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«Hay riesgo de que la gente no vote, porque la campaña está muy sucia»

Según el investigador estadounidense Michael Shifter, la campaña presidencial en los EE.UU. llegó a un nivel tal de agresividad que muchos electores podrían no asistir a las urnas. Shifter llegó a Chile para participar del lanzamiento del libro "Bajo la mirada del halcón. Estados Unidos-América Latina post 11-9-2001".


Ya en el último tramo de la campaña presidencial Estados Unidos, los candidatos en competencia optaron literalmente por atemorizar a la población con el fin de obtener alguna ventaja en los comicios de pasado mañana. Mientras el actual Mandatario republicano, George Bush, planteó durante la semana la posibilidad de un atentado terrorista antes de las elecciones, su rival, el senador demócrata John Kerry, no se quedó atrás y calificó a Bush de "incompetente" por la desaparición de 380 kilos de explosivos en Irak. Estos discursos ponen de manifiesto la importancia la consecuencia de los atentados del 11 de septiembre del 2001 (11-S) siguen teniendo en el país del norte.



Pero el impacto del 11-S no se siente sólo en la política interior, sino que también en la relación de la potencia con el mundo y especialmente con América Latina. Región que agudizó su condición de "patio trasero" de EE.UU., la primera superpotencia mundial, luego de que toda su atención se centrara en Irak. Así por lo menos lo cree Michael Shifter, quien se ha preocupado del tema a través de sus cátedras de política latinoamericana en la Universidad de Georgetown y también en las investigaciones del centro de estudios Diálogo Interamericano, que tiene su sede en Washington DC.



Shifter estuvo de paso por Chile invitado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) para presentar el libro "Bajo la mirada del halcón. Estados Unidos-América Latina post 11-9-2001", compilado por Claudio Fuentes, director de Flacso-Chile, que trata precisamente sobre el estado de las relaciones con el subcontinente luego del derrumbe de las Torres Gemelas a manos de Al Qaeda.



Para tratar el tema y tomarle el pulso a las próximas presidenciales, Michael Shifter conversó con El Mostrador.cl antes de regresar a los EE.UU.



-¿George Bush o John Kerry?, ¿Cuál de los dos es el mejor candidato para América Latina?

-Hay diferencias marcadas entre ambos candidatos, sobre todo en su manera de relacionarse con el mundo, y eso tiene consecuencias significativas para América Latina. El senador Kerry tiene una orientación más tradicional, pragmática, en cuanto a consolidar alianzas con otros países. En cambio, Bush encaja con una manera de actuar en solitario para defender los intereses de los Estados Unidos. Entonces, son distintas maneras de actuar. Mi impresión al ver las encuestas del continente es que hay una preferencia por el senador Kerry, porque América Latina rechaza el fundamentalismo de Bush y prefiere que Estados Unidos haga alianzas con ellos.



-¿América Latina podría desconfiar de John Kerry, entendiendo que los republicanos apoyaron el TLC con Chile, mientras que los demócratas privilegiaron las posiciones en contra de firmar el acuerdo de los grandes sindicatos como la AFL-CIO ?

-Si lo vemos en las perspectiva de avanzar en el tema comercial, creo que los republicanos tienen un mayor compromiso. Eso está claro en el caso del TLC con Chile, así como también en lo que se está haciendo con los países andinos como Colombia, Ecuador y Perú. Creo que hay menos resistencias para ello en el partido Republicano que en el partido Demócrata. Bush sería mejor desde el punto de vista comercial que el senador Kerry. Pero hay otros temas, más globales y que tienen consecuencias hacía la política de América Latina, y en ese sentido puede que sea mejor Kerry.



¿Eje Kirchner-Lula-Chávez?



-¿Cree en la existencia de un eje Kirchner-Lula-Chávez contra los Estados Unidos o es sólo una invención mediática a partir de ciertas coincidencias en el discurso, pero no en la acción?

-No comparto la idea de la existencia de ese eje, para nada. Creo que el Presidente Hugo Chávez tiene su estilo muy particular. En cambio, el Presidente Lula está gozando de una muy buena relación con los Estados Unidos. De hecho, el secretario de Estado Colin Powel acaba de estar con él. Hay una buena química incluso entre Lula y Bush. Entonces, es un error poner a Lula y Chávez juntos. Son dos maneras dramáticamente distintas de hacer política; no es un eje sino que son dos modelos casi opuestos. Chávez es un militar y su fuerte no es negociar con otras fuerzas políticas en el país. Lo que los une es una fuerte preocupación por el tema social, tanto a Kirchner como a Lula y Chávez. Hay una preocupación totalmente entendible porque sus países, excepto quizás Venezuela, están pasando por muy malos momentos. Pero si uno analiza más allá de los discursos y la retórica, las políticas concretas del Presidente Lula incluso son más ortodoxas en lo económico que las del ex Presidente Cardoso.



-¿Al tener una serie de países no proclives a los EE.UU en América Latina -al que se podría sumar Uruguay con el triunfo del izquierdista Tabaré Vásquez- podría equilibrar la balanza a favor de Chile y Colombia, más amigos de Washington?

-El que los países no sean tan proclives a los EE.UU solamente refleja que hay un desencanto de muchos sectores con modelos liberales y que hay realmente falta de resultados en las políticas de gobierno. Pero no estoy seguro de si eso representa una amenaza o un desafío para los Estados Unidos. Obviamente los aliados naturales para los EE.UU son países como Colombia, con quien comparte ciertas preocupaciones como narcotráfico y terrorismo; y por supuesto que Chile, por su exitoso desempeño económico y su sistema político.



-¿Cuál es la lectura que está haciendo los Estados Unidos de la crisis en la OEA?

– Está pasando por un momento critico y sólo puede salir si los gobiernos toman iniciativas de resolver el problema. Me preocupa que todo quede en nada. A pesar de todos los problemas y las críticas a la Organización de Estados Americanos, ella cumple, a mi juicio, una función política importante. Ha tenido éxitos y avances y es importante recuperar un liderazgo para responder a los desafíos futuros.



Irak, la piedra de tope



-Naciones Unidas cumple un nuevo aniversario, ¿qué peso tiene hoy ese organismo entendiendo que los EE.UU cada vez que puede actúa de forma unilateral?

-No creo. La administración Bush está volviendo más a Naciones Unidas, porque ha encontrado problemas muy serios en Irak y creo que reconocen que actuando solos no es una forma para obtener buenos resultados. Naciones Unidas, a pesar de sus problemas y deficiencias, cumple un papel fundamental. Y hasta la misma administración Bush, un poco tarde, ha reconocido su función y está tratando de pedir ayuda y colaboración en su tarea en Irak.



-Por estos días su país concentra todos sus esfuerzos en Medio Oriente, ¿hasta qué punto ese factor contribuye a agudizar el concepto de América Latina como el patio trasero de los Estados Unidos?

-Hay un riesgo de mayor indiferencia de los Estados Unidos hacia América Latina. Creo que eso es desafortunado porque hay mucho en juego y muchas oportunidades de construir alianzas. EE.UU debería tener la capacidad de enfrentar y responder a las amenazas más inmediatas en donde se encuentra (Medio Oriente e Irak), pero manejando también sus relaciones con América y sus aliados. Los últimos años ha dejado de lado esas relaciones y se ha agudizado la imagen de "patio trasero", y esos son costos que se acumulan.



-Lo cierto es que ni siquiera el tema de Cuba ha aparecido ahora en la agenda electoral.
-Así es, no tiene cabida en esta elección. Es curioso pero en el primer debate sobre política exterior ni se mencionó a Cuba como tema y eso que estábamos en el estado de Florida, donde hay muchos emigrados cubanos. Eso revela la enorme importancia de Irak, que ensombrece cualquier otro tema.



-Los últimos pronósticos indican que George Bush podría ganar en votos, pero John Kerry lo haría en el colegio electoral, ¿coincide con esa apreciación?

-Eso lo he mantenido hace tiempo. Es mi tesis y todo el mundo está diciendo eso ahora. Si uno mira las encuestas nacionales, Bush lleva una leve ventaja, pero en los estados claves Kerry tiene una ventaja que hace posible que se imponga en el colegio electoral. Sería un resultado muy irónico, pero no lo descartaría en absoluto.



-La competencia ha sido tan estrecha que ha sido necesario resaltar las diferencias de hasta las esposas de ambos. Cualquier matiz sirve. ¿Cuál cree que podría ser un próximo elemento diferenciador?

-Creo que cualquier cosa. Estos últimos días la propaganda superó los niveles a los que estamos acostumbrados. Porque ningún lado tiene la confianza de que va a ganar, realmente hay mucha incertidumbre. Y hay incluso un posible riesgo de que la gente no vote, porque la campaña está muy sucia.

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