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Rector de la Universidad de Chile recomienda vetar ley de financiamiento

Según Luis Riveros, la aprobación del proyecto traerá más »discriminación» en las Ues tradicionales, ya que algunos podrán estudiar con las bajas tasas de interés que ofrece el Fondo Solidario, mientras que otros deberán asumir mayores costos en el sistema bancario.


El rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, se sumó a las críticas contra el proyecto de ley sobre financiamiento para la educación superior y, al igual que los dirigentes estudiantiles, instó al Presidente Ricardo Lagos a vetar la iniciativa una vez que sea aprobada por el Congreso, para excluir a las casas de estudios que integran el Consejo de Rectores.



"La idea es que el Presidente adicione algunas consideraciones que tomen en cuenta aspectos que en mi opinión son cruciales. Creo que hay que seguir adelante con la ley, pero obviamente estas adiciones que tienen que venir del Ejecutivo no pueden ser de orden parlamentario. Deben incluirse para que salga una buena ley y no tengamos conflictos en cinco años", dijo el académico a El Mostrador.cl.



Para Riveros no es posible que las universidades tradicionales tengan dos formas de financiamiento: una a través del Fondo Solidario de Crédito y otra -que se va a generar con la nueva ley- mediante el sistema bancario. Lo anterior dará origen, a su juicio, a una discriminación inexplicable, porque los alumnos de una misma institución estudiarán con distintas tasas de interés.



"En una universidad pública como esta, vamos a tener dos tipos de estudiantes. Unos con créditos que están al 2% (Fondo Solidario) y otros con créditos al 7% (nuevo sistema). Entonces la pregunta que vamos a tener que contestar es cómo hemos sido capaces de establecer esa discriminación", afirmó.



"Por eso el proyecto merece revisarse nuevamente y en ese sentido le encuentro mucha razón a los estudiantes. Aquí no se trata de negar el financiamiento a los estudiantes de las universidades privadas, nada más lejos de eso. Pero creo que hay que revisar esto para que los mecanismo de conexión entre uno y otro fondo sean mucho más explícitos y estén mejor diseñados", precisó.



Fuera de discusión está el que la iniciativa permita a los estudiantes de centros de formación técnica, institutos profesionales y universidades privadas obtener créditos en el sistema bancario, con el aval del Estado y de la institución en que hayan escogido estudiar.



Temores justificados



Sin embargo, los estudiantes de las casas de estudios temen que este sistema sea el comienzo del fin del actual Fondo Solidario, razón por la que a mediados de la semana pasada realizaron manifestaciones a nivel nacional y programaron para mayo nuevas protestas.



Para Riveros, el temor es justificado porque los gobiernos futuros podrían escudarse en restricciones fiscales para no alimentar el actual sistema y por lo tanto, obligar a los estudiantes a optar por la nueva modalidad.



"Vamos a depender un poco de las voluntades que van a existir año a año. Porque obviamente la tentación basada en las restricciones fiscales va a obligar a que los estudiantes recurran a los fondos privados (bancos)", afirmó el académico.



Asimismo, explicó que el Gobierno debe evaluar muy bien lo que está haciendo con el proyecto de reingeniería del Fondo Solidario que próximamente enviará al Congreso Nacional el que, a su juicio, deberá estar centrado más en perfeccionar la gestión que otorgar sólo mayores recursos.



"Esto no tiene que ver sólo con el monto de los recursos disponibles, sino que también con la gestión. Se requiere un rediseño de cómo está funcionando actualmente, porque todos estos problemas que se están acumulando de recuperación (de fondos) se deben a un problema de diseño y a otro de gestión. Siempre he planteado que hay que sacar la gestión de las universidades para que no sean 25 fondos los que operen, sino que sea sólo asigne y que las universidades ejecuten simplemente las decisiones. Por eso se tiene que hacer con mucho cuidado", afirmó.



"Muchos se hacen los tontos"



Por su parte, el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, agregó que el proyecto es bueno porque hace justicia con un sector que hasta el momento no contaba con un real sistema de financiamiento y, si bien consideró que lo ideal habría sido un sistema crediticio único, éste era inviable en cuanto a su nivel de recaudación.



"La alternativa era, por supuesto, hacer un sistema de crédito solidario para todos, pero el problema es que el actual sistema adolece de varias fallas. Aunque todo el mundo pagase todo lo que debe, está diseñado de tal modo sólo recaudaría el 60 0 70 por ciento de lo que se dio inicialmente, por consiguiente no rota", señaló el académcio.



"En segundo lugar, lamentablemente, no todo el mundo paga, muchos se hacen los tontos. Algunos lo hacen porque no pueden efectivamente, pero otro saben que no les va a pasar nada, por eso mientras no se corrijan esas fallas es iluso pensar en que se iba a aumentar o hacer lo mismo para las universidades particulares", sostuvo.



Por ello, explica que el crédito solidario "debería ser pagado con el mismo rigor que se paga al banco, si no es un frescura. Lo que lamentablemente aumenta con las fallas del fondo: sólo se cobra como máximo el 5 por ciento de lo que ganas, al año 15 caduca al margen de cuanto debas. Esto, a diferencia de un crédito hipotecario donde se suele pagar un 20 por ciento, entonces un sistema diseñado de esa forma no va a durar aunque exista o no esta nueva ley", puntualizó.

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