Para este cientista político, militante PS y parte del comando de Michelle Bachelet, el arribo de Sebastián Piñera perjudica directamente al electorado de Joaquín Lavín, contradiciendo las versiones que dicen que suma votos nuevos. También afirma que su principal potencial está en el ánimo positivo que le inyecta a sus filas, el mismo que escasearía en el gremialismo.
Que Sebastián Piñera sume votos y no se los reste a Joaquín Lavín es algo que circula sólo en la derecha. Por lo menos eso es lo que piensa Francisco Javier Díaz, cientista político de Chile 21 (think tank del Partido Socialista) y encargado de programa del comando de Michelle Bachelet.
Díaz, quien además es abogado de la Universidad de Chile, master en políticas comparadas de la London School of Economics y candidato a doctor de la Universidad de Pittsburg, asegura que la pelea por los votos por parte del dueño de Chilevisión se va a dar más en el campo de la derecha y que a la Concertación no la va a afectar en más de 3 por ciento del electorado.
Este cientista político, militante del PS, tiene 34 años y un currículum bastante potente. Se hizo conocido por sus columnas en el diario La Nación, y especialmente en una de ellas donde predijo que dos mujeres (Alvear y Bachelet) se enfrentarían a Lavín en estas elecciones. En el escenario actual opina que es exagerado comparar a Piñera con un terremoto o con un tsunami, ya que hasta ahora siente que su arribo a la política no ha provocado grandes cambios para la Concertación, aunque sí para Joaquín Lavín.
-Hay dos posiciones extremas que han asumido los analistas políticos con respecto al aterrizaje de Piñera en la pista presidencial. Unos han sobredimensionado su potencial electoral y otros han intentado minimizar los efectos que pueda provocar en el escenario político. ¿Con cuál de los extremos se identifica más?
-Yo creo que la candidatura de Piñera ha tenido hasta ahora un mayor impacto mediático que real, por lo que me identifico más con la segunda postura. Aunque dentro de ese grupo soy de los que creen que Piñera tiene potencial de crecimiento, pero que hasta ahora no es posible evaluar ya que no hay encuestas que lo demuestren.
-Pero sí hay encuestas que demuestran que obtuvo una buena tajada a sólo días de su proclamación.
-Sí, pero hasta ahora todas ellas -que indican que sube desde 0 a 15 por ciento- han estado dentro del margen de error.
Piñera crece a costa de Lavín
-¿Y ese crecimiento lo lograría con los votos de qué candidato?
-El 90 por ciento de su votación lo saca con votos de Lavín, ya que en un comienzo Lavín estaba sólo y sacaba un 40 por ciento y hoy día está con 25 por ciento y Piñera con 15. Son votos de Renovación Nacional que antes eran acaparados por Lavín.
-¿Y los votos de centro de los que tanto se ha hablado?
-Yo tiendo a pensar que se puede llevar una "colita" de votos de centro, pero muy chiquitita. No más de un 2 o 3 por ciento.
-¿Y Lavín?
-También agarra un 2 o 3 por ciento, lo cual sumado a lo que puede agarrar Piñera da un máximo de 6 por ciento de los votos de centro, no más que eso. Pensar otra cosa es pasarse películas, si la votación de la DC se va a mantener en un 80 por ciento dentro de la Concertación.
-Eso quiere decir que la votación de Piñera dependería sólo de cuánto le roba a Lavín?
-Eso es lo central: ¿Cuánto crece Piñera a costa de Lavín? Si Piñera quiere tener alguna posibilidad tiene que lograr tener la hegemonía dentro de la derecha. Toda su estrategia de captar el voto de la DC o del centro pierde toda relevancia si no gana votos en la derecha. Y ahí la cosa está muy difícil, porque dentro de la derecha la UDI tiene un piso de 20 a 22 por ciento muy UDI y muy estable. Y cualquier persona que haya hecho campaña en la calle, como yo, se da cuenta que la UDI tiene una red o clientela muy grande.
El clima en la derecha
-Si es como usted dice, entonces la Concertación no tiene porqué tenerle temor a Piñera.
Yo por lo menos no le tengo temor a ninguno de los dos, aunque reconozco que son dos buenos candidatos que sumados, si es que hacen bien las cosas, podrían lograr más de lo que tienen actualmente. Por ejemplo, lograr un 46 por ciento.
-¿Qué factores pueden influir para que la balanza se incline hacia Lavín o Piñera?
-Creo que lo central es el ánimo de la campaña de Lavín. Ahora, por lo que veo, él está de muy buen ánimo pero no la gente que lo rodea. El jueves en una comida en honor a Jovino Novoa pifiaron a Piñera y, en general, existe la percepción de qué él les vino un poco a aguar la fiesta. Veo un ánimo de desilusión y eso es malo para su campaña. En cambio, si hay algo que ha logrado Piñera es imprimirle ánimo a su gente, lo que es muy importante porque son las personas que están en la calle haciéndole campaña. Ese es su principal arma, su principal potencial.
¿Puede decirse que el principal enemigo político de Lavín sea el mismo Piñera?
-No, yo creo que el peor enemigo de Lavín es él mismo, porque su campaña depende de él. Si Piñera le saca más votos va a ser por culpa de Lavín, no por mérito de Piñera. Yo creo que si Lavín logra que el ánimo no decaiga, que logre imponerse como líder indiscutido dentro de la UDI, movilizar a los candidatos UDI por todo Chile en forma cohesionada y si logra que todas las caras ligadas al pinochetismo salgan, pienso que Lavín se va a mantener en su posición de 20 a 25 por ciento.
En el caso de que haya una segunda vuelta hay quienes afirman (como por ejemplo, Pablo Longueira) que los votos de Lavín emigrarían a Michelle Bachelet antes que a Piñera. ¿Usted qué cree?
-A ver, Longueira lo dice porque quiere generar un efecto político con la declaración, pero creo que tiene un dejo de razón en el sentido de que efectivamente existe un votante que se mueve entre Lavín y Bachelet. Yo fui a candidato a concejal por Las Condes en la elección pasada y ahí las mismas personas que aplaudían a la UDI aplaudían a la Concertación. Efectivamente hay un votante que se siente atraído por la empatía y la cercanía que tienen ambos. Se trata de un voto popular y femenino, principalmente.
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