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Piden frenar reestructuración en Facultad de Medicina de la U. de Chile

Académicos de la universidad sostuvieron ayer un encuentro en el que analizaron la conveniencia de detener el proceso de reestructuración que actualmente encabeza el decano, Jorge Las Heras, quien paralelamente es duramente cuestionado por el Centro de Estudiantes de la Salud, debido a un juicio en su contra.


El despido de funcionarios a contrata y la reducción de jornadas de trabajo motivaron que los académicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile sostuvieran ayer una reunión de emergencia para abordar las consecuencias del proceso de reestructuración que encabeza el decano Jorge Las Heras, quien desde noviembre de 2004 tiene un plazo de 6 meses para ‘optimizar’ el funcionamiento de dicha sede que alberga a cerca de 3.000 estudiantes de pregrado.



A fines del año pasado fueron 47 funcionarios no académicos a los cuales no se les renovó contrato, sin embargo, y después de presiones, se recontrató a 25. En tanto, a los docentes se les ha solicitado ‘verbalmente’ que reduzcan jornadas de 44 horas semanales a 22. Los afectados alegan que la medida va en directo detrimento de la investigación científica que históricamente a liderado la Casa de Bello.


Sergio Mora, presidente de la Acauch quiere detener el actual proceso.

La asamblea fue encabezada por Sergio Mora, presidente de la Asociación de Funcionarios Académicos de Chile (Acauch), quien subrayó que "todos los estamentos, tanto estudiantil, de académicos, como de funcionarios, están de acuerdo en que el proceso de reestructuración de la facultad es indispensable. Pero hasta el momento no hay un grado generalizado de aceptación por la forma en que se está llevando".



"Por ello esta asamblea tiene por misión evaluar de manera global los efectos producidos hasta el momento por el desarrollo del proceso de reestructuración. También definir acciones reactivas con el animo de atenuar sus efectos", puntualizó.



El tema fue tratado en la última reunión del Consejo Universitario, realizada esta semana, oportunidad en la que el rector Luis Riveros se comprometió con la Acauch a consultar si las autoridades superiores de la universidad mantienen una supervisión de la reestructuración que lleva de Las Heras. "Porque a nosotros nos consta que la vicerrectoría cadémica sí estuvo presidiendo otros procesos", afirmó el dirigente, quien tiene en carpeta la presentación de acciones judiciales en caso que el proceso continúe de igual forma.



Incertidumbre



Por su parte, Mariana Rojas, docente del departamento de Anatomía y Biología del Desarrollo, dijo que la incertidumbre que reina en los pasillos de la facultad se evidencian en el simple hecho que no están formados los equipos de trabajo para marzo.


La docente Mariana Rojas expresó su preocupación porque los alumnos entran en marzo y no hay nada listo.

"Nuestra preocupación es que las clases se inician la primera semana de marzo, y hasta el momento no tenemos claros qué personas se van a quedar trabajando en la facultad, lo que ha significado que no hemos podido establecer los grupos pertinentes. En un año corriente se comienza a trabajar varios meses antes, para cuando los alumnos llegan tenemos libros, cds y una serie de temas que les entregamos", explicó.



La académica que ha trabajado toda su vida en el plantel y a la cual se le solicitó retirarse anticipadamente, añadió que "lo que impresiona es este período de despido de las personas y el actuar de los directores, que lo han hecho más encima en forma poco grata", comentó Rojas, a quien se le pidió abandonar la universidad pese a que todavía no está en edad de jubilarse.



Las ‘bofetadas’ del Decano



A su turno, el presidente y el secretario del Centro de Estudiantes de la Salud, Ramiro Zepeda y Sebastián Vergara, respectivamente sostuvieron que "hasta que no haya reglas claras se debe detener la reestructuración de la facultad".



Los estudiantes están preocupados porque los puntajes de ingreso en medicina tuvieron una baja, se disminuyeron las vacantes en dicha carrera -de 200 el año pasado a 170-, a lo que se suma que en el examen médico nacional la Universidad de Chile se ubicó en el 5° lugar.


El presidente y el secretario del CES se cuestionan al Decano por el proceso que se lleva en su contra.

Asimismo, el CES cuestionó las millonarias inversiones que se realizaron en el tercer piso donde se ubica el decanato. "Ahí se ubica un casino para académicos y una oficina de administración, las que tuvieron un costo de 180 millones, el cual supera en 70 millones el presupuesto destinado a docencia", afirmó Sebastián Vergara, secretario del organismo.



Finalmente, ambos dirigentes planearon reparos a la continuidad del actual decano, debido a la sentencia en primera instancia del 9° Juzgado del Crimen de Santiago, que lo condenó en junio de 2002 como "autor de falta de lesiones leves, cometidos contra la persona de Iván Bernardo Retamales Castro", actual académico de la facultad.



"La voz común que tenemos es que un alto funcionario público, cuestionado legalmente, no puede continuar en sus funciones hasta que no arregle su situación", indicaron.



Según consta en la causa rol 357-2001, los hechos se produjeron en el hospital San Borja Arriarán, cuando "discutiendo por un problema laboral, éste (Jorge Las Heras) enojado y alterado procedió a agredirlo con dos bofetadas en su cara".



Sobre el punto, este medio intentó conocer la versión de la máxima autoridad de la facultad, sin embargo, se informó a través del departamento de Comunicaciones que el doctor "no hará declaraciones sobre el particular".



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