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Senador Nelson Ávila: ‘Sólo el destino sabe si ingresaré al Partido Radical’

Dejando en claro que el Partido Radical Socialdemócrata tiene la oportunidad histórica de exigir a los presidenciables de la Concertación que se preocupen de la »vergonzosa distribución de la riqueza en nuestro país», Ávila aclaró que pronto habrá novedades respecto de su futuro político.


Si bien las intenciones del senador Nelson Ávila de dejar la soledad política en la que se encuentra desde hace poco más de dos años dejaron de ser un misterio, tanto al interior de la Concertación como afuera de ella los rumores sobre su eventual reincorporación a la tienda de los Matta y de los León Gallo circulan con creciente fluidez y amenazan con convertirse en una pronta realidad.



Lo cierto es que por cerca de dos semanas el actual senador por la Quinta Región Costa ha mantenido sucesivas e intensas reuniones con sus ex compañeros del Partido Radical Social Demócrata (PRSD), quienes hasta hace poco tiempo eran liderados por su suegro Enrique Silva Cimma y hoy por el ex ministro de Justicia José Antonio Gómez.



Las conversaciones han dado pie para diversas especulaciones en el mundo político sobre un inminente regreso al radicalismo tras esa suerte de "travesía del desierto" que vivió luego de su expulsión del PPD, motivada -entre otras cosas- por el sonado debate que protagonizó con los hermanos Zaldívar, a los que acusó de conflicto de intereses por legislar sobre materias que les incumbían, como la pesca.



Como sea, la sola versión de su ingreso al PRSD no ha dejado indiferente a nadie dentro del oficialismo que, en medio de la pugna interna por consagrar al candidato presidencial único de la coalición, ve como el senador Ávila podría dar más fuerza y potenciar a una colectividad que -tal como lo ha señalado reiteradas veces su nuevo timonel – necesita más presencia en el Senado, en la Cámara y en el gobierno.



Ávila define al Partido Radical como una colectividad que ha escrito "páginas imborrables" en la historia de Chile y que hoy es el único que, a su juicio, defiende el rol del Estado que se desperfila cada vez más con "la irrupción de un capitalismo salvaje".



Respecto de sus preferencias a la hora de elegir al candidato único de la Concertación el parlamentario adopta la postura salomónica de afirmar que siente simpatía tanto por Soledad como por Michelle Alvear, aunque acota que "lamentablemente ambas todavía no formulan contenidos programáticos de peso".



Defendiéndose de aquellos que señalan que causará problemas al interior del radicalismo si llega a transformarse nuevamente en militante, Ávila confesó, en conversación con El Mostrador.cl, que lo ocurrido en el PPD fue insólito porque fue expulsado por "cumplir intransigentemente con el principio de probidad pública", por lo que llama a la tranquilidad al PRSD.



Mirando hacia el 2009



-Si bien, quedan bastante años para que hayan nuevas elecciones en la Quinta Región Costa, ya debe tener claro cuál será el camino que va a seguir en el 2009. ¿Irá a la reelección?
-Eso lo iremos viendo en el curso del tiempo que queda, pero existen bastantes posibilidades de que me disponga nuevamente a rendir el examen.



-En ese plano, y tomando en cuenta que necesita algún tipo de respaldo político importante para repostular al Senado. ¿Nelson Ávila se inscribe o no en el Partido Radical?
-Es un tema que se está analizando con mucho sigilo.



-¿Ha conversado de este asunto con el nuevo presidente del PRSD, José Antonio Gómez?
-Sí, lo hemos conversado, pero sólo a nivel de encuentro social, a propósito de una visita que le hizo la nueva directiva al senador Silva Cimma, debido a su enfermedad.



-Pero en ese momento, sin lugar a dudas, también se habló algo respecto de su posible transformación en senador radical…
-Hemos estado orillando el tema.



-¿Y cuál es su deseo más profundo en relación a este tema?
-Muy pocas veces comento mis deseos más profundos con la opinión pública.



-Entonces, ¿cómo le puede explicar a sus electores la metáfora acerca de estar "orillando" la posibilidad de entrar al Partido Radical?
-La opinión pública está acostumbrada a mis metáforas. Sin embargo, puedo decir que esa figura alegórica es representativa de lo que hay en este momento.



Las heridas con el PPD



-Usted está conciente que si entra al PRSD le van exigir un respecto irrestricto a la disciplina institucional del partido. ¿Cómo concretará su eventual estancia en esta tienda, tomando en cuenta que es un político acostumbrado a romper todos los esquemas?
– La verdad es que yo me muevo en la línea que marcan principios y valores trascendentes. No es fácil, más bien es imposible caer en una trasgresión flagrante de estos aspectos. Lo ocurrido en el PPD en el pasado es insólito y propio de "gines", dado que fui expulsado de esa colectividad por cumplir intransigentemente con el principio de probidad pública.



-Pero lo concreto es que aún quedan todavía algunos resentimientos con su ex compañeros del PPD, que podrían afectar su inscripción en las filas del Partido Radical
– Creo que por más que se esforzaran, no lo lograrían, porque difícilmente una colectividad seria se dejaría presionar de esa forma, sobre todo teniendo en cuenta la génesis del problema que a mí me afectó.



-¿Cuál es la principal virtud que tiene el Partido Radical y que no posee el Partido Por la Democracia?
-Sin entrar en detalles de ese aspecto, y teniendo en claro que las preguntas me llevan a empujones a pronunciarme sobre mi futuro político, podría decir que el Partido Radical tiene una trayectoria en la política chilena que le ha permitido escribir páginas imborrables. Por otra parte, es el partido que más nítidamente defiende hoy el rol del Estado, que cada vez se desperfila más con esta irrupción del capitalismo salvaje.



Regreso a las raíces



-Para usted formar parte del PRSD es volver de alguna forma a su raíces y reencontrarse con viejos amigos.
-Yo formé parte del Partido Radical en el inicio de la apertura democrática y cuento con numerosos amigos en esa colectividad, que prefiero no mencionar porque siempre quedan personas resentidas.



-¿Existe alguna fecha concreta a partir de la cual se defina su ingreso al Partido Radical
-No hay definición. Sólo el destino sabe -añade, enigmático- si ingresaré al PRSD.



-¿Hay nuevas conversaciones pauteadas para el futuro con el ex ministro de Justicia y actual timonel del PRSD?
-Eso está dentro de lo probable, aunque ignoro las coordenadas que fijará José Antonio Gómez.



-¿Cómo potenciaría usted la participación del radicalismo en la carrera presidencial al interior de la Concertación? ¿Apoyando a la DC o al bloque PS-PPD?
-Creo que el Partido Radical tiene una oportunidad histórica, en el sentido de exigir que las candidaturas con mayor opción se comprometan con los temas más trascendentales para el país, entre los que se destacan la vergonzosa distribución de la riqueza en Chile. Tema que ni la DC ni el bloque PS-PPD han abordado, puesto que nadie ha dado luces respecto a cómo se enfrentará ese problema. El PRSD tiene la gran posibilidad de convertirse en factor que imponga ese aspecto como crucial.



Presidenciables en la palestra



– ¿Con quién está Nelson Ávila: Soledad Alvear o Michelle Bachelet?
-Como personas, tengo simpatía por ambas, pero lo que a mí me interesa son los contenidos programáticos que formulen y eso todavía no ha ocurrido.



-¿Cómo define la estrategia de Lavín para enfrentar a las ex ministras?
– Lavín es el hombre de la sonrisa frígida que aunque vaya con bicicleta y todo, va cuesta abajo en la rodada, no tiene ninguna posibilidad de remontar la diferencias cada vez más marcadas entre él y las dos candidaturas de la Concertación.



-¿Qué opina del ingreso de Lily Pérez y la alcaldesa de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe, como refuerzos femeninos de la campaña del líder de la Alianza por Chile?

– Es un intento de contrarrestar la seducción que ha concitado en el país la opción de una presidenta mujer, pero -como siempre ocurre con todo lo que tiene que ver con Lavín- es imposible disimular el carácter de maquillaje de la maniobra.



La opción de la izquierda extraparlamentaria



-Apenas comenzó la carrera presidencial al interior de la Concertación usted anunció la suya como una precandidatura simbólica. ¿Ya bajó los brazos o todavía está vigente?
-Es una precandidatura que se mantiene con un propósito muy concreto que es el de instalar temas relevantes en la agenda pública. Uno de ellos, el más trascendental y que por desgracia ninguna otra candidatura con mayores posibilidades ha acogido, es el de la pésima distribución de la riqueza en el país.



– En esa línea, ¿cómo pretende posicionar y fortalecer sus proyectos en el Parlamento, de manera que no mueran en el camino como ocurrió con su polémica iniciativa que pretendía legalizar la marihuana?
– Son temas que forman parte de las inquietudes de la ciudadanía, pero que el mundo político se resiste a incorporar al debate, porque andan con la regla de cálculo en la mano, y yo no estoy por eso.



-¿En qué posición quedaron las expectativas de su frustrado movimiento Chile Ve a menos de tres meses de que la izquierda extraparlamentaria lograra un meritorio 10% en las municipales?
-En realidad quedó como una expresión ciudadana que no llegó a cristalizar como partido político, debido a que tenía que cumplir con todos los rituales de la inscripción formal como agrupación que hechos tal cual como los estipula la ley, hacen inviable cualquier intento.



-¿Cuál es su actual relación con la izquierda extraparlamentaria, tomando en cuenta que durante el pasado cercano usted estuvo bastante cerca de ese sector?
-Desgraciadamente, la impresión que me queda de la denominada izquierda extraparlamentaria es que es un archipiélago de sectas. A partir de allí es muy difícil construir una propuesta transversal para Chile. Hoy en día si se desea acometer transformaciones de importancia es imposible llevarlas a cabo en otro referente fuera de la base social de la Concertación

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