría ser discriminada en TVN, a propósito de las elecciones que vienen. ¿Se tendría que inferir que se esperaba de usted que interviniera en favor de la oposición dentro del canal?
-El directorio, por lo menos en mí opinión, está para defender el pluralismo, la objetividad, la igualdad de oportunidades para todos los sectores. Tenemos que defender eso, no para un sector en particular. El canal tiene que ser objetivo, pluralista, darle oportunidades a todos, obviamente, en la medida de lo posible. Eso es lo que tenemos que defender; punto. Y eso es válido para cualquiera, no solamente para un sector u otro, ¡para cualquiera! -enfatiza-.
Daniel Platovsky no es ingenuo. Tiene claro que en época de elecciones los dirigentes de los partidos políticos se ponen más sensibles respecto al tema del trato que se le da a cada colectividad, en los diferentes medios de comunicación y, en particular, en la televisión. Lo que se complica aún más cuando se trata de Televisión Nacional, por su calidad de televisión pública. De allí que admita que en períodos eleccionarios "obviamente se hace mucho más intenso el problema, mucho más complejo, en esa etapa que es tan corta", pero se tendría que subsanar con las políticas que se fije el Directorio ahora, porque después -dice riendo- ya no tiene solución: "los que ganaron, ganaron, y los que perdieron ya perdieron".
– La polémica para la nominación del directorio abrió la puerta al debate en torno a la televisión pública ¿Cuál es su visión sobre la TV pública en Chile?
-Creo que es necesaria en un país como el nuestro, donde, en distintos sectores de la industria, la oferta es limitada por el tamaño del mercado. Este es un país chico, somos 15 millones de habitantes ¡y no más!; somos 15 millones de televidentes ¡potenciales!, por lo tanto, eso es todo lo que hay. Definitivamente, la oferta, especialmente en lo que respecta a medios de comunicación, es limitada. Obviamente, en televisión -que es fundamental porque es el medio de comunicación más potente desde el punto de vista de cómo influye y cómo afecta- se requiere una participación del Estado en un rol subsidiario. Lo llamaría así en el sentido que el Estado, a través de la televisión pública, debe dar igualdad de oportunidades a las distintas corrientes de pensamiento, culturales, artísticas, etcétera, para que tengan acceso a este medio tan importante y con eso garantizar la libertad de expresión.
-Que exista un televisión pública, como la que tenemos en Chile, es fundamental. Televisión pública en la forma que la estamos viendo hoy día, que es una televisión que representa a los ciudadanos, una televisión que pertenece al Estado y no al gobierno de turno. Es un medio que -especialmente en un país como Chile, que tiene una geografía tan compleja y distinta- permite unir nuestra cultura y unir el país desde el desierto hasta la Antártida, y eso tiene un valor importante.
Aunque es un ferviente admirador y defensor de la televisión pública, por el rol que ésta desempeña, Platovsky no es un especial conocedor de sus contenidos, pero sí del aspecto técnico. De hecho, en esta materia afirma que entiende "más que un poco. Llevamos 50 años en el negocio (Mellafe y Salas), fuimos promotores de la televisión en Chile; obviamente que manejo bastante el aspecto técnico".
– Pero en cuanto a contenidos, por ejemplo, esa es una materia en la que se tendría que manejar en su cargo de director de TVN.
-Creo que esto de pretender que los directores de las empresas sean expertos en todos los temas es absurdo. En ninguna empresa existe un experto en todo. En definitiva, si fuera así los directores de canales de televisión solamente podrían ser ex directores de programas o actuales directores de programas de televisión o directores del departamento de prensa del canal. Justamente, los directorios tienen otra representación, representan a los dueños y nosotros. Y los dueños de Televisión Nacional no son los que hacen los programas ni los artistas ni los músicos ni los iluminadores. Los dueños son la gente, los ciudadanos de este país, los chilenos. Y nosotros representamos a los chilenos en distintas corrientes, desde el punto de vista de las ideas, ¿no es cierto?
-En el día a adía, la responsabilidad de la administración del canal está en el director ejecutivo, que es nuestra responsabilidad escoger uno bueno, porque al final el éxito o fracaso del canal, como de cualquier empresa, es del directorio.
Respetuoso del trabajo que actualmente se realiza en TVN, se niega a calificar el desempeño de quienes están a cargo del canal, pues está convencido que "en este minuto sería ridículo que yo me pusiera a calificar quiénes lo han hecho bien y mal dentro del canal, porque obviamente no tengo la información para hacerlo y no estoy calificado en este minuto. Uno puede calificar una gestión teniendo la información y eso es parte de lo que estamos haciendo ahora (el directorio), que es recopilar información, estamos en eso, trabajando en juntar la información, entender más de qué se trata el canal, cómo opera", explica.
Por la misma razón, señala que aún no se han barajado nombres para reemplazar al director ejecutivo, ni mucho menos -asegura- se ha especulado respecto a quién será el nuevo presidente del directorio. Su argumento lo tiene claro. "Al presidente del directorio lo nombra el Presidente de la República y es de confianza de él exclusiva, entonces, no tenemos nada que opinar nosotros. Eso es una decisión propia del Presidente de la República y él tendrá que definirla. Eso está dentro de sus facultades y no de las del directorio, así es que no nos corresponde a nosotros debatirla. Ni siquiera ha habido interés en ello".
– A pesar que en el nombramiento de este directorio se evitaba el cuoteo político, quedó la sensación de que efectivamente se dio. ¿Siente que su nombramiento respondió a un cuoteo?
-No, para nada. Todo el mundo me conoce, yo tengo suficiente independencia y además se demostró que, en definitiva, mis ideas y mi forma de pensar, que es bastante pública y notoria, no necesariamente cuenta con el apoyo irrestricto de todo mi sector. Yo represento a una parte de la Alianza, el sector liberal de la derecha, y creo que represento ese pensamiento. Por lo tanto, no necesariamente eso te demuestra que aquí hay un cuoteo político. Es representatividad de las distintas corrientes de pensamiento, más que decir que este señor pertenece a tal partido.
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