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Caso Mirage: descubren empresa en Panamá que pagó comisiones

La magistrada del Primer Juzgado del Crimen, Sandra Rojas, decretó el viaje de los detectives al país centroamericano para que establezcan las ramificaciones de la firma, cuyo inicio legal estaría en Suiza. La información apareció en el informe que el Departamento Quinto le entregó la semana pasada, donde declaran ex oficiales de la FACh que participaron en la compra de estos aviones de guerra.


Sandra Rojas, jueza (S) del Primer Juzgado del Crimen de Santiago, ordenó a un equipo del Departamento Quinto (DV) de Investigaciones que viaje a Panamá para desentrañar el origen de la empresa Berthier Investment, origen de la triangulación de los dineros que se pagaron en comisiones a distintos operadores en Chile por la compra de los aviones Mirage-Elkan a Bélgica, realizada por la FACh, en 1995.



Así lo aseguró a El Mostrador.cl una alta fuente del Consejo de Defensa del Estado (CDE).



Este es el cuarto periplo que hace la policía para indagar en el extranjero a distintos "gestores" de esta compra, desde que se inició esta causa, primero con un exhorto enviado desde Bruselas y luego con una denuncia presentada por el CDE el año pasado.



La diligencia, dictada por Rojas, busca que los miembros de la policía civil indaguen sobre el origen y ramificaciones de la firma, cuyo inicio legal estaría en Suiza, hasta donde también debiera viajar el equipo del DV.



La información de esta empresa y su oficina virtual en Panamá apareció en un extenso informe que la policía le entregó la semana pasada a la jueza, donde declararon una serie de altos ex oficiales de la FACh, algunos de los cuales participaron en el procedimiento de compra y que deberán concurrir durante las próximas semanas a prestar su testimonio ante el tribunal.



Guiño



Con estas diligencias, la magistrada hizo un discreto guiño judicial al CDE, organismo que no había pedido diligencias en el último tiempo por dos razones. La primera, es que hubo un cambio de abogado, pasando el caso de manos de Blanca Alarcón a las de Marcelo Oyarcábal. Este último debió estudiar la causa, como también concurrir al Estado Mayor de la Defensa Nacional para leer el expediente administrativo que la FACh realizó para detectar posibles irregularidades en la compra de las aeronaves a fines de los 90.



Pero esa demora, tuvo por fin humo blanco en el último comité penal de los jueves en el CDE. Una fuente que participó de la reunión aseguró que durante esta semana se presentará un escrito pidiendo algunas diligencias.



Entre ellas, las que destacan son el envío de oficios al Scotia Bank y a la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, como también la solicitud de información sobre las cuentas corrientes de las personas que recibieron comisiones por este negocio en Chile y diversos peritajes contables.



Sin embargo se optó, por ahora, no profundizar con respecto a los bienes del entonces comandante en jefe de la FACh y actual senador designado, Ramón Vega. Esto, se indicó en fuentes del CDE, ya que no era prudente indagar a dos ramas de las Fuerzas Armadas al mismo tiempo, aludiendo al proceso que sustancia el ministro Sergio Muñoz por las cuentas de Pinochet en el Riggs Bank.



Los hechos



A principios de 1995, la justicia belga inició una investigación sobre la compra fraudulenta de 46 helicópteros italianos Agusta, por parte de la Fuerza Aérea de ese país, ocho años antes. El escándalo, conocido mundialmente como el "Dossier Agusta", involucró el asesinato de un ministro y la posterior condena de altas autoridades políticas de Bruselas por corrupción.



Entre los investigados por ese caso, se encontraba el general Jacques Lefebvre, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea belga en 1988, cuando se produjo la compra de los helicópteros. Lefebvre había pasado a retiro y se había transformado, a principios de la década del noventa, en representante de la empresa italiana Agusta y de la francesa Dassault. Además, había creado una lucrativa compañía dedicada al comercio internacional de armas: Europavia.



Fue el propio Jacques Lefebvre quien viajó a Chile en repetidas ocasiones, en 1992 y 1993, para tomar contacto con las personas indicadas en las diligencias decretadas por la jueza del Primer Juzgado del Crimen de Santiago.



El ex general de la Fuerza Aérea belga no sólo los contactó, sino que logró, a través de ellos, convencer a la FACH de que la compra de los 25 cazas Mirage, dados de baja por Bélgica, eran la mejor opción para renovar la dotación aérea de la institución.



Cuando los investigadores belgas encargados de las pesquisas del caso Agusta incautaron documentos de Jacques Lefebvre, en los primeros meses de 1995, descubrieron que entre éstos existían pruebas incontestables de que se había pagado una comisión de 15 millones de dólares por la venta de los Mirages a Chile, comisión que fue depositada en el Clariden Bank de Zurich.



Al ser interrogado sobre estos hechos, Lefebvre contestó a la policía anticorrupción belga, en un memorando: «Los documentos relacionados con Chile de los que me preguntan son confidenciales. Su divulgación sería catastrófica, puesto que pondría en evidencia a nuestra contraparte chilena y nuestros agentes se verían en serias dificultades».



El 7 de marzo de 1995, la noche siguiente de redactar esta nota, el general (r) Jacques Lefebvre se suicidó en su departamento de Avenue Louise, en Bruselas.



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