En una reunión reservada entre el subsecretario de Salud, el seremi del ramo y la directora del Sesma, se acordó que la absorción de este servicio por parte de la Secretaría Regional Ministerial se realizará el 31 de diciembre y no el 2006 como estaba previsto.
En una sorpresiva decisión el Gobierno resolvió que el Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente (Sesma) dejará de existir a fin de año. En una reunión realizada este miércoles entre el subsecretario del ramo, Antonio Infante, la directora de la institución, Soledad Ubilla, y el secretario regional ministerial (seremi), Mauricio Ilabaca, se zanjó el futuro de una institución que ha vivido un fuerte clima de conflicto en el último tiempo.
En este encuentro, de carácter reservado, se determinó que el Sesma será absorbido por la Secretaría Regional Ministerial de Salud el próximo 31 de diciembre y no en febrero del 2006, como lo permite la ley y como lo había planteado originalmente la propia Soledad Ubilla, apoyándose en el respaldo que hasta hace sólo unas semanas le brindaba su padrino político y superior jerárquico, Antonio Infante.
De esta manera se dirimió la disputa generada a raíz de los cambios que introducirá la reforma a la salud, particularmente la nueva ley de Autoridad Sanitaria, en la Región Metropolitana. Y que transformará un cargo de escaso poder y figuración pública como la actual seremi en una plataforma política con una gran exposición mediática pocas veces vista en Santiago.
Esto, ya que la nueva seremi asumirá la labor fiscalizadora que actualmente desarrollan los seis servicios de salud de la región y, además, absorberá al Sesma, que dejará de existir. Hecho que en su momento generó disputas entre la DC y el PPD por obtener el nuevo cupo, tensó las relaciones entre el ministro Pedro García y el subsecretario Antonio Infante, que querían imponer a sus respectivos candidatos. Y, una vez que fue elegido Ilabaca, ha provocado numerosos desencuentros entre el actual seremi y la directora del Sesma.
Las disputas que apresuraron la desaparición
El último de los desencuentros entre Mauricio Ilabaca y Soledad Ubila se produjo el mes pasado, cuando, tras una reunión sostenida por ambos, la actual directora del Sesma envió una carta a Ilabaca informándole que, dado que sus instituciones debían integrarse en el futuro, la seremi debería elevar solicitudes cada vez que requiriera apoyo técnico o información de parte del Sesma, lo que sería evaluado por su servicio, para así contribuir a una buena transición.
"El SESMA evaluará las solicitudes y propondrá al SEREMI los procedimientos para responder en la medida de lo posible a éstos, estableciéndose así una cooperación interinstitucional hasta que se produzca la integración del SESMA con la ASR (Autoridad Sanitaria Regional)", subrayaba la carta de Ubilla.
El documento, con fecha 11 de agosto, fue enviado también al Ministro de Salud, al Subsecretario de Salud, a los Jefes de Departamento, a los Jefes de Unidades de Apoyo y al Archivo de Dirección ministerial, lo que, sumado al contenido de la misiva, fue leído como una provocación a la nueva autoridad sanitaria, tanto por la seremi de Salud como por la facción del Sesma contraría a Ubilla.
Este hecho, sumado a los desencuentros anteriores con Ilabaca y a los problemas históricos de Ubilla con sus funcionarios -que recientemente derivaron en la salida de los jefes de jurídica e informática de la institución- habría contribuido a la decisión gubernamental de adelantar la desaparición del Sesma como tal.
Si bien la decisión final fue informada este miércoles, antes de esa reunión habría habido otra señal en ese sentido, cuando Ubilla habría concurrido al Ministerio de Hacienda para solicitar la apertura del presupuesto 2005 para el SESMA, lo que habría sido denegado.
Los desencuentros anteriores
Si bien la última carta de la directora del Sesma habría contribuido a apresurar la clausura del servicio, ésta no fue ni la primera ni la más decidora.
El 10 de junio pasado Ubilla envió una misiva a los gremios planteándoles que aunque la nueva Ley de Autoridad Sanitaria comenzará a regir el primero de enero del 2005, el servicio continuará en funciones hasta que el Presidente de la República dicte un decreto con Fuerza de Ley determinando el fin de su personalidad jurídica. "Hasta ese momento el SESMA conservará todas las atribuciones legales que actualmente posee, por lo que es previsible que, durante el 2005, coexistirán las competencias de la nueva autoridad sanitaria regional y las del SESMA", decía.
En el documento, Ubilla enfatizaba que el plazo máximo para la integración del Sesma a la nueva autoridad sanitaria es "febrero del 2006" y que "durante el periodo de transición, el SESMA en su calidad de servicio autónomo, dependiente del Subsecretario de Salud, Dr. Antonio infante B. continuará bajo la dirección de la Dra. Soledad Ubilla F."
Tras decir esto, aseguraba que los acuerdos de estabilidad laboral se mantendrán inalterables "puesto que éste es un compromiso sobre el cual responden las autoridades firmantes: el Subsecretario y la directora del SESMA".
En ese entonces, al interior del Sesma ya se estimaba que la relación entre Ubilla e Ilabaca sería complicada, porque, tal como se planteaba en la carta, la directora recalcaba que su autoridad (técnica y política) no dependía del nuevo seremi sino que de su padrino, el subsecretario de Salud. Quien, según todo pareciera indicar, cambió finalmente de opinión.
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