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Juica dictó primera diligencia en su investigación: apunta a filtraciones

El magistrado, antes de retirarse a su domicilio el pasado viernes, cuando fue nombrado por el Pleno del máximo tribunal, ordenó a la Dirección de Comunicaciones del Poder Judicial armar una cronología de las informaciones que han aparecido en los medios de comunicación desde que la ministra Gloriana Chevesich asumió el caso, el 21 de enero de 2003.


El ministro Milton Juica, nombrado por la Corte Suprema para investigar las filtraciones del caso Gate, como también las supuestas presiones a las que habría sido sometida la magistrada Gloriana Chevesich, dictó ya la primera diligencia de su indagatoria "extraordinaria administrativa", con lo que marcó lo que bien podría ser el énfasis de sus próximos pasos.



Juica, antes de retirarse a su domicilio el pasado viernes, cuando fue nombrado por el Pleno del máximo tribunal, ordenó a la Dirección de Comunicaciones del Poder Judicial armar un dossier de prensa desde que Chevesich tomó en sus manos el caso Gate, el 21 de enero de 2003.



En esta tarea no sólo debió trabajar la oficina ubicada en el segundo piso del palacio, sino también personas de la dirección de estudios de la Corporación Administrativa del Poder Judicial, para que Juica, cuando inicie formalmente hoy martes su indagatoria, pudiera tenerlo en su escritorio.



Con esta diligencia, Juica se apronta a tratar de despejar, por ejemplo, quién filtró la reunión entre Chevesich y Libedinsky el pasado febrero de 2004, como también quién dio a conocer la carta enviada al alto magistrado y el contenido de la misma. Respecto de este último en todo caso, lo más probable es que Juica cite primero a Chevesich para que explique los alcances y significados de lo que llama presiones en la misiva.



Hasta ahora, de acuerdo a las versiones que han trascendido en el diario La Tercera, los presuntos "presionadores" habrían sido el abogado Juan Agustín Figueroa, el director de Investigaciones, Raúl Herrera y el abogado Davor Harasic. Sin embargo, todos negaron esa posibilidad. De allí que otra idea se instaló el pasado viernes en la Suprema: Chevesich pecó de inexperiencia y se sobrepasó en sus percepciones.



Volviendo a las filtraciones, tanto del proceso, como de la carta enviada a Libedinsky, este último en una entrevista otorgada a El Mercurio el pasado domingo, dejó entrever las presunciones con las que Juica de seguro trabajará: si la carta sólo estaba en poder de Chevesich y Libedinsky y estuvo custodiada por la prosecretaria de la Suprema, Marcela Paz, ¿quién dio a conocer la información entonces? Tal como en un principio algunos supremos sospecharon del marido de Chevesich, el abogado Andrés de la Maza filtró la reunión, en esta ocasión, los dardos de las presunciones no sólo apuntan a él, sino que también a la magistrada.



Al respecto Libedisnky fue más allá cuando le respondió al periodista Mauricio Carvallo: "Sospecho sobre la base de ciertas cosas que se han dicho en relación con el escrito o carta, que no sólo alguien tuvo conocimiento, sino que tiene una copia. Porque se han insinuado en medios de prensa cosas que demuestran que alguien lo leyó o que lo tiene a la vista. Parto de la base de que trascendió en su integridad y que alguien, además de la ministra, tiene una copia. Y que la han manejado en las informaciones".



En todo caso, en los pasillos de tribunales todos creen que esta investigación se trata de una gran polvareda donde los actores hablarán hasta la saciedad de las acciones de unos y otros, pero en el fondo, cuando pase el viento, las partículas volverán al lugar de siempre.





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