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Un perfil técnico, aunque con claros anclajes políticos

En 1986, según la revista Qué Pasa, el abogado Gustavo Villalobos estuvo diez días incomunicado y dos meses preso, acusado de prestar ayuda a un fugitivo de la justicia.La orden procedía del fiscal Fernando Torres Silva.


Gustavo Villalobos, que actualmente milita en el PS, pasó, como muchos otros de su generación, por las canteras de la DC y el MAPU. De hecho, fue secretario general de la FECH y entre sus contactos de sus años universitarios figuran Jaime Ravinet, Juan Carlos «Caco» Latorre y el matrimonio formado por Gutenberg Martínez y Soledad Alvear.



En los primeros años del régimen militar (1976), llegó al Comité Pro Paz, creado por el cardenal Raúl Silva Henríquez, de la mano de su amigo de los años mozos Eugenio Lahera, hoy asesor presidencial, perteneciente al círculo aúlico del «segundo piso» de La Moneda, junto a Ernesto Ottone y otros.



En 1986, según la revista Qué Pasa, Villalobos estuvo diez días incomunicado y dos meses preso, acusado de prestar ayuda a un fugitivo de la justicia. La orden procedía del fiscal Fernando Torres Silva. Villalobos, como abogado de la Vicaría, recibió a un joven baleado, quien le aseguró que había sido herido en una protesta. Pero el propio Villalobos comprobó luego que, en realidad, el individuo en cuestión había asesinado a un carabinero en un asalto.



Intelectual, reposado y calmo, cultiva el bajo perfil, no siendo amigo de andar con escoltas. Entre sus especialidades, se cuenta la de ser experto en narcotráfico y derechos humanos. Su primer lazo con el soterrado mundo de la inteligencia se produjo en 1994, cuando se desempeñó como jefe de gabinete del ministro del Interior, Carlos Figueroa. A la Dispi llegó primero para reemplazar a Hugo Espinoza, en la subdirección del organismo, hasta ascender a la jefatura de la entidad.

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