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Pinochet: La jugada de la derecha en la que cayó la Concertación

La jugada de la derecha fue maestra. Insistió en que el proyecto de acuerdo para investigar las cuentas de Pinochet que ingresó a la Cámara no era una moneda de cambio para investigar el caso MOP-Gate, pero que la Concertación debía ser »coherente». El oficialismo cayó. Y cayó redondo.


Temprano, la mañana del lunes, diputados del oficialismo acudieron a La Moneda para que el vicepresidente, José Miguel Insulza, les garantizara que esta vez no se esgrimirían "razones de Estado" para no investigar las cuentas de Pinochet. En ese mismo lugar anunciaron que presentarían un proyecto de acuerdo para crear una comisión investigadora y emplazaron a la derecha a aprobarlo.



Pero no contaban con lo que se convertiría en la jugada maestra de la oposición: ese mismo día las bancadas de Renovación Nacional y la UDI anunciaban que también presentarían un proyecto de acuerdo para investigar las cuentas de Pinochet. Aunque la idea de la derecha fue vista como una señal de transparencia y de desligamiento con el pasado, lo cierto es que tenía un bemol: junto con ese proyecto, presentarían por tercera vez el proyecto de acuerdo para formar una comisión investigadora para conocer los hechos de MOP-Gate.



Con esta jugada la Alianza por Chile aparecía ante los ojos de la opinión pública como el conglomerado que pretende velar por la "transparencia" en materia de dineros fiscales. Y la Concertación cayó en el juego.



Primero compitieron con la derecha en quién ingresaba primero el proyecto, luego vinieron las acusaciones a la oposición de estar actuando "mañosamente" y querer llegar a un empate moral, con el caso MOP-Gate. Incluso, algunos sectores de la Concertación acusaron a la Alianza de querer tapar el caso Spiniak con el MOP.



Resultado: empate técnico, a cero.



Al término de la orden del día, y cuando comenzaba la votación de los proyectos de acuerdo, el diputado Rodrigo Alvarez (UDI) pidió a la sala la unanimidad para votar tres iniciativas: el proyecto que solicita la conformación de una comisión investigadora para el caso MOP-Gate y los dos planteados por las cuentas reservadas de Pinochet, uno de la Alianza y otro de la Concertación. Todo esto en aras de la "transparencia" del país.



Sin embargo, el diputado Carlos Montes (PS) descartó la posibilidad de la unanimidad, argumentando que incluir el proyecto de acuerdo por el caso MOP-Gate obedecía a una maniobra de la derecha para cubrir las cuentas de Pinochet en el extranjero y mezclar las cosas. Ante eso, solicitó se aplicara el reglamento y se votaran los proyectos de acuerdo, conforme a su orden original. Esto significará que los proyectos recién serían votados las últimas semanas de agosto.



"Doble estándar"



Aunque la derecha no logró aprobar la votación de MOP-Gate, tuvo su gran triunfo: logró imponer en el debate el "doble estándar" de la Concertación, argumentando que sólo le importa dilucidar los dineros de Pinochet, pero no "los hechos que le atañen a ellos mismos (como es el caso MOP-Gate"). Incluso, acusó al oficialismo de "inconsecuencia moral y ética".



Pero la Concertación intentó detener la avalancha que se le vendría encima con una estrategia que, si bien no le sirvió del todo, por lo menos logró ponerse el parche antes de la herida: en el oficialismo aseguraron que si la justicia chilena tomaba el caso, entonces se marginaban de la investigación.



Esto incluso lo establecieron en uno de los "considerando" del proyecto de acuerdo: "De la investigación de los hechos -que no son materia de ningún proceso judicial en nuestro territorio- pueden derivarse diversas situaciones relacionadas con leyes penales o tributarias, lo que de ocurrir, deberá ser puesto en conocimiento inmediato de los tribunales de la República y del Consejo de Defensa del Estado. En tal caso, la comisión que se propone deberá reconsiderar su funcionamiento".



Poco antes de la discusión en la sala, en la Democracia Cristiana comenzaron a ver las posibles consecuencias que tendría el debate, si la Concertación insistía en investigar a Pinochet y se negaba a hacerlo con MOP-Gate. Fue el presidente de la colectividad, Adolfo Zaldívar, quien aseguró que "la DC mantiene su criterio inalterable, en el sentido que nadie está al margen o por sobre la ley chilena, y que será ésta la única que deberá determinar su culpabilidad o inocencia".



Por esto, a través de un comunicado, anunció el rechazo de la colectividad a que se formaran comisiones investigadoras, pues "en los casos Spiniak, MOP-Gate y Pinochet, debe evitarse cualquier contaminación política, ya que a la opinión pública le interesa la verdad en cada uno de ellos, caiga quien caiga".



Poco después de dar a conocer su declaración, Zaldívar se reunió con la bancada de su partido, la que si bien no anunció su respaldo a la decisión de la directiva de la colectividad, había acordado que en la sala pedirían que los proyectos fueran votados "en su mérito", es decir, en el orden que le correspondía en la tabla, tal como finalmente sucedió.



Detener la avalancha



Pero además de eso, luego del impasse que se produjo en la sala, se sucedieron una serie de reuniones al interior de la Concertación, para salir del tema.



Una de ellas la sostuvo el ex presidente del Senado, Andrés Zaldívar, con el presidente de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Juan Bustos (PS) y con el diputado Jorge Burgos (DC). En ella, les pidió derechamente que "bajaran las revoluciones".



Esto, porque ya se abrió una investigación en tribunales y, por ahora, lo mejor que puede hacer la Concertación es olvidarse del asunto, por lo menos, en cuanto a comisiones investigadoras se refiere.



Poco después los presidentes de los partidos oficialistas se reunieron en Valparaíso. Aunque el tema que los convocaba era afinar los últimos detalles del acuerdo municipal, el caso Pinochet debió ser analizado.



MOP-Gate: podría ser, pero…



Pero más allá del ruido político que ha generado la presentación de los proyectos de acuerdo, lo cierto es que la discusión es claramente inconducente. El oficialismo no requiere los votos de la derecha, pues necesita mayoría simple y en el caso de MOP-Gate no darán su brazo a torcer, por ahora.



Uno de los problemas a los que se enfrentaría la comisión investigadora es en qué calidad investiga a Pinochet. Primero, porque constitucionalmente no puede investigar hechos anteriores al 11 de marzo de 1990. Tampoco podría investigarlo en su calidad de ex gobernante, ni de ex comandante en Jefe, pues los plazos se cumplieron.



Por esto, en el PPD propusieron modificar la Constitución para poder investigar los hechos anteriores a 1990, cosa que a todas luces quedará en nada.



Sin embargo, la derecha no dará su brazo a torcer con la comisión investigadora por MOP-Gate. Aunque el argumento de la Concertación es que ya existe una investigación en tribunales sobre el tema, con personeros procesados, por lo que no correspondía, en la Alianza sostienen que ese no es un argumento válido, pues han existido otras comisiones -como coimas y aguas de Lavín- que han funcionado en forma paralela.



Pese a ello, en el oficialismo sostienen que un ejemplo para "no meterse" en el caso MOP-Gate es la comisión Coimas, donde finalmente comenzó una suerte de competencia y de intromisión entre el organismo parlamentario y el juez Carlos Aránguiz.



No obstante, el diputado del PPD Jorge Tarud, sostuvo que "después del fallo de la ministra Chevesich podríamos juzgar políticamente", dejando así la puerta abierta para investigar las responsabilidades políticas, una vez que se cierre el proceso.



En tanto, el diputado del PS Carlos Montes, sostuvo que "el proceso judicial está muy avanzado y la comisión podría hacer ruido (…). Las responsabilidades políticas habrá que verlo en su mérito".



Por ahora, no hay comisión investigadora ni de Pinochet, ni de MOP-Gate, sólo una jugada maestra de la derecha que hace ruido en la Concertación.

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