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Frei: «No le tengo miedo a Alvear, los programas hacen a los candidatos»

Con una propuesta de doce puntos bajo el brazo, el senador vitalicio ya desató la carrera presidencial y endureciendo su discurso invitó a todos los precandidatos falangistas a competir con «ideas en mano». Al referirse al candidato de la Alianza por Chile, Frei señaló, enfático, que Lavín ya demostró que «no se la puede».


Si bien la tranquilidad de la tarde acompañaba las palabras del senador Eduardo Frei en su despacho del piso 13 del Congreso, lo cierto es que en la Democracia Cristiana y el mapa político nacional esta calma se había ya quebrado tras la desafiante frase dirigida por el ex Mandatario al ministro Jaime Ravinet: «Si quiere ser candidato que no se esconda en las polleras del Presidente».



Un comentario, desafortunado para algunos y necesario para otros, que, finalmente, abrió el debate presidencial en la tienda falangista, dando paso a cinco grandes nombres dispuestos a competir en la línea de largada -Alvear, Zaldívar, Trivelli, Ravinet y el propio Frei-, hecho que complica a la dirigencia del partido de la flecha roja que desesperadamente ha llamado a bajar los decibeles del debate.



Sin embargo, la coyuntura política está revelando otra cosa, sobre todo luego de que el ex Presidente se lanzara «sin pelos en la lengua», como lo señaló en su conversación con El Mostrador.cl, a la arena de la competencia, proclamando en voz alta y sin complejos que quiere volver a La Moneda, marcando diferencias con sus correligionarios y atacando duramente a Joaquín Lavín.



– ¿Qué reflexión le merecen las críticas abiertas y desafíos que han surgido entre los precandidatos presidenciales de la DC?
– Empezamos a construir la casa por el techo. Yo soy ingeniero y me gusta construir los andamios, hacer las bases, levantar las murallas. Pongo el piso, después el techo y luego traigo a la gente para que habite la casa. Pero no traigo a la gente cuando aún no tengo los cimientos hechos. Queremos ponerle el nombre a la familia que va a estar dentro de la casa y no sabemos ni siquiera cuál es el sitio donde se construirá. Por eso construyamos la casa primero y eso es hacer el programa, y al final definamos el candidato. Ese es mi aporte de hoy, porque tengo experiencia, porque no me creo dueño de la verdad.



– Siempre se habla de las capacidades que debe tener un buen Presidente. ¿Ravinet, Trivelli, Alvear o Zaldívar tienen la talla necesaria como para gobernar a Chile en el 2005?

– En política no hay que calificar a nadie. Cada uno presenta sus opciones, cada uno discute, cada uno es dueño de sus actos. No tengo por qué calificar los actos de otros, cada uno expondrá sus ideas, sus programas, sus proyectos. Lo que sí creo es que la gran oportunidad para hacerlo es en el marco de una campaña, como es esta campaña electoral. Por eso cuando voy a una región y la gente quiere saber qué opino, hablo de los grandes temas nacionales, del empleo, la participación juvenil. Como dirigente tengo que exponer mi visión de Chile, y cuál es mi visión, una de futuro, y eso es la política.



– ¿Lo atemoriza la fuerza con que ha surgido la candidatura de Soledad Alvear?
– Yo no le tengo miedo a Alvear ni a nada, a estas alturas de la vida. Son opciones legítimas y en su momento tendrán que definirse. Yo creo que, en definitiva, debemos encarnar un programa. ¿Cuáles son las ideas fuerza del programa del próximo año?, ¿dónde están?. Y eso es lo que estoy haciendo, trabajando con la gente. Después habrá que buscar la persona que la encarne y que crea en eso. Y luego se tendrá que pensar que esa persona y su equipo conformen un grupo que tendrá que ser creíble en el sentido de que sean capaces de llevar a cabo ese programa, puesto que no se trata de hacer promesas electorales, sino un programa confiable, como lo fue mi programa en 1994. Por lo demás, hay que ganarle a la Alianza por Chile. Hoy me disparan desde mi mismo lado y el adversario está al frente.



– Su idea, entonces, es que los candidatos necesitan una brújula llamada programa.
– Yo no veo que se esté trabajando en un programa de la Concertación para un próximo gobierno. Y si no tenemos programa, qué le vamos a proponer al país. Por eso convoque a los jóvenes, por eso convoco a la gente para que discutamos cuáles son los temas que tenemos que proponerle a Chile.



– ¿Marcelo Trivelli es su socio o un competidor más dentro de su partido?
– Trivelli es un gran intendente y yo no tengo socios entre paréntesis. En la política, tengo correligionarios, tengo camaradas, tengo amigos. Creo que la política es así y lo que corresponde en esta etapa es trabajar en conjunto. Yo soy amigo de Trivelli. Creo que es un gran intendente, y si coincidimos en muchos temas, estupendo.



– ¿Cree que el Presidente Lagos le va a dar el respaldo necesario en su momento para ser el abanderado de la Concertación?
– Pienso que el candidato lo va a definir la Concertación. El Presidente es importante, pero si el candidato lo va a nombrar Lagos, entonces, de qué tanto hablamos. Yo tengo una gran amistad con el Presidente, fue mi ministro de Obras Públicas y ejecutamos grandes obras. Creo que en esa materia debemos ser absolutamente independientes y que la coalición elija su mejor alternativa.



– ¿Es partidario de las primarias o de una candidatura de consenso?
– Lo que definan los partidos, yo no soy dueño de la verdad. Hay algunos en este país que se creen dueños de la verdad. El año 89 participé de la nominación de Aylwin, y el año 93 fuí a una primaria, por lo que los partidos decidirán el procedimiento de manera transparente frente al país. Lo importante es escoger un candidato único.



«Hay algunos que viven de las encuestas»



– ¿Y qué papel jugarán las encuestas en ese proceso?
– Bueno, hay algunos que viven de las encuestas. Yo vivo de mis convicciones, de mis proyectos, de mis programas. Los liderazgos para construir países no se hacen en base a las encuestas, son instrumentos de trabajo, son percepciones. Cuando goberné el país no estaba preocupado de las encuestas, estaba preocupado de que el país surgiera, de que fuera mejor, pero no puedo vivir en función de las encuestas.



– ¿Y cómo pretende medir sus avances?
– Creo que tengo que ser un activo protagonista del futuro, trabajando con gente joven y capacitada, en base a lo que pienso y creo que es mejor para Chile. No creo en soluciones que hoy no estén probadas.



– Aún así, supongo que confía en subir en las encuestas.
– Eso lo dirán los ciudadanos.



– ¿Todavía cree que la Concertación se debe reinventar?
– La Concertación tiene que definir un programa de futuro. Chile es un país que está inserto en el mundo. Chile tiene grandes fortalezas, una gran institucionalidad, bajos niveles de corrupción. La plataforma de lanzamiento es sensacional, pero se necesitan cosas nuevas.



– ¿Cuáles son los temas del futuro?

– Hasta el momento son doce los temas que estamos trabajando con el equipo de jóvenes. El primero es el perfil y posicionamiento de Chile en un mundo globalizado y un monitoreo adecuado de nuestra posición, básicamente por la situación que tenemos con América Latina. Segundo, el empleo como el eje ordenador de nuestro esfuerzo social y económico, como el centro de un nuevo acuerdo social y político. Tercero, el tema de la educación y la inversión en ciencia y tecnología. Cuarto, una masiva cultura del emprendimiento. Quinto, liberar las energías y potencialidades de las regiones de Chile. Sexto, el tema de la seguridad enfocado en la prevención, rehabilitación y no sólo en las penas. Séptimo, el desarrollo equilibrado de la familia chilena. Octavo, el mejoramiento del entorno y de la calidad de vida. Noveno, transformar a Chile en una plataforma de servicios tecnológico para América Latina. Los restantes son la reforma del Estado, que está incompleta, los jóvenes y las Pymes. Estos son los doce puntos que vamos a debatir en el encuentro que tendremos en septiembre, donde van a participar cerca de 400 profesionales de todo el país.



– Ricardo Lagos prometió en su campaña 500 mil empleos. ¿Qué va a prometer el candidato Frei en materia de trabajos?
– Yo no hago promesas. Creo que el tema es cómo podemos girar la cabeza para mirar la economía del punto de vista del trabajo y el empleo. Lo importante es hacer una política de Estado que implica el cómo vamos a tratar las inversiones extranjeras, cómo vamos a tratar al inversionista nacional, cómo vamos a flexibilizar la jornada para que los jóvenes entre 18 y 24 años y las mujeres accedan a jornadas libres. El joven que quiere estudiar tiene que trabajar por horas.



– ¿Aún persisten sus diferencias con la mesa de su partido?
– Yo no tengo ningún problema.



– ¿Todavía tiene las aspiración de competir por la presidencia de la DC?
– Fui el primer presidente DC elegido universalmente con el 65% de los votos, pero si el día de mañana hay que asumir nuevas responsabilidades nunca las he eludido, aunque no es el momento.



«Lavín es un populista»



– ¿De qué manera enfrentará las repercusiones políticas del caso Mop-Gate, tomando en cuenta la actitud de la Alianza por Chile en esta materia?
– Si la lógica de la campaña va a ser sacarse los trapitos al sol, sacarse lo malo, lo feo y lo inconveniente, hay que señalar que así no se construye un país. Lo importante aquí es definir los temas de futuro. Ahora bien, los casos están en los tribunales y si la ministra a cargos o las investigaciones sobre el particular indicaran que yo fui responsable, ya me habrían citado. La gente va a tener que escoger entre dos alternativas: la Concertación o el «cambio» de la Alianza por Chile. Pero ¿dónde hicieron el cambio, en la municipalidad de Santiago?. ¿Con la torre del Bicentenario, la sala subterránea del Municipal o la venta del agua a un tercio del valor? ¿O acaso no era que iban a terminar con la delincuencia en Santiago? Pero si eso lo está haciendo Trivelli. Lavín no cumplió nada. Ahora dicen la alternancia. Ellos estuvieron 17 años y ya sabemos lo que hacen cuando son gobierno. Una gestión muy gris en el municipio. Creo que la Alianza no valora la diversidad, ni el diálogo. Además, es muy fundamentalista en lo valórico.



– ¿La Alianza por Chile puede ser gobierno?
– Yo creo que la Alianza no es buena para Chile y aquí no estoy descalificando a nadie, es un hecho real. Creo que la Concertación es garantía de equilibrio y contrapeso en la sociedad chilena. No tengo nada que esconder. La campaña se acerca y miraremos al futuro, pero cada uno con su historia, y ellos con una de 17 años que arrastran.



– ¿Por qué Lavín no puede ser un protagonista del futuro?
– Desgraciadamente, porque su acción pública es populista y eso es pésimo para el país. Una de las grandes fortalezas que tiene Chile es que nunca hemos caído en el populismo y eso es un drama en América Latina, porque se ofrece de todo y no se puede hacer nada.



«Hasta el momento Lagos tiene buena nota»



– ¿Qué nota le pone al gobierno de Ricardo Lagos?
– A los gobiernos hay que ponerle nota cuando terminan, aunque hasta el momento tiene buena nota.



– ¿Cómo definiría la labor de Lagos en La Moneda?
– A mi no me gusta calificar a las personas. Tengo una gran amistad con él. Y creo que ha sido un gran presidente.



– ¿Los ministros candidatos deben abandonar el gabinete?
– Es una decisión del Presidente.



– ¿De qué forma han influido los nuevos antecedentes sobre el asesinato de su padre en su actual relación con las Fuerzas Armadas?
– Son normales, respetando las instituciones del país, respetando los tribunales. El único problema lo tengo con la DINE (Dirección de Inteligencia del Ejército), mientras no se aclare el asunto de mi padre. Por eso hemos insistido en que entreguen información, dicen que no la tienen, pero suma y sigue. Ya se aclaró el caso Berríos, incluso ayer el fiscal uruguayo dio paso a la extradición. Por lo tanto, hay una falla. Lo mismo pasó con la Clínica de la Universidad Católica.



– ¿Ha conversado este asunto con el general Cheyre?
– Nosotros le hemos mandado los oficios correspondientes del Senado y no hemos recibido ninguna respuesta. Siempre han dicho que no hay información.



– ¿Cómo va abordar el tema de los DD.HH en el futuro?
– Ya hicimos múltiples esfuerzos en mi gobierno, que no lograron apoyo parlamentario, por lo tanto, que actúen los tribunales.



– Y qué opina de la propuesta de Lagos ¿es suficiente?
– Lo que pasa es que llevamos 14 años y estos proyectos siempre han tenido problemas para aprobarse. Ojalá exista acuerdo.



– ¿Qué le parece una ley de punto final?
-No, sólo los tribunales



– ¿Cuál será su actitud política respecto de las cuentas de Pinochet en el Riggs y las repercusiones del Plan Cóndor, si es que llega a ser Presidente?
– Todo se soluciona en tribunales, así funcionan las instituciones democráticas.



– ¿Responderá a los cuestionamientos que Pinochet hizo en una entrevista dada a una periodista de Miami y por la que, finalmente, fue desaforado, donde lo llamó «niño tonto»?
– Yo tengo gran respeto por mi persona y todo el país sabe que gracias a todo el esfuerzo que hizo mi gobierno para que fuese juzgado en Chile, Pinochet volvió. Y con eso lo digo todo.



– ¿Cuál es su evaluación de la arista política del caso Spiniak?
– Creo que en materia de casos judiciales hay que ser muy cuidadoso. Todo el mundo opina, hay investigaciones paralelas, etc. Sólo espero que la justicia nos diga la verdad y que lo haga rápido.



– ¿Y respecto del caso del alcalde de Valparaíso, Hernán Pinto?

-Los tribunales tendrán que definirlo.

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