La oposición ha optado por la estrategia de inflar a la ministra de Defensa, Michelle Bachelet, para evitar que el senador Eduardo Frei irrumpa en la carrera presidencial del 2005, pero la alianza del ex mandatario con el intendente Marcelo Trivelli podría cambiar el futuro del primero.
Con el proceso municipal en marcha, la derecha le ha ganado un importante espacio a la Concertación en materia presidencial, por cuanto ya cuenta con el candidato que la representará el 2005, hecho que se suma a la estrategia que desde el 2002 ha consagrado a la ministra de Defensa, Michelle Bachelet, como la rival más fuerte ante Joaquín Lavín. Táctica que pretende evitar el despegue del ex presidente Eduardo Frei como eventual adversario en la carrera hacia La Moneda.
A pesar que el Gobierno ha tratado de evitar a toda costa lanzar la campaña presidencial, lo cierto es que la aparición de nuevos liderazgos, proyectos emblemáticos y el proceso municipal en marcha, han precipitado el debate sobre el tema. En la derecha estiman que al tener definido su candidato ya le han ganado un importante espacio a la Concertación, que aún no decide quién la representará el 2005.
En este escenario, la irrupción de Bachelet en la competencia presidencial es obra y gracia de la derecha, ya que desde que asumió como ministra de Defensa la ha potenciado como eventual candidata a La Moneda. Por lo que desde dentro del oficialismo surgen suspicacias respecto del tema.
Sobre todo porque, en comentarios de pasillo, distintos líderes de la coalición gobernante confiesan que la secretaria de Estado, por su militancia socialista, está impedida de postular, quitándole el cupo a la Democracia Cristiana, lo que podría generar el quiebre definitivo del conglomerado oficialista.
Por otra parte, existe el hecho que al interior del Partido Socialista las diferencias entre históricos y renovados -vale decir la pugna entre el diputado y ex presidente de la tienda, Camilo Escalona, y el senador Carlos Ominami-, en torno al tema, son evidentes, considerando las polémicas reuniones que se realizaban los martes en el Congreso Nacional, donde en el fragor del debate sobre las discrepancias respecto al futuro de Bachelet, quedaron de manifiesto entre ambas figuras. Mientras Escalona defiende la posibilidad de la ministra de Defensa, Ominami está abierto a que el PS respalde al mejor candidato de la Concertación.
A ello se suma el rumor que ya ha comenzado a circular en orden a que el Presidente Ricardo Lagos estaría pensando en volver al Palacio de Gobierno, después del próximo período presidencial, concretando uno de sus principales iniciativas, el Proyecto Bicentenario.
La derecha, conciente de estas fricciones ha promovido la figura de Bachelet, que amenaza con generar una fuerte disputa dentro de la Concertación, a la hora de elegir al candidato presidencial. Asimismo, la oposición sabe -tanto como el oficialismo- que en estos momentos una candidata mujer no es viable.
Lavín v/s Frei
Al promover a la ministra Bachelet, la derecha confunde el escenario político, impidiendo que el candidato que más daño le podría hacer a Lavín -Eduardo Frei- se consolide en el corto plazo, pensando en la cercanía de las municipales. Por extraño que parezca, en la oposición están concientes que el actual senador podría restarle un importante número de votos al alcalde de Santiago. Tanto es así, que la cercanía de Frei con el mundo empresarial no pasa desapercibida para la oposición, donde muchos de sus representantes reconocen en el ex mandatario un perfil similar al de su candidato.
Hecho que se suma a los avances de Frei, entre los que se cuentan su nuevo look y la modificación de su conducta política. Uno de los ejemplos importantes, que no pasó inadvertido ni para su propio sector, ni para sus adversarios, fue la reunión con el intendente Marcelo Trivelli, en un conocido restaurante de Providencia. En ello, todos vieron la consolidación de una nueva alianza política que podría traerle importantes beneficios al ex presidente.
El análisis que hacen unos y otros es que Trivelli es un rostro bien evaluado mediáticamente para la Concertación, posición que atraería a un sector del electorado que, como sigue a Lavín, puede seguir al intendente -considerado el homólogo del alcalde en el oficialismo-, y allí estará Frei usufructuando del respaldo que ostenta Trivelli y del pacto a que llegó con la frustrada candidatura a alcalde por Santiago.
Lavín intacto
Mientras tanto, en la UDI se ocupan de aclarar que, según la encuesta Benchmark, Joaquín Lavín ha mantenido, a lo menos, en cinco años, su potencialidad electoral. Entre septiembre de 2002 y julio del presente año ha tenido "leves fluctuaciones", aseguró ayer el presidente gremialista, senador Jovino Novoa, que lo han mantenido en un promedio de respaldo de 46 por ciento.
Según los sondeos, quien lo sigue es la ministra de Defensa y la brecha crece cuando la comparación es con la ministra de Relaciones Exteriores Soledad Alvear, pero cuando se hace el mismo trámite con Eduardo Frei, en la UDI recalcan que la diferencia es tan grande, que el ex mandatario no tiene oportunidad alguna.
Pese a que si se hace el análisis con un sólo candidato de la Concertación, frente al de la Alianza, sin dudas las cifras variarían hasta estrecharse bastante más la distancia entre Lavín y Frei.
