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Repunte da nuevo impulso a la DC en la carrera de los presidenciables

La recuperación de comunas emblemáticas como Peñalolén, Rancagua y Maipú para el oficialismo, sumada a la superación de la UDI como el partido más votado y al estancamiento del PS, ponen en un inédito pie de negociación a un sector cuyos precandidatos -asumidos o no- aparecen por debajo de Bachelet en las encuestas.


La Democracia Cristiana (DC) volvió a ser el partido más votado a nivel nacional y eso cambia el escenario presidencial planteado hasta ahora. Si bien el precandidato más fuerte en el oficialismo sigue siendo por lejos Michelle Bachelet, la votación obtenida por el falangismo aporta un ingrediente adicional -y tal vez decisivo- en la contienda de diciembre del 2005.



Según reconocen en el partido, hasta antes de estas municipales el principal argumento de la DC para que el sucesor de Ricardo Lagos fuera de su coalición era que la alternancia de coaliciones oficialistas en La Moneda indicaba que había llegado su turno.



Tras estos comicios, en cambio, la mejor razón de los falangistas para que el poder quede en manos de uno de sus miembros es que volvieron a ser el partido más votado del país, desplazando a la Unión Demócrata Independiente (UDI).



Lo anterior estuvo coronado por triunfos emblemáticos como el de Aldo Cornejo en Valparaíso, Claudio Orrego en Peñalolén y Alberto Undurraga en Maipú, que hablan de la capacidad del falangismo para, por una parte, robarle municipios importantes a la Alianza y, por otra, sobreponerse a crisis como la atravesada con el denominado Caso Pinto. Vale decir, hablan de la capacidad de recoger -en diferentes circunstancias- votos en las comunas más grandes del país, lo que podría ser clave a la hora de escoger al abanderado oficialista.



Y si bien el 20,31 por ciento de los votos obtenidos entre los concejales DC es inferior al 21,62 por ciento alcanzado en el 2000, al menos es mayor que el 18,92 por ciento de sufragios logrados en las elecciones de diputados del 2001, con lo que se cumple la promesa autoimpuesta por la colectividad, algo de lo que no se pueden jactar los otros partidos del pacto.



Zaldívar prepara el terreno



Tres fueron los conceptos que más reiteraron ayer por la tarde el secretario nacional de la DC, Jaime Mulet, y el presidente de la coalición, Adolfo Zaldívar, en la sede del partido falangista. Primero, estos resultados rompen la tendencia a la baja de los últimos años. Segundo, esto se debe al proceso de rectificación llevado a cabo por la directiva colorina para reenfocarse en la clase media. Tercero, las cifras son una derrota para la UDI, que había vaticinado la desaparición de la colectividad.



Estos puntos son los que Zaldívar y su equipo pretenden capitalizar, con miras a las presidenciales. Según fuentes cercanas al presidente de partido, el líder colorín pretende negociar con el PS y el PPD, planteándoles que a la luz de los resultados de las elecciones es claro que la Concertación sólo puede crecer hacia el centro y no hacia la izquierda y que los mejor posicionados para esa tarea son los DC.



Apoyado en este supuesto planearía proponer que no se realicen primarias, para así imponer directamente al candidato dentro de la DC, el cual, no se descarta, sea él mismo.



Para ello Zaldívar necesitaba detener proclamaciones apresuradas como la anunciada por el diputado Pablo Lorenzini para el 31. Por lo que, según aseguran en la colectividad, el colorín habría pedido expresamente que ayer no se efectuaran manifestaciones de este tipo hacia su persona.



No obstante, fue el propio Zaldívar quien anoche subió al escenario instalado en el Patio de los Cañones con aires de presidenciable junto a los alcaldes recién electos Orrego y Undurraga, poniendo en duda su propia estrategia.



Precandidatos en La Moneda



El propio Presidente dio el vamos oficial a la carrera presidencial al declarar anoche en La Moneda que «este triunfo garantiza que aquí (en el gobierno) debe haber un hombre o una mujer de la Concertación después de marzo de 2006».



Esto lo sabían bien los precandidatos oficiales del falangismo que se mostraron serenos tanto en la sede de la DC, hacia el final de la tarde, como en el patio de Los cañones, al anochecer.



Si bien Soledad Alvear se cuidó de destacar que esa noche estaban celebrando y que en noviembre se debería resolver el mecanismo para escoger al abanderado del oficialismo, se preocupó de no dar todo el crédito del repunte de la DC a Zaldívar y atribuirlo al esfuerzo de los candidatos y de las bases.



Por su parte, Eduardo Frei destacó la necesidad de que se realicen a la brevedad primarias para asegurar una elección "transparente" del rival del próximo rival de Joaquín Lavín.



En tanto, el actual intendente de la Región Metropolitana Marcelo Trivelli, afirmó que «siempre he dicho que me encantaría (ser Presidente) y en eso he sido muy realista y, dentro de esto, creo que primero hay que definir el mecanismo antes de tomar una posición».

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