Publicidad

«Si Pinochet robó, debe pagar y el Gobierno tiene que asumir el costo»

El escritor y periodista Dauno Tótoro es uno de los pocos que se ha adentrado en los «negocios» que las FFAA y, en especial, el Ejército, hicieron en tiempos de dictadura. En su libro La cofradía blindada da cuenta de estos ilícitos. Sobre los hechos recientemente conocidos y que involucran a Augusto Pinochet, asegura que éstos deben quedar en manos de la Justicia.


El descubrimiento, a través de una publicación norteamericana, de las cuentas secretas que Augusto Pinochet tenía en el extranjero, causó impacto. Sin embargo, es posible descubrir que el tema no era tan desconocido para los chilenos, pero era un asunto que era mejor olvidar.



Dauno Tótoro es uno de los pocos periodistas que ha investigado los negocios que realizaron las Fuerzas Armadas durante la dictadura militar. La documentación que recopiló para escribir su libro, La cofradía blindada da cuenta da varios "ilícitos" que ayudaron al enriquecimiento, tanto del entonces comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet, como de otros altos cargos del organismo.



La idea de Tótoro era dar a conocer la estructura militar y la relación que las FFAA establecen con los civiles. Según el autor, "la institución castrense tiene mucho de empresa y, a la vez, mucho de cofradía debido a los códigos de honor y a la jerarquización que tiene. Esto puede dar pie a actos de corrupción o ilícitos si es que las personas que manejan la información no son las adecuadas".



Al mismo tiempo, el autor asegura, gracias a la información que pudo recopilar, que "los militares ven a la sociedad civil como un inferior. Están convencidos de que ellos son los más capacitados para ejercer el poder y dan a entender que ‘le dan permiso’ a los civiles para gobernar y legislar".



Según Tótoro, las dictaduras incentivan el robo o el enriquecimiento ilícito debido a la concentración de poder en una persona, o en una institución. Por lo mismo, durante su investigación él logró dar con pruebas que dejan ver estos hechos y que involucran directamente a Augusto Pinochet.



Las más importantes, según el autor del libro, son aquellas que se relacionan con el Decreto Ley 1, de 1971, que permitía a las FFAA enajenar algunos predios y, las leyes secretas de la dictadura, que autorizaban al general (R) a ingresar dineros al país y depositarlos en cuentas a su nombre.



"La inmobiliaria castrense", como el autor llama a la enajenación de predios que hizo el régimen militar, provocó, según Tótoro, la dilapidación del patrimonio nacional, ya que las pérdidas del Fisco, a 1995, superan las dos mil hectáreas rurales y los 90 mil metros cuadrados de superficie urbana.



Tótoro explica que el DFL 1, dictado en el gobierno de Allende, caducaba a los 21 días una vez conocida su promulgación. Durante la dictadura, Pinochet concentraba todo el poder y "le dio validez al decreto durante todo su régimen, y el dinero percibido gracias a las ventas se depositó en cuentas privadas, lo que constituye un delito, porque las platas no están declaradas".



Sobre las leyes secretas de la dictadura, el autor asegura que de conocerse éstas afectarían gravemente el pacto de gobernabilidad que existe entre las FFAA, y el Ejército en particular, y la Concertación, debido al hincapié que han puesto los últimos gobiernos en mantener buenas relaciones con las instituciones armadas.



Estas leyes permitían que altos miembros del Ejército ingresaran dinero al país y lo depositaran en cuentas privadas. El dinero nunca fue declarado, por lo que Tótoro tiende a pensar que "las platas pudieron servir para financiar la Operación Cóndor, por ejemplo, u otras operaciones que facilitaron o permitieron que se cometieran grandes crímenes".



Aunque estos hechos fueron dados a conocer hace algún tiempo, Tótoro asegura que tanto los gobiernos de la Concertación como las FFAA dejaron pasar estos asuntos para no volver a suscitar hostilidades y mantener las relaciones lo menos tensas posibles, para no afectar el pacto tácito de gobernabilidad.



Sin embargo, el autor reconoce que si se hila fino se puede inferir que "en Chile seguimos viviendo bajo una dictadura militar, puesto que el Ejército aún ostenta un alto grado de poder, o que la tan anhelada democracia no es tan efectiva como todos quieren pensar".



Por lo mismo, el autor es enfático al decir que "estos hechos, que ahora se han dado a conocer, gracias a una publicación norteamericana, deben ser materia de investigación judicial. El Estado tiene que tomar cartas en el asunto y debe asumir el costo que posiblemente será el quebrantamiento del pacto de gobernabilidad y unas relaciones con las FFAA más tensas de lo que se tenía pensado".



Tótoro asegura tener documentos que avalan y detallan los delitos que describe en su libro, por lo mismo exige que estos hechos sean conocidos por los tribunales. «Si estos señores, en especial Pinichet, le robaron al país utilizando sus cargos públicos, que también fueron tomados por la vía de la fuerza, deben pagar y todos debemos asumir las consecuencias».



____________________

Publicidad

Tendencias