La bancada de diputados de RN, encabezada por Pablo Galilea, realizó un fuerte cuestionamiento al presidente de la tienda, principalmente por su falta de liderazgo. Pese a esto, Díez desmintió a la salida de la reunión que se haya pedido su renuncia y aseguró que se mantendrá en el cargo hasta que finalice su período.
Un día agitado tuvo ayer la directiva de RN. Además de la reunión que realizan todos los lunes para analizar los temas de partido, la mesa recibió a un grupo de diputados de la tienda capitaneados por el presidente de la bancada, Pablo Galilea, quienes criticaron la forma en que se está dirigiendo la tienda.
La principal crítica que realizaron los parlamentarios fue la falta de "perfilamiento político de RN en los temas importantes del país. Creemos que la mesa debe tener una participación más importante en el debate de los temas nacionales", en palabras del propio Galilea. La misma queja que manifestaron los parlamentarios que pidieron la cabeza de Díez el fin de semana recién pasado, quienes manifestaron su disconformidad con el dirigente por su falta de liderazgo, por su baja figuración y por la ausencia de una postura clara sobre los temas políticos contingentes.
La respuesta de Díez y el resto de la mesa fue clara: "la responsabilidad es también de los parlamentarios, quienes deben ejercer un papel fiscalizador más activo y poner temas en el tapete", según comentó uno de los diputados presentes. Sin embargo, según la misma fuente, el ex embajador de Chile en la ONU se comprometió a tener una mayor presencia y a no delegar los temas del día a día en Cristián Monckeberg, secretario general de RN, quien al final era quien ejercía la vocería.
Otro de los dardos de los diputados apuntaron a la demora que ha habido en la conformación de la plantilla parlamentaria y a la poca injerencia que ha tenido la mesa en el tema. Sin embargo, con respecto a este punto llegaron a acuerdo ya que la directiva les mostró el informe elaborado por la comisión encargada del tema -liderada por el senador Sergio Romero- y los diputados reconocieron (por lo menos públicamente) que la cosa estaba más avanzada de lo que pensaban.
También criticaron el atraso que ha tenido el proceso de modernización del partido "al que debiera apretársele el acelerador a fondo para sacarlo adelante". La percepción general es que este proceso está virtualmente estancado y que hay que imprimirle la mayor urgencia posible.
Paños fríos
A pesar de lo grave de las imputaciones, a la salida del encuentro tanto Galilea como Monckeberg intentaron bajarle el perfil al asunto.
"Quiero desmentir categóricamente que las intenciones de la sala de diputados quiera pedirle la renuncia al presidente del partido. Si RN quiere hacer realmente un aporte a la Alianza por Chile y quiere aportar a la candidatura de Joaquín Lavín sin duda que una renuncia de la mesa estaría en la dirección exactamente contraria", expresó el presidente de la bancada de Renovación, quien agregó que "un cambio a estas alturas siempre va a tener algo de traumático".
"Hoy día cualquier crisis que afecte a la mesa va a en perjuicio de RN. Y la prudencia aconseja que la mesa siga trabajando apoyada fuertemente por la bancada de diputados y por los senadores del partido con el objeto de tener un gran resultado electoral en diciembre de este año", señaló Cristián Monckeberg.
A pesar de los paños fríos y los discursos oficiales, el hecho es que el cuestionamiento al liderazgo de Sergio Díez fue realizado en forma pública y, de alguna u otra forma, ello podría precipitar una decisión por parte del ex senador. El asunto fue analizado por la directiva y fue tocado en la Comisión Política, realizada rato después, y la mesa decidió frenar en seco las especulaciones.
Díez niega que su salida
El mismo Sergio Díez salió a desmentir que le hayan pedido la renuncia y le bajó el perfil a las críticas recibidas por los parlamentarios.
"Tanto el senador Espina como todas las personas que se han sindicado como mis reemplazantes en la mesa del partido han desmentido (que quieran que renuncie) y los diputados me negaron que esa sea su intención. De manera que este no es un problema de Renovación Nacional, es un problema de El Mercurio", afirmó el presidente de la tienda de Antonio Varas, tratando así de evitar responder a los cuestionamientos a su papel en la directiva.
De paso, aprovechó de negar cualquier posibilidad de bajarse de la mesa directiva. "Voy a ser presidente hasta que termine mi período", aseguró tajantemente.
No obstante, reconoció que su intención es entregarle el mando a las generaciones más jóvenes del partido. Pero anunció que eso no será ni ahora ni en mayo, ya que "los momentos políticos no son adecuados para ello".
La versión que circula dentro de RN es que "don Sergio" está esperando el momento para renunciar dignamente. Un diputado perteneciente al sector más conservador de la tienda señaló que la situación actual -en que el ex senador está siendo fuertemente cuestionado- no es propicia para que "haga abandono del barco". "Lo mejor es esperar que se calmen las aguas y ver qué pasa", expresó.
Posibles escenarios
Independientemente del cuestionamiento que existe a la figura de Díez en el sector parlamentario de RN, es sabido que éste cuenta con el apoyo de un amplio sector de la colectividad. "Al menos el 70 por ciento de las bases", asegura un miembro de la colectividad. Por ello, Díez y los suyos están tranquilos ya que saben que "de presentar la renuncia podrán poner en la mesa a quienes quieran".
Esto echaría por tierra las aspiraciones de algunas figuras destacadas del partido como Piñera o Espina de asumir el mando otra vez.
Así lo señaló a El Mostrador un miembro de la mesa de Renovación. "Todos saben quién está detrás de este nuevo golpe de estado. Son los mismos que quieren llegar a la presidencia en 2010. Y qué mejor plataforma que la dirección del partido para comenzar a hacer campaña", explicó la misma fuente.
Uno de los escenarios posibles es que una vez que se calme un poco el revuelo generado por el fallido intento de golpe de timón -el tercero que ocurre desde que Díez asumiera- éste organice un "cambio de mando" y ponga en su lugar a la tan comentada "nueva generación". Esto puede ocurrir en cualquier momento, pero lo más probable es que suceda el 7 de mayo, día en que se realizará el Consejo General del partido.
Otra de las posibilidades es que los parlamentarios golpistas sigan promoviendo un cambio de directiva y que se convoque un Consejo General antes del 7 de mayo. En este caso uno de los candidatos seguros sería Alberto Espina, pese a que él lo niega. Sin embargo, en el caso que el partido se quede sin "capitán" y exista un vacío de poder, el senador estaría dispuesto a presentar su opción.
La última opción es que se mantenga la actual mesa directiva para no afectar negativamente la campaña parlamentaria de RN y la misma campaña presidencial de Lavín, ya que la falta de gobernabilidad al interior de la Alianza le juega en contra al candidato. En este caso será necesario imprimirle un mayor liderazgo y cambiar los aspectos hoy señalados por los diputados de la tienda.
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