Conscientes de que su 5,6% de votación inclinará la balanza al interior de la Concertación, en el Partido Radical aseguran que siendo el 12% de la torta oficialista tienen derechos y los exigirán. Sobre su codiciado apoyo para las presidenciales señalan que no adelantarán una decisión hasta conocer los programas de los precandidatos.
Representando al 12 por ciento de la Concertación, con sólo un ministro en el Gobierno y con una votación en las municipales de un 5,63 por ciento, el Partido Radical se ha convertido en la "niña bonita" del oficialismo. Todas las colectividades quieren su apoyo, pues saben que el PRSD será quien finalmente incline la balanza al interior del oficialismo.
De hecho, desde las elecciones municipales "no ha habido partido que no hable conmigo", relató el presidente del Partido Radical, Enrique Silva Cimma, quien insistió en que "nuestro 5,6 por ciento inclina la balanza a favor de la DC o del PS-PPD".
Pero al menos en el tema presidencial, el Partido Radical no se apresurará en tomar una decisión. Esto, porque según ha afirmado Silva Cimma, no darán su apoyo a ningún precandidato de la Concertación sin un programa concreto.
"Los últimos programas de gobierno en el ámbito social no se han cumplido y no vamos a aceptar que este aspecto aparezca diluido, especialmente lo que se refiere a educación y distribución del ingreso. Vamos a apoyar a un candidato sobre la base de un programa", explicó el timonel radical.
Añadió que "vamos a apoyar a un candidato en la medida de que se cumplan tres condiciones: que sea lo mejor para el país, que sea lo mejor para la Concertación y que sea lo mejor para el partido. Y eso no tiene que ver con cupos parlamentarios ni cupos en el gobierno".
Apurar elección del candidato
Pero así como saben que la votación del partido será fundamental para inclinar la balanza a favor de la DC o del bloque PS-PPD, los radicales están convencidos de que no pueden adelantar un apoyo antes que la Democracia Cristiana defina a su candidato. "Apoyar ahora a Michelle Bachelet sería presionar a la DC, y eso es poco válido", explicó Silva Cimma.
No obstante, aseguró que "no comparto la demora en la decisión de quién va a ser el candidato de la Concertación. La Democracia Cristiana tiene que resolver rápido", enfatizó el senador designado.
Esto, según dijo, debido a que el propio presidente de la falange, Adolfo Zaldívar, le habría comunicado que esto tiene que definirse el 15 de enero, "pero eso no va a pasar".
"Si la Junta de la DC decide el candidato y no el mecanismo para su elección, entonces se recuperaría el tiempo, pero según me ha dicho Zaldívar esto podría extenderse hasta junio", señaló Silva Cimma.
En este sentido recordó que la estrecha votación en las presidenciales pasadas entre Ricardo Lagos y Joaquín Lavín se debió básicamente a que "la Concertación se durmió en los laureles".
"No porque en las encuestas nos vaya bien, vamos a ganar", dijo el presidente del PRSD, quien explicó que para eso es necesario trabajar y tener tiempo suficiente.
Negociaciones
Pese a que los radicales insisten en que "el partido jamás va a dejar a la Concertación", a la hora de definir sus aspiraciones para las parlamentarias del próximo año aseguran que harán valer su condición del 12 por ciento en la Concertación.
"Somos el 12 por ciento dentro de la Concertación eso nos da derecho a 2 candidatos al Senado más el senador Nelson Avila que se incorporará próximamente a nuestras filas", dijo Silva Cimma.
El senador agregó que otra de las exigencias radicales, independiente de si van o no en un subpacto, ya sea con la DC o con el PS-PPD, es tener al menos 12 candidatos a la Cámara de Diputados, de ellos nueve "calzados" -es decir que debe asegurarse su elegibilidad-.
"Esto lo vamos a lograr en cuanto se dilucide el candidato presidencial", aseguró Silva Cimma.
Respecto a las circunscripciones en las que estudian llevar candidatos al Senado, en la colectividad explicaron que están estudiando las opciones que tendrían en la Segunda, Sexta, Séptima, Octava, Décima y Duodécima regiones.
Lista mayoritaria
Pero no sólo los comicios del próximo año inquietan al Partido Radical. Para enero están fijadas elecciones para elegir a una nueva directiva de la colectividad, donde si bien en un principio las autoridades del partido esperaban una lista de consenso, eso hasta hoy está descartado.
Según dijo Silva Cimma, su intención era buscar un acuerdo e integrar en una lista todas las sensibilidades del PRSD, situación que finalmente no fructificó.
En este sentido aseguró que habrá "una lista mayoritaria, pero no unitaria", que encabezará el ex ministro de Justicia José Antonio Gómez, explicando que "es muy difícil hacer unidad en el Partido Radical", ya que "por esencia es un partido deliberante, existen las asambleas y la discusión es parte de nuestro sistema".
Respecto a las tareas que deberá enfrentar la nueva directiva, además de las negociaciones parlamentarias, Silva Cimma dijo que debiera reestructurarse el partido. "Si teníamos la más alta inscripción de militantes en 1989, por qué tenemos tan pocos votos… Y la respuesta está en que debe reestructurarse el partido".
