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«Es más fácil inflar los puntajes de la PSU que las notas del colegio»

Ex Vicerrector de la Usach, Francisco Javier Gil, asegura que la información de la PSU es manejada por un úmero »peligrosamente» reducido de personas, que no están sometidas a control externo. Su crítica refleja la molestia de esa casa de estudios con el Consejo de Rectores, que les prohibió bonificar las notas de enseñanza media.


Francisco Javier Gil, docente de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), entidad donde fue Vicerrector y Decano de la Facultad de Ciencias, es uno de los más férreos defensores de que las notas de enseñanza media sean debidamente ponderadas a la hora de seleccionar los alumnos que ingresen a la educación superior.



Este académico, que a la vez integra la Vicaría Pastoral Universitaria, defiende la bonificación del 5 por ciento que hasta el año pasado la Usach le asignaba a los alumnos que tuvieran buenos resultados en la enseñanza media.



La medida, implementada desde 1991, era una suerte de «ayudita» extra para aquellos estudiantes destacados que registraran menor puntaje en la PAA, a pesar de sus capacidades. Las que finalmente terminaban demostrando con «hechos» al terminar sus carreras satisfactoriamente.



La bonificación antes mencionada fue prohibida por el Consejo de Rectores este año, por lo que la Usach se vio en la obligación de apelar a la decisión porque consideran que esta medida atenta contra la autonomía de dicha casa de estudios.



La norma, adoptada por el Consejo en el mes de mayo de este año, es extensiva a las 25 universidades tradicionales que integran el Consejo y que pretendan otorgar «premios» por las notas de enseñanza media. La apelación que presentó la Usach a la entidad fue respondida esta semana y, según transcendió, fue negativa, por lo que la pugna sobre la importancia de las notas está lejos de terminar.



-El Consejo de Rectores había planteado hace algún tiempo que las notas de enseñanza media tendrían una mayor participación en la PSU. Ahora se retractan y plantean un nuevo escenario donde le restan importancia. En ese marco, ¿Chile sería uno de los primeros países en asignarle tan poca importancia a la educación que se imparte en los colegios?

-El ingreso a la universidad en Inglaterra,Gales, Francia, Italia y Dinamarca depende en un 100% de las notas del postulante; en Alemania, las notas se ponderan en un 71% y en España, en un 60%. En EE.UU cada institución fija sus criterios de selección siendo, en general, las calificaciones el antecedente más utilizado. Así, por ejemplo, desde 1996 en el Estado de Texas todas las universidades estatales eximen de las pruebas de acceso a los alumnos que finalizan con notas que estén ubicadas en el segmento del 10% superior de cada colegio, cualquiera sea el puntaje en la SAT.



-¿Cree que efectivamente en el sistema educacional se están inflando las notas

-Definitivamente, no. Ese es un argumento falaz creado por quienes pretenden desprestigiar las notas para defender a cualquier precio a la PAA o PSU.



¿Notas infladas?



-¿A pesar de que un estudio del Consejo de Rectores revela que las notas están infladas?

-El estudio muestra que la mitad de los postulantes tiene notas igual o superior a 5.5 y a partir de estos datos afirman que las notas están infladas. Lamentablemente, el estudio no advierte que la nota más baja con que alguien puede egresar de la educación media es 4,0 y el tope es 7,0 por lo que resulta evidente que el promedio es precisamente 5.5. La escala de notas de los egresados no va desde 1 a 7 sino que de 4 a 7.



-En estricto rigor o técnicamente, ¿qué es lo que se rebaja?

-Lo que ocurre es que el Consejo de Rectores no usa las notas del colegio. Usa un puntaje estandarizado calculado a partir de las notas del colegio. El ingreso a las universidades lo determina el puntaje de postulación en el cual se pondera el puntaje estandarizado de las notas y de la PSU. Lo que ha hecho el Consejo es asignar menores puntajes estandarizados a las notas y por este medio bajar el puntaje de postulación de los alumnos con mejores notas.



-Usted no está de acuerdo con ese planteamiento. ¿Cuál es su propuesta?

-Mi propuesta es crear una escala para cada Liceo. Para lo cual se consideran a los alumnos egresados en cada colegio de las tres promociones anteriores. Se hace un ranking de estos
alumnos y se determina el puesto de cada alumno, según sus notas. Luego, mediante dos ecuaciones se calcula un puntaje a partir del puesto. Resulta entonces que todos los alumnos que tienen el mismo puesto, tienen el mismo puntaje. Por ejemplo, los alumnos del puesto número 15° en un colegio tiene una nota 5.8 y en otro colegio 6.3, pero ambos tendrán prácticamente el mismo puntaje standardizado porque tienen el mismo puesto. El sistema es tan bueno que el puntaje asignado a cada puesto crece si
el tamaño del colegio crece.



-¿Eso contrarresta la "inflación de notas"?

-En este ejemplo, la nota 6,3 no es que está inflada respecto al 5,8. Lo que ocurre es que las diferencias de notas entre los colegios obedecen a distintos modelos educativos. Y las universidades debemos respetar la autonomía de cada colegio para desarrollar su propio proyecto educativo, el cual obviamente incluye su política para poner notas.



-¿Cuál es su teoría sobre lo que realmente quiere el Consejo de Rectores?. Se dice que hay preocupación por la deserción de alumnos que llegan con buenas notas y que finalmente no terminan la carrera, perjudicando así los dineros que llegan a través del Aporte Fiscal Indirecto (AFI) principal fuente de financiamiento de las universidades

-He observado con bastante atención el comportamiento del Honorable Consejo de Rectores por más de doce años y soy incapaz de desarrollar una teoría de lo que quiere.



Objeciones a la PSU



-En consecuencia, claramente desconfía de las políticas del Consejo de Rectores…

Plantear que las notas están infladas permite preguntarse qué es más fácil: ¿Inflar notas que emiten los colegios o los puntajes en la PSU que informa el Demre(Departamento de Evaluaciones, Medición y Registro Educacional). La respuesta es clara y contundente: es más fácil inflar los puntajes de la PSU que las notas del colegio. Esto es así porque en el caso de la PSU la información es manejada por un número peligrosamente reducido de personas y porque no existe ningún mecanismo de control externo; en cambio, en los colegios tanto los estudiantes, como los padres y directivos fácilmente detectarían irregularidades.



-Usted ha sido uno de los principales promotores de darle importancia a las notas de enseñanza media. Según sus estudios, ¿qué correlación ha podido establecer entre las notas de enseñanza media y el éxito o fracaso de los alumnos en la universidad?

-Nuestros estudios, igual que los de decenas de académicos en Chile y en otros países a lo largo de muchos años son concluyentes: los alumnos mejor evaluados de cada colegio se titulan en mayor proporción que los otros; aún cuando tengan 200 puntos menos en la PAA o PSU. Esto ocurre así porque todos los alumnos de un mismo colegio tuvieron las mismas oportunidades de aprendizaje, sólo que los mejor evaluados de cada colegio las
aprovecharon mejor. Son estudiantes que tienen un muy alto gusto y facilidad para el estudio; son esforzados y leen por interés propio. Y es así en cada colegio, porque los talentos están igualmente distribuidos entre ricos y pobres.



-¿Qué otras universidades están en la misma condición de la Usach o es la única que bonifica?

-La Usach y la Universidad Alberto Hurtado (privada) bonifican el puntaje ponderado de postulación de quienes tienen notas en el 15% superior de cada colegio. Otras universidades bonifican a los alumnos de la región o a quienes postulan en primera opción.



-Al bajar la ponderación de las notas de enseñanza media las universidades con menos demanda de alumnos se verán en la obligación de ofrecer una bonificación de puntaje. ¿Puede suceder eso?

-Como le decía las bonificaciones están -por el momento- prohibidas. La Usach bonifica a los alumnos mejor avaluados de cada colegio no por un asunto de demanda. Lo que ocurre es que los alumnos mejor evaluados de la educación media municipal y subvencionada obtienen alrededor de 200 puntos menos en la PAA o PSU que en el puntaje estandarizado de las notas. Para aumentar las oportunidades de que estos alumnos ingresen a la universidades se podría elevar la ponderación de las notas, pero como las notas de diferentes colegios no son equivalentes, se bonifica al 15% con las mejores notas de cada colegio (independiente de la nota).



Buenos resultados



Por ejemplo…

-Entre el año 1992 y 2004 ingresaron a la Usach 15.191 jóvenes bonificados, quienes han logrado rendimientos académico excelentes (casi) independientemente del puntaje
en la PAA. Muestran las mejores calificaciones desde el inicio de sus carreras, se demoran menos en titularse y lo hacen en mucho mayor proporción. Estos resultados son plenamente concordantes con los obtenidos en experiencias similares llevadas a cabo por algunas de las mejores y más exigentes universidades europeas y americanas.



-El Consejo de Rectores rechazó la segunda apelación para mantener la bonificación del 5%?. ¿Qué medidas puede implementar para superar esa barrera?

-Aún disponemos de muchos recursos. Y estamos dispuestos a usarlos todos, pero por razones estratégicas obviamente debemos mantenerlos en secreto.



-Por último, ¿qué otro problema visualiza en esta discusión?

El mayor problema que hemos enfrentado durante más de una década es que hay personas a quienes no les cabe en la cabeza que entre los jóvenes educados en colegios municipales y subvencionados (los más pobres), haya chiquillos tremendamente talentosos. Ellos confunden la elite intelectual con la elite económica. Estas personas se mantienen aferradas al mito de que las aptitudes académicas son un atributo (casi) exclusivo de quienes tuvimos el privilegio de nacer en familias que pudieron educarnos en excelentes colegios particulares pagados. Lamentablemente algunas de esas personas están en el poder.

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