El prolífico autor editará dos nuevos libros durante el primer semestre de este año, El amor es un crimen y Estás ahí, a la vez que en México aparecerá una colección de cuentos y para fin de año se espera la publicación de un volumen de obras selectas.
En 1983 el escritor chileno Poli Délano llegó con tres botellas de vino hasta la casa de Charles Bukowski en California. El mítico autor de La senda del perdedor, puso otras tres más en la mesa y conversaron y tomaron hasta las dos de la mañana. Dentro de las cosas que le dijo el norteamericano al chileno, fue que había dejado de leer hace 30 años. Délano no le creyó.
No es que el narrador chileno esté en una situación similar, pero a los escritores contemporáneos los está leyendo muy poco: lee a norteamericanos como Richard Yates, Corman McCarthy y al mismo Bukowski. El resto del tiempo, casi todo, lo pasa escribiendo, ya sea en su casa de Ñuñoa o en la de Cartagena, donde se refugia durante los meses del verano. El trabajo da frutos y para el primer semestre de este año tiene fijado un plan editorial que implica la aparición dos libros nuevos: la novela El amor es un crimen (Planeta) y Estás ahí (Andrés Bello), un libro que compila tres novelas cortas: "Sus ojos amarillos", "El rayo verde" y "El verano del murciélago".
Pero el plan no se detiene ahí, Lom reeditará uno de los libros fundamentales de la bibliografía de Poli Délano, Piano bar de solitarios, originalmente editada en 1981 y el cual cree que sigue «perfectamente vigente». En el mercado mexicano, una suerte de «segunda patria» del autor, aparecerá la compilación de cuentos Orgías, exilios y amores rotos, donde se incluyen todos sus relatos que tienen a México como escenario. Además su libro Policarpo y el tío Pablo, aparecerá en el mercado norteamericano y para cerrar el año, Andrés Bello lanzará un volumen de obras selectas.
Aunque evidentemente parece un año movido, para Délano no lo es tanto. «Es lo que hago», asegura y de hecho cuenta que en su cajón ya tiene terminada otra novela, la policial Un cadáver en la bahía; pero no sólo eso: para este verano tiene tres proyectos literarios y debe escoger uno. «Yo no tengo el problema de la página en blanco. No he tenido esa crisis todavía», confirma Délano en su amplia casa de Ñuñoa.
De asesinatos y obsesiones
"Hay un personaje que me persigue desde hace tiempo, que es Alejandra Montoya", cuenta Délano, y explica que ella es una de las protagonistas de El amor es un crimen. Una novela que si bien en el centro tiene dos asesinatos, no es policial: "Aquí hay dos crímenes, pero el tema de la novela no es la investigación de los crímenes. Son dos mujeres que asesinan a su marido, de distinta edad, distinta condición social, distintas razones. Cada una mata a su marido", señala.
La novela, que viene a engrosar una bibliografía de más de 25 títulos, se desliga de la trama política que en general ha ocupado a la obra de Délano. Casi sin referencias temporales, El amor es un crimen tiene su germen en una pequeña nota de la crónica roja de hace al menos 30 años: una mujer mata a golpes a su marido, porque éste le pegaba a la hija de ambos hasta dejarla ciega. Ahí una seña de adelanto del libro.
Para Estás ahí, se pueden revisar las memorias del capitán norteamericano Amasa Délano, pariente del autor, quien protagoniza la nouvelle "El rayo verde": en un giro de ficción a la historia, el capitán Délano transita por el litoral chileno obsesionado por un amor. Otra obsesión, una sexual, es la del protagonista de "Sus ojos amarillos", quien escribiendo una ponencia sobre literatura erótica y pornográfica, se distrae en recuerdos amorosos y termina por irse de putas.
"El verano del murciélago", la última novela corta de Estás ahí, en realidad es una reedición. Originalmente publicada en 1984, cuenta como una pareja que se dejó de ver en la juventud se reecuentra a los 70 años, y decide reconstruir el tiempo perdido recreando posibles situaciones pasadas y fotografiándolas.
El ambiente literario
Hace pocos días Délano vio como su nombre se veía envuelto en una desinformada polémica. El director de Chilepoesía, José María Memet, acusó al escritor de mover sus influencias como jurado del concurso del Consejo del Libro para que un proyecto de la Corporación Letras de Chile -organización de la cual forma parte- recibiera financiamiento. En realidad, Délano nunca vio el proyecto. La amistad que existía entre ambos, se quebró.
"Hemos sido amigos. Nos peleamos a menudo, pero hemos sido amigos. Hasta ahora, porque lo que él hizo yo no lo acepto. Además se desprestigió bastante porque nadie le dio crédito", dice Délano, tranquilo en todo caso. Sus 40 años en el ambiente literario chileno y mexicano le permiten salir ileso de tales discusiones.
En efecto, la historia de Poli Délano incluye tratar de tío a Pablo Neruda, quien le puso su sobrenombre a partir del nombre Policarpo; lecturas a poemas recién escritos de su amigo Jorge Teilleir; la partipación central en la generación de los novísimos -donde se siente una de las cabezas, junto a Antonio Skarmeta-; una intensa carrera en México, país en el cual aun es parte del ambiente literario; la edición de antologías como Después del 11 de Septiembre, Narrativa Chilena Contemporánea; ser pionero en la difusión de la obra de Charles Bukoswki en Latinoamerica y claro, sentarse con él en su casa.
«Lo vi una sola vez. Era uno de sus fans. Lo leía, escribía sobre él. Con un amigo fuimos una noche a su casa. Tomamos seis botellas de vino. Era un buen conversador, pero yo sentí que ya tenía un poco respuestas preparadas. Era un tipo al que ya entrevistaban mucho. Tenía algunas respuestas como estereotipadas. Por ejemplo, una cosa increíble: yo le pregunté "qué estás leyendo" y él me dijo, "mira, hace 30 años que no leo nada". Pero eso no puede ser verdad, porque en sus cuentos se nota que estaba al tanto de lo que pasaba en la literatura, conocía a los autores», cuenta Délano y apunta, que sin embargo el estilo desenfadado de Bukoswki continúa estando presente en lo que escribe.
