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Patricio Aylwin resurge como generalísimo de la campaña concertacionista

En la búsqueda de una figura de consenso que sea sinónimo de probidad y que, por supuesto, no opaque a las ministras estrellas del gobierno, Michelle Bachelet y Soledad Alvear, la Concertación sondea la posibilidad de que «don Pato» se transforme en líder de la campaña municipal, propuesta que pretende blindar a las potenciales candidatas presidenciales y evitar roces internos.


Tomando en cuenta que el 19 de julio próximo será firmado el acuerdo municipal de la Concertación, los preparativos para la campaña ya comienzan a gestarse a través de diversas reuniones en los cuatro partidos del oficialismo.



Dichas conversaciones apuntan a determinar el slogan y los nombres de las personalidades que conformarán el comando conjunto de la Concertación, grupo humano que será relevante al momento de enfrentar a la Alianza por Chile, que en las elecciones municipales pasadas se apoderó de varias de sus comunas.



Un hecho que según algunos parlamentarios se pretende revertir eligiendo a los mejores coordinadores y rostros, pero también adelantándose a la jugada de la derecha, que ya anunció que emplearía el slogan «Honrado las 24 horas para Ud.». Acción que para los encargados de los preparativos de la campaña, es una prueba más de que la persona que dirija o se transforme en «generalísimo» debe llevar la camiseta de la probidad y la experiencia en el pecho.



En esa línea, desde el domingo pasado, tras la reunión desarrollada en la casa de Adolfo Zaldívar, donde también asistieron Gonzalo Martner, Víctor Barrueto y Silva Cimma, los líderes del oficialismo comenzaron a estudiar las fórmulas y posibles candidatos para ocupar la dirección general de la campaña municipal.



Un momento en que salió a relucir el nombre de Patricio Aylwin, personaje de «avanzada edad», que rápidamente concitó el apoyo de al menos tres presidentes de partido, que comentaron que Aylwin cumple con el gran requisito de tener una trayectoria incuestionable, además de «no tener enemigos políticos».



Situación que se transformó, durante la semana, en un tema obligado en las reuniones de los partidos de la coalición y en las conversaciones entre parlamentarios, en especial, en la DC y el PS, partidos que tienen los candidatos más fuertes para enfrentar a Lavín en las presidenciales del 2005.



Por esta razón, están obligados a centrar su mirada en el futuro «generalísimo», puesto que podría tanto ayudar a que la Concertación se «afiate», como también a potenciar a las ministras Bachelet y Alvear, que trabajarán en su tiempo libre apoyando al oficialismo, señalan parlamentarios.



La duda de la Concertación



No obstante, y a pesar de las «buenas voluntades», lo cierto es que las críticas ya se han hecho presente, desde el PPD y entre los socialistas más jóvenes, que ven en Patricio Aylwin a una gran persona, pero que no encarna los valores de una sociedad, sobre todo si se toman en cuenta los temas que hoy se discuten.



En esa línea, desde el PPD se ha planteado la posibilidad de que el puesto de generalísimo se vaya rotando entre los presidentes de la Concertación, de tal manera de evitar roces internos, que a esta altura podrían significar el crecimiento de la Alianza por Chile.



Del mismo modo, otros PPD, como el vicepresidente de la Cámara, Antonio Leal, sin ni siquiera pensarlo, dan su voto de confianza a «don Pato».



Otros nombres



No obstante, las conversaciones que se desarrollaron en la casa de Adolfo Zaldívar y en La Moneda, también hicieron surgir otras alternativas para estar al frente del comando conjunto, como fue el Ministro de Vivienda, Jaime Ravinet, quienes según socialistas, radicales y pepedés, es «la mejor carta».



A pesar de aquello, se impuso el criterio del »Colorín», quien rechazó rotundamente la idea, por tratarse de un presidenciable, y posible competidor al interior de la DC.



En tanto, parlamentarios y dirigentes del bloque PS-PPD-PRSD, argumentando su apoyo a Ravinet, destacaron entre sus méritos haber sido alcalde de la comuna que hoy ha servido de vitrina a la derecha, además de su compromiso irrestricto con la Concertación.


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