Ena, una de las caras nuevas del equipo de colaboradores de Joaquín Lavín en su campaña presidencial, reconoce que el pacto opositor tiene un problema interno grave, que le puede jugar en contra en su carrera a la Moneda. "Si queremos ser Gobierno, hay que apretarse los pantalones y trabajar por un proyecto colectivo", asegura.
"No me pongas por favor que el instituto es de la UDI, porque es independiente. Y tampoco pongas que es de derecha, porque entonces qué pasa con la gente de centro derecha que forma parte de la Alianza por Chile", señala con una preocupación bastante académica Ena Von Baer, la investigadora del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD) que fue recientemente convocada por el comando de campaña del presidenciable de "centro derecha", Joaquín Lavín.
Tiene 30 años, pero su currículum vitae parece el de una persona mucho mayor. Estudió Periodismo en la Universidad Católica, hizo un master en estudios europeos y un doctorado en Ciencias Políticas, ambos en Alemania. Este es su cuarto año trabajando en LyD, actividad que tendrá que conjugar con la acción política, ahora que decidió responder al llamado del abanderado del conglomerado opositor. En el comando estará a cargo de la Dirección de Contenidos de la campaña junto al abogado Juan Carlos Eichholz.
-¿Lavín está ahora en un período de precampaña?
-No, es de campaña, pero creo que la campaña tiene dos tiempos. Una es de aquí a que se hagan las primarias y la otra es cuando ya se defina la candidatura de la Concertación. Ahí va a comenzar la campaña de verdad.
–Se ha dicho que ahora va a ser más difícil para Lavín mantener el centro de atención porque va a estar concentrado en la Concertación
-Si bien por una parte existe peligro para Lavín de que la atención se centre en las dos candidatas de la Concertación, creo que esta es una oportunidad para Lavín de presentar un enfoque distinto y comenzar a ganar espacios comunicacionales. Él tiene el desafío de presentar propuestas alternativas a las que vayan planteando ellas.
Repunte en las encuestas
–No será quizás una justificación decir que Lavín va a repuntar en las encuestas una vez que se defina la Candidata del pacto oficialista
-Yo creo que el hecho de que Joaquín Lavín está detrás en las encuestas ya no necesita más justificaciones, es una realidad y hay que ponerse a trabajar para revertirlo. Pero hay que tener en cuenta que estamos al comienzo de la campaña y el 99 la situación al principio tampoco se veía positiva. Las expectativas ahora son más altas porque el candidato una vez ya sacó una alta votación, pero quedan todavía varios meses por delante.
-Se dice que Lavín ya no es una novedad. ¿Está de acuerdo con eso?
-El Gobierno logró de que la novedad sea reemplazada por el cambio de género. La novedad hoy día se llama mujer. Pero yo considero que no es una novedad tan grande. Joaquín Lavín lleva mucho tiempo en carrera por lo que hoy día la outsider, políticamente hablando, es Michelle Bachelet.
-También está el hecho de que el Gobierno de turno cuenta con una alta aprobación
-Sin duda. Además la gente está con síntomas de mucho optimismo, hay crecimiento económico. Por eso el desafío de Joaquín Lavín es mostrar que aunque están bien las cosas no están tan bien como podrían estar.
-Algo parecido al lema que lanzó la UDI hace unas semanas
-Claro. Hay que mostrar que todavía tenemos muchos problemas en educación, hay pobreza, hay desempleo, hay delincuencia, etcétera, y que podemos estar mucho mejor de lo que estamos.
El fenómeno Bachelet
-Cuál de los tres candidatos, a su juicio, tiene mayores atributos para asumir una tarea de tal relevancia como la presidencia de la república
-Yo creo que Soledad Alvear está bien preparada, ya hizo una gestión importante y demostró que tiene la capacidad de formar buenos equipos. Pero yo no sé si es que ella tiene realmente el control. Ya tiene problemas dentro de su partido y la verdad es que frente al fenómeno avasallador que es Bachelet, creo que esta última será la candidata. Para Soledad Alvear va a ser muy difícil remontar porque está muy abajo en las encuestas.
-Al parecer para Bachelet el hecho de ser socialista ya no es un punto en contra
-Veamos primero cómo ordena las cosas, porque ella ahora tiene varios desafíos dentro de su propio comando. Nosotros vemos que hay una pugna dentro del PS-PPD por el control. Además, existe una pugna aún mayor entre el sector liberal y el de Camilo Escalona y Carlos Ominami. Ahí ella tiene que hacer una definición, eso es lo que va a definir su candidatura en el sentido de mostrar quién es Michelle Bachelet realmente. Ella no puede mantener esta indefinición de aquí hasta el fin de los días. El camino de la indefinición no lo va a poder mantener hasta el final, porque no puedes hacer una campaña sin decir qué es lo que quieres hacer, sin hacer ningún tipo de propuestas, que es lo que ella está haciendo ahora. Ella tiene que definir si es Camilo Escalona o es Expansiva.
-¿Usted qué cree que es?
-Bueno, su extracción viene de Camilo Escalona. Ese es el grupo de donde ella viene, de la parte más de izquierda del partido Socialista. Y ella ha tratado de ampliarlo acercándose a la gente más liberal, pero a ésta última la conoce hace muy poco tiempo.¿Qué es Expansiva para Michelle Bachelet? ¿Es sólo la cara que va a mostrar para llegar al Gobierno? Además hasta ahora no ha demostrado el liderazgo necesario en su campaña. Si te fijas ella no se define en ningún tema. Ella va a formar comisiones, va a estudiar el tema, va a escuchar a los ciudadanos. Pero el liderazgo es más que eso: es plantear ideas nuevas, es darle soluciones a los problemas de la gente.
Conflictos internos
-Existe cada vez menos diferencia entre los candidatos. ¿Es algo negativo?
-Es lógico que en una competencia a dos bandas cada candidato intente atraer al votante de centro, lo cual es bueno porque genera una competencia centrípeta en vez de una centrífuga, lo cual hace que el discurso se mueva hacia el centro y que el sistema sea más estable.
-Algo que tienen en común los candidatos es el desorden al interior de los partidos, especialmente en el caso de Lavín
En ambos casos hay desorden porque se realizarán las elecciones presidencial junto con las parlamentarias y los partidos tienen que plantear su negociación parlamentaria de manera paralela a la campaña presidencial.
-Se ha tratado de bajarle el perfil al conflicto al interior de la Alianza. Incluso el mismo Allamand afirmó que la alianza UDI-RN es un pacto electoral y no una coalición
La Concertación tiene mucho más claro que para poder llegar al poder hay que entenderse y eso la Alianza también lo tiene que hacer, si quiere ser Gobierno. La Concertación lo hace mucho mejor, porque se pelean y tienen conflictos súper profundos pero no se nota tanto. En la Alianza los parlamentarios trabajan muy unidos, pero los conflictos superan esa labor en conjunto. Yo creo que ahí hay un problema.
-¿De liderazgo?
-Creo que es de manejo comunicacional, más bien.
-Sin embargo, en el caso de Renovación, Sergio Díez ha tenido serios problemas para ordenar a su gente en temas tan relevantes como cuál es el candidato presidencial
-Tienes razón. Si queremos ser Gobierno, hay que apretarse los pantalones y trabajar por un proyecto colectivo. Y hay que definir que el candidato único es Joaquín Lavín y es el mejor candidato que nosotros tenemos en este momento.
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