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«Competimos con candidatas más débiles, lo cual no significa que sea fácil’

El diputado gremialista y asesor de Joaquín Lavín en la campaña se mostró confiado en el éxito de éste en su carrera a la presidencia. Indicó que las mayores posibilidades de la derecha en estas elecciones están dadas por la menor capacidad de aunar voluntades de las abanderadas de la Concertación.


Cristián Leay no esconde su fascinación por Cristina Bitar. A la salida de la reunión de presentación de la generalísima de campaña a la directiva de la UDI realizada el viernes, el diputado UDI por la Región Metropolitana no dejó de alabarla "por su capacidad, por su talento, por el tremendo aporte que está realizando en la campaña". Y es que ambos se conocen hace muchos años, ya que Cristián es íntimo amigo de su marido, Juan Pablo Solís de Ovando.



El papel de Leay en la campaña presidencial es parecido al que desempeñó en la elección de 1999: trabajo en terreno. De la "Caminata del cambio" que dirigió a comienzos de la campaña pasada, pasó a liderar "Compartiendo con Chile", que tuvo a Lavín y su grupo de asesores recorriendo Chile de norte a sur para evaluar las necesidades de la gente.



-¿Cuál es el parecido que existe entre la campaña del 99 y la que recién comienza?

-El mayor parecido es que tenemos un tremendo candidato, con una gran capacidad de trabajo, con capacidad de liderazgo y encantamiento. Ahora obviamente hay circunstancias políticas, económicas diferentes. El país cambió.



-¿La vez pasada -debido a la difícil situación económica del Gobierno de turno- la elección presentaba menor dificultad?

-Al contrario, yo diría que nosotros la vez pasada competimos con la persona más capacitada y con más liderazgo que ha tenido la Concertación, que es Lagos. Hoy día la situación es distinta. La verdad es que tenemos candidatas de mucho menor liderazgo, si bien es cierto que pueden tener buen marketing, no tienen un liderazgo fuerte ni siquiera en sus propios partidos. Soledad Alvear no tiene liderazgo en la Democracia Cristiana, ni tampoco creo que Michelle Bachelet tenga un liderazgo activo en el Partido Socialista. Obviamente competimos con candidatas más débiles, lo cual no quiere decir que sean fáciles. Va a ser una elección tan reñida y tan disputada como la del 99. Pero veo que en esta elección la capacidad de ganar está en nuestras manos.



-¿Cuál de las dos candidatas presenta una menor dificultad para Joaquín Lavín?

-A mi me gustaría que fuera la Michelle Bachelet la candidata, porque nosotros tenemos ventajas comparativas sobre ella muy relevantes.



-¿Cuáles?

-Capacidad, liderazgo, confianza.



-¿Cómo evalúa la campaña a la luz de las encuestas, que reflejan a un Joaquín Lavín posicionado muy por debajo de sus contendoras?

-La verdad es que las encuestas reflejan momentos, circunstancias. Obviamente la Alianza, después de la elección municipal tuvo un bajón importante, lo que generó un ambiente de cierto pesimismo, incluso en nuestra propia gente. Pero yo creo en la capacidad de liderazgo de Joaquín y que será capaz de reencantar a la gente.



-Cristina Bitar señaló que esperaría a ver los resultados de las encuestas en julio antes de preocuparse por los resultados. ¿Está de acuerdo?

Al igual que en las elecciones de 1999 nos ha tocado partir de chico a grande. Creo que Joaquín va a ir levantando, pero no me quiero poner un plazo en ese sentido. Tengo confianza no sólo que vamos a remontar en las encuestas, sino que vamos a ganar en diciembre. Creo que la única encuesta que vale es para la elección.



Disputa parlamentaria



-¿Se complica de alguna manera la elección presidencial al realizarse simultáneamente a las parlamentarias?

-Yo no diría que se complica, pero sí tiene matices distintos. Tanto la Concertación como nosotros tenemos que conciliar listas parlamentarias y favorecer la competencia dentro de cada coalición. Porque en la medida que haya competencia se fortalece el proyecto de Lavín.



-Pero ya ha habido fuertes conflictos por la disputa de cupos parlamentarios.

-Siempre cuando negocias, en cualquier plano, se confrontan distintas visiones y hay que ceder, lo que genera ciertas fricciones. Pero nosotros esperamos que se resolverá el tema de las listas parlamentarias lo más luego posible.



-Pero además es complicado que ambas campañas se realicen en forma simultánea porque cada una apela a un voto diferente.

-Si tuviéramos candidatos que corrieran solos o candidatos protegidos podría darse eso, porque a esa persona le bastaría contar con un tercio de los votos para ser electo senador o diputado. Pero si a eso tú le agregas una competencia real al lado, ambos tendrán no sólo que pelarse el voto duro, sino que también abrirse para buscar nuevos nichos que le permitan triunfar. Y esa competencia es la que favorece también a la campaña de Joaquín Lavín.



«Competencia saludable»



-¿Y esa competencia no genera también un cierto desgaste?

-Depende de cómo sea la competencia. Si es entre personas y se focaliza en determinados cargos senatoriales como una competencia entre RN y UDI sería súper negativo, pero una competencia sana, propia de la democracia, es saludable.



-¿La pelea entre Novoa y Piñera por Santiago Poniente, puede ser una estrategia de Piñera para usarlo como arma negociadora?

-Yo creo que se pueden ocupar muchas armas negociadoras, pero lo que tenemos que lograr es una buena negociación parlamentaria, con dos objetivos clave. El primero es tener mayoría en la Cámara de Diputados, obteniendo en 59 distritos un diputado y en Las Condes dos diputados y lograr un senador en cada circunscripción. El segundo es realizar como partido el mayor aporte con el trabajo en terreno para sumarle la mayor cantidad de votos a Lavín. Para lograr todo aquello se necesita competencia.



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