Con el respaldo en bloque de la Alianza por Chile y la Democracia Cristiana, la Cámara de Diputados despachó el proyecto estrella de la reforma de la salud. El intenso lobby desplegado en los últimos días por los ministros políticos de La Moneda no impidió que algunos parlamentarios, tanto del PS como del PPD, votaran en contra de la principal reforma social de la administración Lagos.
El polémico plan de Acceso Universal con Garantías Explícitas (AUGE) ya está en condiciones de ser ley. Pese a que el intenso lobby desplegado en los últimos días por los ministros políticos de La Moneda no logró alinear en su totalidad a los parlamentarios rebeldes del PS y PPD, de todas maneras salió adelante el proyecto estrella de la reforma a la salud, que sólo requería mayoría simple para ser aprobado.
De esta forma, la Cámara de Diputados despachó cerca de las catorce horas la iniciativa, que en general obtuvo 104 votos a favor, 1 en contra (del PPD Enrique Accorsi) y 1 abstención (del PPD Guido Giardi). Mientras que en el punto específico del Fondo de Compensación solidario, el resultado fue 75 a favor, 8 en contra y 26 abstenciones.
En otras palabras, el proyecto fue aprobado con el respaldo cerrado de la Democracia Cristiana y la Alianza por Chile y sólo un apoyo parcial del PS y el PPD, algo que La Moneda quería evitar.
Los intentos del Ejecutivo para obtener un respaldo total incluyeron una reunión sostenida esta mañana entre las bancadas socialistas y pepedés, con los ministros Pedro García de Salud y Eduardo Dockendorff de la Secretaría General de la Presidencia, donde se acordó promover la salud preventiva, entregar más recursos para la atención primaria y otorgar becas a médicos para que profundicen sus conocimientos en esta área de atención, como parte de las políticas de la cartera para el próximo año. Esto, además de la ya anunciada incorporación del fondo interisapres a la reforma.
Este protocolo de acuerdo buscaba resarcir a ambos partidos por el retiro del fondo de compensación solidario del proyecto, catalogado por ambas colectividades como fundamental.
Las reuniones sostenidas hoy se suman a la realizada ayer en la mañana en la sede del gremialismo y en la que estuvieron presentes parte de la mesa directiva del partido, junto al vocero de Gobierno, Francisco Vidal (PPD), al ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre (PPD) y al ministro de Salud.
El objeto de este encuentro -y otro efectuado por la tarde en La Moneda, con los jefes de bancada de los partidos oficialistas- era convencer (o por lo menos persuadir) a los parlamentarios rebeldes, de que era imprescindible que el AUGE fuera aprobado con un amplio respaldo de la Concertación, por tratarse de la principal reforma social del Presidente Lagos.
De lo contrario, sostienen fuentes de Gobierno, el oficialismo se exponía a aparecer dividido en temas cruciales antes de las elecciones municipales y, peor aún, teniendo que reconocer que despachó uno de sus proyectos estrella gracias a los votos de la Alianza por Chile.
La sombra del fondo de compensación solidario
La noche del 11 de mayo se retiró el fondo de compensación solidario del proyecto. Luego de una larga reunión en Valparaíso, a la que asistieron los ministros Pedro García de Salud, Nicolás Eyzaguirre de Hacienda y Francisco Huenchumilla de la Secretaría General de la Presidencia, la comisión de Salud del Senado decidió sacar del AUGE un instrumento presentado por las propias autoridades como la solución para las inequidades existentes entre los seguros públicos y privados de salud -vale decir, entre las isapres y Fonasa-, pero que para la oposición era inconstitucional.
Así, al menos, lo habían manifestado los miembros de la comisión de Salud Alberto Espina (RN) y Evelyn Matthei (UDI), que habían amenazado con impugnar la constitucionalidad del plan, si el fondo no era retirado del proyecto. El Gobierno había respondido entonces que la iniciativa no contravenía ninguna norma de la Carta Fundamental y que estaban dispuestos a demostrarlo.
Los parlamentarios de la Alianza advirtieron entonces que si el fondo no era retirado, su coalición votaría en el Senado en contra de la idea de legislar, lo que sí preocupó al Gobierno, porque dado el empate existente en la Cámara Alta, un rechazo habría implicado la muerte del plan.
Esa noche el Ejecutivo cedió ante esta última presión y el AUGE se quedó sin un instrumento que debía extraer una cantidad determinada de la cotización de los afiliados a isapres y Fonasa, para luego repartirla en el seguro público, que es el que concentra a la población, estadísticamente, más vulnerable para el sistema de salud. Es decir, mujeres en edad fértil, adultos mayores de 65 años y niños menores de dos años.
De esta forma el Gobierno eliminó los temores de la Alianza de que con el fondo ocurriera un traslado masivo de afiliados de isapres a Fonasa pero, de paso, ganó una gran resistencia de parte del PS y el PPD.
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Padre de la Reforma: »AUGE reducirá desigualdades en Chile»
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