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Robo a Comité de Navidad abre insospechada caja de pandora en Gendarmería

Una serie de graves irregularidades, que podrían revestir caracteres de delito, fueron reveladas en la querella que interpuso el reo acusado de robar $ 140 millones a los funcionarios de la ex Penitenciaría. En dicha acción judicial figuran cuatro oficios del Director Nacional que demostrarían que estaba al tanto de la situación anómala.


A lo menos cuatro oficios del ex subdirector administrativo y ahora director nacional de Gendarmería, Juan Carlo Pérez, figuran adjuntados a la querella del reo Luis Araya Galaz contra funcionarios de la ex Penitenciaría que lo acusaron de haber robado 140 millones de pesos pertenecientes al llamado Comité de Navidad de esa unidad penal.



En dichos documentos, la autoridad institucional los insta a arreglar las irregularidades financieras y tributarias con que funcionaban la administración de los quioscos de venta de comestibles y otros productos de abarrotes destinados a la población penal. Sin embargo, éste nunca dio aviso a las autoridades pertinentes, como el Servicio de Impuestos Internos (SII), para que fiscalizaran esta actividad.



Ese hecho y otra serie de irregularidades que da cuenta la querella fueron confirmadas a El Mostrador.cl por un ex alto funcionario de Gendarmería, quien si bien accedió a que su relato fuera grabado, pidió expresa reserva de su identidad por razones personales.



En su declaración, el retirado coronel dio cuenta de cómo -a su juicio- la actual administración institucional habría dejado actuar a un grupo de funcionarios que en cada penal se han apropiado de estos almacenes, utilizando todo tipo de artimañas para sustraer dinero irregularmente.



El testimonio del ex funcionario de Gendarmería es coincidente con la querella presentada por el interno. Asimismo, la existencia de los antecedentes que la acción judicial dice adjuntar, como los oficios y depósitos, fueron confirmadas por fuentes del Ministerio Público, aunque se aclaró que algunos todavía están siendo periciados.



Los hechos



A mediados de diciembre, funcionarios de la ex Penitenciaría de Santiago denunciaron a un reo, Luis Araya Galaz, como el culpable de haber sustraído desde una caja de fondo del penal una cantidad cercana a los 140 millones de pesos, recolectados por el denominado Comité de Navidad para entregar un bono en dinero a los gendarmes de la unidad a fin de año.



Sin embargo, el interno arremetió con una extensa querella ante el Ministerio Público, donde detalla la serie de operaciones irregulares que habrían cometido los directivos de esta organización para evadir impuestos y, a la vez, aumentar las ganancias económicas obtenidas a través de estos quioscos que funcionan al interior de la unidad.



Esta acción judicial está dirigida contra el coronel (r) Eduardo Venegas Sepúlveda, el comandante y ex jefe de Seguridad de la Penitenciaría Luis Barrera Quinteros, los sargento primero Miguel Albornoz Bravo y Osvaldo Henríquez Yévenes, el suboficial Níger Durán Mercado, y todos los que resulten responsables de los delitos de exacción ilegal, estafa, malversación de caudales públicos, fraude al Fisco, abusos contra particulares, asociación ilícita, entre otros.



Un tema antiguo



Según sostuvo el alto funcionario de Gendarmería consultado por El Mostrador.cl, la existencia de los denominados Comités de Navidad tienen una larga data. "Esto comenzó desde los años ’70 , pero la idea primitiva era bien distinta. Comenzaron a funcionar como una idea de las asistentes sociales de personal que buscaron una forma de cómo reunir fondos para hacer una fiesta de navidad. Estuvieron así por muchos años, con la idea primero de comprar regalos para los niños y hacer una fiesta ad hoc, pero no faltó a quién se le ocurrió que para reunir más fondos podría crearse un ‘negocito’ y así empezaron los famosos quioscos".



"Cuando esos quioscos comenzaron a crecer, particularmente, en el ex anexo cárcel Capuchinos, donde llega mucha gente de plata, ya incluso se perdió la idea de la fiesta y de la compra de regalos y ahí se cambio por la entrega de un bono en dinero a fin de año", explicó.



"En la época de César Pinochet Elorza, cuando se produjo la llegada de la democracia, lo primero que se dijo es que había un tema tributario grave que había que terminar y, obviamente, lo primero que se hace es sacar una resolución que ordenó que a partir de ese momento se acababan los Comités de Navidad. Obviamente, como era una medida impopular y no había jefes con muchos pantalones, esa medida no se puso en práctica y siguieron funcionando igual. Implementaron algunas medidas de control, pero no se terminaron, cuando era lo lógico", dijo.



Durante 2001, todos los jefes de Santiago habrían iniciado una campaña para terminar con este tipo de negocios, ya que los cuestionamientos legales y éticos que pendían sobre los mismos hacían imposible su permanencia, dijo el ex uniformado.



"El año 2002, se acordó que los Comités de Navidad se acabaran y que en todas las unidades funcionaran los llamados economatos, que son almacenes que funcionarían con pago de impuestos, boletas, es decir, todo legal, y evitar el tema de los robos que se producían año a año. Todos estaban de acuerdo y este director, Juan Carlo Pérez, cuando nosotros ya habíamos organizado este cuento, aparece con una circular y dice que no, que los Comités de Navidad se cambian por los famosos comités de Desarrollo, que es una figura que rinde cuentas a nivel municipal", recordó el entrevistado.



"Es decir, los comités de Desarrollo tenían un nivel tope de ganancias, y como la Penitenciaría es tan grande excedían todo eso y por eso hicieron todas esas pillerías. Pero, en el fondo, lo que se hizo fue darle chipe libre a todos los sinvergüenzas, porque esos Comités de Desarrollo no tienen ningún control de los jefes de Unidad y bastaba que mostraran boletas que estaban tributadas para que todo estuviese O.K., pero tributaban sólo una parte de lo que vendían", puntualizó.



Un problema de gestión



Según el retirado gendarme, quien se desempeñó en la Dirección Nacional Metropolitana, "nunca se había llegado a los niveles que se llegó en la Penitenciaría con el tema de las platas del Comité de Navidad, porque no sólo hay corrupción en el tema de los quioscos, sino que se apropiaron indebidamente de platas que aportó el mismo personal, si ahí todos los funcionarios aportaban mensualmente 10 mil pesos. Es decir, en el año cada funcionario aportó 100 mil pesos y esa plata también se la llevaron".



"Ahí hay una apropiación indebida de dinero, que es un delito, y ahí todos se preguntan que ha hecho el director para sancionar un tema tan grave como ese. No hay ningún funcionario que hayan echado, sólo los han trasladado, pero el director nacional tiene armas, como el DFL2, para inmediatamente haberlos separado de la institución, independiente de los sumarios. Debió haberse enviado una señal seria", dijo al agregar que "el tema de la Penitenciaría no es único, pasaron cosas parecidas en Copiapó, en Antofagasta y en otras partes del país".



"A mí me dio mucha vergüenza cuando vi al presidente de la Anfup, Carlos Donoso, frente a la Penitenciaría, en la televisión, diciendo que el reo era el responsable de esa pérdida de plata y que al final no tiene nada que ver. A nivel de Gendarmería se sabe que el reo es parte del cuento y que los gendarmes se quedaron con la plata (…) Eso es lo que comenta todo el mundo y que el directorio del Comité de Navidad tenía grandes cantidades de dinero en distintos bancos", aseguró.



Según el relato del ex gendarme, hoy en día no todos los penales tienen estos denominados Comités de Desarrollo, ya que existen los economatos, que son pequeños almacenes que funcionan con apego a la normativa tributaria y que venden elementos básicos de aseo, cigarrilos, té, azúcar, esas cosas. Y eso es lo que debería haber, porque están controlados y auditados por Gendarmería.



"El tema de fondo es que dentro de los penales no puede haber negocios particulares, sino que eso debería estar normado legalmente, ya que con este sistema se abre la puerta para que se den este tipo de cosas, hechos ilícitos. En los economatos está todo fiscalizado por contadores, etc; pero aquí, el ejemplo más claro es que toda la contabilidad estaba a cargo de un reo, como es posible que se haya llegado a ese nivel. De momento que hay un reo a cargo de la contabilidad es que ya están con la mala intención", puntualizó.



La investigación desformalizada, a cargo de la fiscal María Trinidad Inostroza, está en etapa de indagación, para lo cual se comisionó a la Brigada de Lavado de Activos analizar la serie de documentación adjuntada en la querella, que se relaciona con facturas, boletas, depósitos bancarios, etc; que acumuló el interno que habría trabajado como el contador del Comité de Navidad desde 1998 y quien afirma que los ocho quioscos que funcionan en la ex Penitenciaría arrojaban ganancias del orden de los 280 millones de pesos anuales.

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