Si bien la entidad carcelaria desconoce antecedentes de algún motín en el recinto penal, tres internos sufrieron lesiones graves la madrugada del 1 de enero, por lo que -patrocinados por abogados de derechos humanos- presentarán acciones legales para que los hechos sean aclarados.
Una querella contra Gendarmería de Chile interpondrá la abogada Alejandra Arriaza, de la Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo (Codepu), contra los que resulten responsables de las lesiones provocadas a tres reos de la ex Penitenciaría durante la noche de año nuevo.
Arriaza, junto a su colega Zunilda Parra, quieren que los tribunales de justicia diluciden lo que efectivamente ocurrió la madrugada del 1 de enero al interior del recinto penal, pues las versiones de las autoridades carcelarias y de los afectados son diametralmente opuestas.
Los internos sostienen que hubo quema de colchones y un intento de motín, mientras que en Gendarmería aseguraron a El Mostrador.cl que sólo se registraron riñas entre internos, como es habitual en esas fechas, pero nada de quema de colchones, ni motines.
Sin embargo, tres internos sufrieron una serie de heridas que, aseguran, fueron producto de los incidentes. El caso más grave es de Albert Rodríguez, residente de la galería 10, quien perdió un ojo, pero también se encuentran los casos de Cristián Ramírez Matamala, de la galería 6, que sufrió una herida en un pecho, y Marcelo Ledesma, de la galería 5, que también sufrió lesiones.
La querella también menciona a dos gendarmes, los tenientes Toro y Villagrán, quienes según la versión de los internos habrían comandado las acciones represivas la noche de año nuevo.
Delito criminal
«Nosotros vamos a patrocinarlos por cuanto creemos que estamos frente a un delito criminal que requiere que sea investigado por la justicia y no solamente por las investigaciones administrativas internas que realiza Gendarmería, que no nos da garantía de un debido proceso, porque son reiterados en el tiempo», sostuvo Arriaza.
Las abogadas tuvieron conocimiento de los hechos sólo dos semanas después, cuando les llegó una carta de los internos en la que le pedían su intervención. Para ello, los visitaron el jueves recién pasado, oportunidad en la que Zunilda Parra pudo certificar las lesiones en Ledesma y Ramírez. Sin embargo, todavía no han podido tener contacto con Albert Rodríguez.
La abogada Arriaza destacó que las tres personas se encuentran internadas por haber cometido delitos comunes, por lo que su castigo ya es la privación de la libertad y, por tanto, no se pueden permitir apremios ilegítimos por parte de Gendarmería.
La versión de los internos
Parra explicó que la versión de Ledesma es que él se encontraba durmiendo en el pasillo esa noche, porque hacía mucho calor en su pieza. «En ese momento, reconocen que en la galería se comenzaron a quemar colchonetas, cuando vino la represión por parte de Gendarmería le dispararon gases lacrimógenos», afirma.
«(Ledesma) terminó con heridas, luego lo llevaron al hospital y lo cosieron, pero a la mañana siguiente se dieron cuenta que estaba infectado y lo llevaron a otro centro asistencial donde le sacaron restos de frazadas y esquirlas», asegura la abogada.
En tanto, la versión de Ramírez es que «que recibió una bomba lacrimógena en el pecho a 7 metros de distancia y que esa noche lo castigaron, lo llevaron al hospital y lo tuvieron engrillado de pies y manos. Después de una curación muy somera, asegura que lo llevaron desnudo a una sala de castigo, donde estuvo cinco días», agrega la profesional.
En enero el penal habría sido visitado por una delegación de jueces, sin embargo, Ramírez habría sido apartado del resto de la población penal y que habría sido obligado a firmar un documento para acreditar que las lesiones fueron producto de una riña.
