Desde este año se eliminarán los puntajes adicionales que daban las universidades a alumnos que elegían en su postulación una determinada institución, habían estudiado en un colegio municipal o vivían en una determinada zona. Con esto se quiere privilegiar el resultado obtenido en la PSU a la hora de elegir una carrera y tener una competencia regulada entre planteles.
Los rectores de las 25 universidades tradicionales del país, decidieron eliminar las bonificaciones que hacen algunos planteles sobre los puntajes obtenidos en la Prueba de Selección Universitaria (PSU) con el fin de dar más equidad al sistema y privilegiar los puntajes obtenidos por los alumnos en este examen.
Desde este año ya no se usará este mecanismo en el proceso de selección, informó el vicepresidente del Consejo de Rectores y rector de la Universidad de Concepción, Sergio Lavanchy, al finalizar la reunión mensual que se realizó ayer en la casa central de la Universidad de Chile.
"Al eliminar las bonificaciones, que produce un retraso al DEMRE (Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional) en la entrega de los resultados, se adelantan las pruebas especiales en las universidades. Esto permite adelantar el proceso y se podrán tener alumnos matriculados a fines de diciembre", explicó.
Con la medida, además, los planteles tradicionales se adelantan a las universidades privadas en abrir el proceso de matrículas y con ello podrían arrebatarle potenciales clientes.
Bonos
El sistema de bonificación -que en algunos casos otorgaba hasta 100 puntos adicionales- lo utilizaban 20 de las 25 universidades del Consejo de Rectores y existían varios criterios para otorgar este puntaje a la hora de matricularse.
Lo más usado era otorgar un «bono» por poner una universidad en primer, segundo o tercer lugar de la postulación, pertenecer a regiones, haber obtenido un promedio escolar meritorio o ser de un colegio municipal. Se mantenían al margen las universidades de Chile, Católica, de Concepción, Federico Santa María y Católica de la Santísima Concepción.
Por ejemplo, la Universidad Arturo Prat beneficiaba con hasta 30 puntos, dependiendo del lugar en que se postula a la universidad. Otras como la del Bio-Bio entregaba un 5 por ciento a los egresados de enseñanza media desde la Región Metropolitana a la Duodécima Región. La misma cifra que entrega la Universidad Católica del Maule a los alumnos egresados de las regiones Sexta, Séptima y Octava.
La jefa de la División de Educación Superior, Pilar Armanet, aseguró que con esta medida se "establecen normas más claras para una competencia regulada entre ellas".
La profesional explicó que "nosotros no dimos ninguna instrucción al respecto, es una decisión tomada en forma unánime por ellos. Todos los procesos que lleven a una competencia regulada ayudan".
En el Ministerio de Educación explicaron que esto no afectará en los recursos que el Estado entrega a través del Aporte Fiscal Indirecto (AFI) que se otorga a los planteles que reciban a los más altos puntajes, pues siempre se consideró sólo el puntaje de la PSU y no las ponderaciones que las universidades daban.
Aunque la «discriminación positiva» favorecía -generalmente- a los alumnos más esforzados o a los de más escasos recursos, uno de los puntos que primó al tomar esta decisión entre los rectores fue que las universidades no podían asumir la discriminación escolar existente en el país.
Qué opinan los alumnos
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), Paulo Gómez, explicó que con este sistema quedarán fuera muchos alumnos de las carreras que desean, por lo que podría ser "otro sistema que imposibilita el acceso a la educación superior".
Por otra parte sostuvo que hay planteles que dan puntaje por provenir de un establecimiento municipal por lo que si se quita este beneficio "se dejará fuera a estudiantes que, quizás, no tuvieron los medios para acceder a un preuniversitario o a una formación de alto nivel en sus liceos que les permitiera sacar un buen puntaje".
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso, Pedro Aguilera, sostuvo que le parece "excelente" que se elimine la bonificación debido a que así "se considerará sólo el puntaje en la PSU con lo que se privilegia lo que se aprendió en la enseñanza media y la preparación para la prueba".
No obstante, agregó que con la medida probablemente no se llenarán los cupos existentes en las universidades, lo que a la larga podría generar problemas financieros para los planteles.
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