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Muertes por accidentes laborales: El punto débil de la construcción

El año pasado el Sesma registró alrededor de 120 muertes por motivos laborales en el rubro de la construcción sólo en Santiago, lo cual encendió la alarma en el sector y despertó sospechas sobre los datos entregados con anterioridad por las mutuales de seguridad.


La seguidilla de accidentes en faenas de construcción ocurridas a fines del año pasado -donde murieron ocho trabajadores en dos días (el más grave de ellos en Las Condes, con seis víctimas fatales)- dejaron en evidencia un problema grave que aqueja al sector y que exige una pronta solución.



Según el Sesma el año pasado hubo un aumento importante del número de muertes por accidentes laborales. Sólo en el primer semestre se registaron 116 fallecidos en la capital y, aunque el servicio aún no publica sus últimas cifras, una fuente interna aseguró que a fin de año ésta bordeaba las 200 personas. Esto significa un salto gigante en comparación a los datos obtenidos en 2003, cuando se contabilizaron 94 muertes por motivos laborales, y en 2002, cuando hubo 74 personas fallecidas.



Aunque a primera vista se puede sacar una conclusión alarmista, la verdad es que la cifra siempre ha sido alta, sólo que en 2004 aumentó el número de pesquisas.



Una fuente del Sesma advirtió que en el mismo organismo tienen dudas sobre la veracidad de las cifras entregadas con anterioridad a 2004, ya que sólo a partir de ese año entró en funcionamiento el Programa de Vigilancia Activa, que se dedica a fiscalizar los accidentes laborales por sus propios medios. Antes de eso se conformaban con las cifras entregadas por las empresas y las mutuales de seguridad, las que claramente tienen un interés por mostrar números lo más bajos posibles .



De acuerdo al Sesma, de las 200 personas muertas en Santiago por razones laborales el año pasado, alrededor de 60% corresponden a trabajadores del sector de la construcción, es decir 120 personas. Y es que este sector ha liderado por años el ranking de actividades peligrosas.



Construcción a la cabeza en muertes por accidentes



Según la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), de un total de 70.941 trabajadores de la construcción afiliados, el año pasado hubo 24 personas fallecidas por razones laborales, lo cual significa una disminución con respecto a 2003, año en que las muertes por accidentes laborales llegaron a 26.



Además, el gerente general de la ACHS, Eduardo Undurraga, indicó que la tasa de fatalidad en la construcción (sin tomar en cuenta los accidentes de trayecto) se redujo, pasando de 30,8% en 2003 a 29,6% en 2004 (cada 100 mil trabajadores). Aún así, los números son bastante altos si se toma en cuenta que la tasa promedio de la Asociación es de 6,9%.



De hecho, en 2003 el sector construcción estaba entre los líderes, en lo que a muertes laborales se refiere, siendo superado sólo por el sector forestal.



En cuanto a accidentes esta actividad económica también se encuentra a la cabeza, con una tasa de 11% en 2004. Un cambio positivo si se tiene en cuenta que en 2003 ostentaba un terrible 13,3%, sólo superado por la pesca (con 14,5%)



Complicidad perversa



El dirigente nacional de los trabajadores de la construcción, Sergio Troncoso, dudó de los datos entregadas por las mutuales, ya que a su juicio, éstas manejan las cifras para su propia conveniencia. "Existe una perversa complicidad entre los empresarios de la construcción y los que manejan las mutuales, que en la mayoría de los casos son los mismos personajes. Los empresarios no envían a los trabajadores accidentados a las mutuales para disminuir la tasa de accidentabilidad", acusó el dirigente, quien participa como representante de la CUT en la mesa de diálogo social de la Cámara chilena de la Construcción.



Troncoso afirma haber presenciado casos en que obreros han sufrido accidentes y no han sido atendidos, por lo que han tenido que acudir ellos mismos a los policlínicos municipales. También reclamó por la negativa de las mutuales a entregar atención médica a los trabajadores, cuando las constructoras se atrasan en las cotizaciones.



En su opinión, la culpa del alto nivel de accidentes que hay en el rubro es de los empresarios "que obligan a los trabajadores a cumplir horarios inhumanos, con jornadas de hasta 15 horas y, en algunos casos, de lunes a viernes".



El dirigente hizo un llamado a los empresarios "a respetar la ley, hacer prevención de accidentes y formar comités paritarios donde se incluyan a representantes de los trabajadores".



Causas, no culpables



Para Undurraga, las causas de los accidentes se pueden agrupar en dos: las acciones inseguras, que tienen que ver con la conducta de las personas (que explican 80% de los accidentes) y las condiciones inseguras que tienen que ver con el entorno como una escalera o una máquina en mal estado (responsables del 20% de los accidentes).



El gerente de la ACHS indicó que "en general, los trabajadores del sector tienen una menor conciencia preventiva y menores niveles de preparación. Además es uno de los sectores con remuneraciones más bajas porque tienen un menor nivel de preparación y menor educación. En cambio, en sectores como la minería, donde los trabajadores son más profesionalizados y tienen mayor cultura, tienen mayor conciencia de seguridad", explicó el ejecutivo.



Otro punto en contra, a juicio de Undurraga, es que las faenas de la construcción son temporales, por lo que existen altos niveles de rotación, no así en sectores como servicios e industrial.



Para evitar la mayor cantidad de accidentes posibles la ACHS promueve la capacitación y la cultura preventiva. "Nosotros anualmente capacitamos a más de 150 mil trabajadores con recursos propios a través de un programa que tiene un costo de $13.200.000.000, es decir 12% de nuestros ingresos", señaló el ejecutivo. Según Undurraga, en la Asociación consideran ese gasto como una inversión ya que de manera indirecta recuperan ese dinero. Esto porque al reducirse el número de accidentes se evitan gastos como la atención médica, el subsidio y la pensión.



Sólo para hacerse una idea del dinero involucrado, de $100 que la Asociación recibe por cotizaciones, $70 se gastan en prestaciones de salud y prestaciones económicas (estás últimas son los subsidios, indemnizaciones y pensiones). En 2004 esa entidad gastó $12.800.000.000 sólo en subsidios (sueldos al trabajador afectado), $1.000.000.000 en indemnizaciones y $9.050.000.000 en pensiones. En total, sólo en prestaciones económicas, la entidad desembolsó $22.850.000.000 en 2004 y en salud invirtieron $39.000.000.000.



Si se calcula que la ACHS representa 54% del mercado -ya que l la Mutual de seguridad es dueña de 33% y el IST del 13% restante- se puede obtener el monto total que año a año se invierte en seguridad. Cifras que dan para pensar en que el problema de la seguridad es, para muchos, un problema económico más que uno de índole social.

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