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Oficialismo quiere a Alvear y Bachelet hasta última hora en sus cargos

Aunque en los últimos días se han intensificado los rumores sobre sus presuntas intenciones de dejar sus cargos para dedicarse a sus campañas, en los partidos de la Concertación coinciden en que, pese a las desventajas de no poder lanzar de lleno sus candidaturas, los próximos meses serán sólo beneficiosos si de exposición pública se trata.


Mientras todos los partidos de la Concertación han insistido en que el tema presidencial se verá después de las elecciones de octubre próximo, en el oficialismo ya ha comenzado a discutirse sobre la conveniencia o no de que las ministras presidenciables, Soledad Alvear y Michelle Bachelet, abandonen el gabinete antes de las municipales.



Primero fueron las acusaciones de la derecha sobre la supuesta intervención electoral en la que incurrían ambas al apoyar a los candidatos, situación que fue rebatida con dureza tanto por el gobierno como por los partidos de la Concertación, quienes señalaron que las ministras operaban como «ciudadanas» cuando dedicaban tiempo libre a proclamaciones y campañas. Y además que, como dijo el representante del PPD en el comando electoral concertacionista, el diputado Aníbal Pérez, ninguna de ellas está «interdicta» para actuar en política.



Luego se supo que cercanos a la ministra de Relaciones Exteriores le habrían recomendado abandonar el cargo para así recuperar el terreno perdido en las encuestas frente a la potente figura de Michelle Bachelet.



Pero los argumentos que hasta ahora pesan en el oficialismo son tan diversos como contradictorios. Por una parte, lo "amarradas" que están las ministras al interior del gabinete en el sentido de no poder opinar ni sobresalir demasiado para así poder cumplir con los deseos del Presidente Lagos de no adelantar la carrera presidencial. Por otra lado, todos coinciden en que tanto Bachelet como Alvear no tendrían la exposición pública que tienen hoy en los medios si no fueran ministras.



Asimismo, en este campo también juegan las intenciones -y realidades- del Gobierno.



Oportunidad perdida



Por una parte, saben que no es bueno hacer un cambio de gabinete "de a gotas" y que lo más conveniente es hacer solo uno que dé las garantías necesarias para que el Presidente Lagos pueda, tal como quiere, realizar sus tareas hasta el último día de su mandato. Esto teniendo en cuenta que ya se perdió la oportunidad de sacar a las ministras y hacer el primer apronte de cambio de gabinete en el momento en que Francisco Huenchumilla renunció a su cargo de secretario de Estado para postular por la alcaldía de Temuco.



A esto se suma, la poca disponibilidad de personas aptas para asumir un ministerio que en un año más "apagará la luz" o que no están dispuestos a trabajar en el sector público después del descrédito que se ha generado a esta labor, especialmente por las constantes denuncias de mal uso de recursos o derechamente de corrupción.



"Hay poca gente que está dispuesta a trabajar en el sector público, sobre todo en un último año de gobierno. Primero, porque en el sector privado ganan más; segundo, porque no están dispuestos a que cualquier día le digan que cometieron irregularidades; y tercero, porque algunos prefieren esperar a ver si pueden optar a algún cargo parlamentario", asegura una fuente oficialista.



Esperando la APEC



Aunque los cercanos a Soledad Alvear, que además son sus principales promotores para que sea la candidata presidencial de la Concertación, en un momento insistieron en que la ministra debía dejar su cargo para poder tener más libertad de acción y repuntar en las encuestas, luego de la ventaja que ha sacado Michelle Bachelet, hoy miran las cosas con otras perspectivas.



El foro económico más importante que se ha realizado en Chile terminará a fines de noviembre y eso significará sólo buenos dividendos y mucha exposición pública para la canciller. Incluso, algunos aventuran que los buenos resultados que saben tendrá la APEC podrían jugar a favor de Soledad Alvear si de tomar definiciones sobre políticas económicas se trata.



Esto porque una de las críticas que ha recibido tanto Alvear como Bachelet es que de ellas no se sabe nada salvo que son "mujeres" y que han tenido una buena evaluación pública sobre su gestión, pues su función las obliga a mantener silencio.



Siendo esto así, las intenciones de los cercanos a Alvear -entre los que figura el ex ministro y actual «lobbysta» Enrique Correa- es que ella no abandone el gabinete hasta fines de noviembre.



Reforma previsional



Así como para Soledad Alvear será fundamental los resultados de la APEC, quienes están por Michelle Bachelet aseguran que si bien "no necesita demostrar nada", sería importante que pudiera realzar como logro el aprobar los proyectos de ley de reforma previsional de las Fuerzas Armadas y de Carabineros e Investigaciones. Proyectos que ya han tenido más de un traspié en el Congreso.



Esto, porque a diferencia de Alvear que puede mostrar como logros la reforma procesal penal -que se ideó cuando ella era ministra de Justicia del entonces Presidente Eduardo Frei- y los tratados de libre comercio, Bachelet no tiene nada que mostrar.



Una reforma previsional como la que se propone sería la salida si de mostrar logros se trata. Sin embargo, aseguran algunos de sus partidarios, si no lo lograra "no afectaría" a su buena evaluación pública.



Por esto, a diferencia de la discusión respecto a Soledad Alvear y la necesidad de "liberarla" del gabinete, en el caso de Bachelet aseguran que hay que mantenerla el mayor tiempo posible en el ministerio de Defensa, pues hasta hoy "todo suma".



Plazo fatal



Aunque en la discusión sobre cuándo sería bueno que quienes tienen aspiraciones presidenciales dejen sus cargos continuará, existe la realidad legal.



Según establece la ley quienes quieran postular a la Presidencia o a algún cargo parlamentario deben dejar sus cargos un año antes de la elección. Es decir, el plazo fatal para ministros, subsecretarios, intendentes o jefes de servicio expira el 10 de diciembre de este año.



Por ello, se espera que el próximo cambio de gabinete sea "grande", pues hay varios funcionarios públicos que desean optar a un cargo parlamentario.


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