La denuncia en contra de jefe de comunicaciones, Eduardo Naranjo la hizo a través de un oficio al director de la policía civil, Arturo Herrera. Conocido el documento se inició una investigación interna, a cargo del subdirector operativo, Fernando Ilabaca.
El ministro de fuero Juan Guzmán Tapia presentó una singular denuncia ante el director de Investigaciones, Arturo Herrera -con copia a los ministros del Interior, Defensa y y la Corte de Apelaciones de Santiago-, en contra del jefe de Comunicaciones de la Policía Civil, prefecto Eduardo Naranjo.
Así da cuenta un oficio enviado por el propio Guzmán, con fecha 5 de noviembre de 2004, N° 496, perteneciente a la causa 2182-98, en la cuerda separada de la "Operación Cóndor", al que tuvo acceso exclusivo El Mostrador.cl.
El documento de dos páginas revela una situación acaecida durante una diligencia realizada en el Cuartel Central de la policía, en el marco de las conversaciones que ha sostenido el magistrado con los peritos que auscultaron a Augusto Pinochet, para establecer su estado de salud física y mental y saber de esta forma si es hábil para enfrentar un juicio.
Guzmán tenía previsto dejar grabada la entrevista con los peritos. El citado para aquel día a las 8.45 era el especialista designado por los querellantes, Martín Cordero Allary. La idea del juez era dejar registrada la conversación para evitar interpretaciones posteriores.
Pues bien, el asistente policial, Juan Aguirre González, atendiendo a la petición del tribunal se presentó a las 8.10 ante su jefe, identificado como el señor Roco, comunicándole que debía concurrir a grabar la diligencia. Este último le indicó que no había recibido orden alguna para realizar la pesquisa. Finalmente, Aguirre no llegó a la hora señalada, sino a las 10.00, desatando la ira del ministro.
"Hago presente al señor Director que no es la primera vez que se han puesto dificultades a este tribunal por instrucciones del señor Prefecto Eduardo Naranjo León, quien al parecer, exige una burocracia que poco a poco tiende a desaparecer, sobre todo con la implantación del nuevo sistema Procesal Penal que comienza a regir, que obviamente tiende a disminuir diligencias inútiles y papeleo innecesario en aras a la rapidez y mayor expedición.
«Hago asimismo presente que también el Prefecto Naranjo me hizo saber en forma indirecta que cuando requiera yo de asistencia de su Departamento, debería apersonarme a hablar con él. Lo que se corrobora en esta ocasión con la actuación del señor Roco, que mostró una renuencia innecesaria y ofensiva a este tribunal, en circunstancias que si dudaba de la efectividad de la orden verbal, debió al menos comunicarse con este juez que se encontraba en el Departamento V desde las 08,45 horas, conjuntamente con la secretaria del Tribunal, su actuaría y el doctor anteriormente nombrado", escribió Guzmán.
La situación no fue, por así decirlo, bien recibida en Investigaciones. De hecho se ordenó una investigación interna para definir la situación y si eventualmente existe mérito para aplicar sanciones administrativas por estos hechos.
El encargado de llevar a cabo la indagatoria es el subdirector operativo, prefecto general Fernando Ilabaca Reyes, quien no ha terminado por completo del procedimiento y por lo tanto aún no hay sanciones impuestas a ninguno de los involucrados.
Este medio se contactó ayer con el prefecto Eduardo Naranjo para pedir su opinión sobre los hechos denunciados por el ministro Guzmán. El oficial policial, en todo caso, declinó hacer comentarios al respecto, señalando que no podía hacer ninguna declaración, ya que existe una indagatoria en curso.
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Lea el oficio enviado por el Juez Guzmán (15 de noviembre de 2004)
