En el Ejecutivo saben que el proyecto que reforma el sistema previsional de Carabineros y de Investigaciones correrá la misma suerte que el de las Fuerzas Armadas. Pese a ello, aseguran que no "canjearán" la iniciativa con otros proyectos de ley y que no cambiarán "el espíritu del proyecto", pues las objeciones de la oposición son de carácter político.
Durante la gestión Bachelet han existido dos proyectos emblemáticos para la cartera de Defensa: el primero -que fue aprobado tanto por la Cámara como por el Senado- fue el que ampliaba en ocho por ciento la dotación de Carabineros (3 mil más). El segundo, y que se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el Gobierno, es la reforma previsional de las Fuerzas Armadas y de Carabineros e Investigaciones.
Ayer el proyecto de reforma previsional de las Fuerzas Armadas fue rechazado por la oposición. Aunque las explicaciones sobre por qué no se logró el acuerdo, en uno de los artículos fundamentales del proyecto, radican básicamente para el oficialismo en que la derecha no quiso anotarle una victoria a la ministra Michelle Bachelet, por su supuesta condición de pre-candidata presidencial, en la Alianza por Chile aseguran que el proyecto fue rechazado debido al desconocimiento que tendrían los militares de éste.
Aunque el proyecto no fue rechazado en su totalidad, sí se objetaron sus partes fundamentales, como la que eliminaba los montepíos de por vida para hijas de militares solteras, mayores de 24 años; la que derogaba la disposición que permite al personal de las Fuerzas Armadas tener el derecho a abono de años de servicio computables para el retiro, por desempeñarse en lugares aislados y por trabajar en actividades perjudiciales para la salud, y se modificaba lo que debía entenderse como servicios efectivos para el derecho a pensión de retiro, entre los más importantes.
Lo que más ha molestado al Gobierno es que con el rechazo del proyecto no se podrán reinvertir cerca de 10 mil millones de pesos que se ahorrarían de aprobarse la iniciativa "y la falta de cumplimiento de la derecha en un proyecto que estaban comprometidos a apoyar".
Es por esto que en el gobierno están convencidos que el proyecto que modifica la previsión de Carabineros y de Investigaciones correrá la misma suerte que el de las Fuerzas Armadas, aunque tienen la "esperanza" de salvarlo en el Senado.
Las cartas para "salvar lo que hay"
Aunque el Ejecutivo perdió el proyecto en la Cámara de Diputados, por 48 votos a favor y 40 en contra (se necesitaban 65 para su aprobación), y todo hace pensar que su aprobación en el Senado será más difícil aún, el Gobierno tiene dos cartas que podrían jugar a su favor.
Primero, harán cumplir la palabra a los senadores de la Alianza que el año pasado, incluso, reclamaron porque consideraban que la reforma planteada por el Ejecutivo era "blanda" y que se le seguían otorgando muchos beneficios a la familia militar. En esa época, una de las más entusiastas con el proyecto fue la senadora UDI, Evelyn Mathei.
La segunda carta del gobierno es que esperan que la llamada bancada militar se inhabilite debido a que dichos senadores reciben los beneficios previsionales que con el proyecto se eliminarían. Con ello se bajaría el quórum que requiere la iniciativa para ser aprobada (4/7) y también los votos en contra.
Para el proyecto de Carabineros y de Investigaciones, que debería ser visto en la Cámara de Diputados en dos semanas más, en el gobierno aseguran que están dispuestos a "conversar", pero que "no vamos a transar en los abusos ni en el espíritu de la ley".
"Lo que queremos es ahorrar 10 mil millones de pesos que podrían ser destinados a todos los chilenos", explican en el Ejecutivo.
Agregan, además, que pese a la importancia del proyecto, esta vez no "canjearán" la iniciativa. Es decir, pedir los votos a la oposición para la aprobación de la reforma previsional, a cambio de retirar alguna indicación de cualquier otro proyecto que "moleste" a la derecha.
La principal razón para no querer negociar los artículos con la derecha se debe fundamentalmente a que en el Ejecutivo están convencidos en que el motivo del rechazo es netamente político y que, por lo tanto, cualquier esfuerzo será en vano.
Uno de los principales argumentos que dan en el Ejecutivo para justificar el "motivo político" del rechazo de la oposición es que varios diputados de la UDI se acercaron a distintos funcionarios para explicar que, si bien coincidían en la necesidad de reformar el sistema previsional de las Fuerzas Armadas y consideraban que el proyecto era bueno, existió una orden de partido para su rechazo.
A esto se suma, según personeros de gobierno, que existía un acuerdo de palabra con el diputado de la UDI Pablo Longueira, cuando éste era presidente de la colectividad, de aprobar el proyecto. Claro que en ese entonces la ministra de Defensa no era una competencia real, al menos en las encuestas, para el candidato presidencial de la Alianza, Joaquin Lavín.
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