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«Es una infamia que se pretenda vincular a la señora Bachelet con el FPMR»

Uno de los hombres que más conoce a quienes formaron parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, el ex jefe de la BIOC, Jorge Barraza, desmiente que alguna vez se haya investigado a la abanderada presidencial de la Concertación por este motivo y niega que Rómulo Aitken lo haya contactado para iniciar una »guerra sucia» contra Michelle Bachelet.


Luego de investigar el secuestro de Cristián Edwards y el asesinato del fundador de la UDI, Jaime Guzmán, el comisario (r) Jorge Barraza, jefe de la desaparecida Brigada Investigadora de Organizaciones Criminales (BIOC) de la Policía de Investigaciones, es quizás uno de los hombres que más conoce a quienes conformaron el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).



Hoy está de vuelta en la noticia porque uno de los hombres con quien trabajó en la BIOC, Rómulo Aitken, ex jefe de la Brigada contra el Crimen Organizado (Brico) y la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE), está detenido por recuperar evidencia para un narcotraficante utilizando para ello una amplia red de contactos al interior de la institución.



Pero el problema más grave de todo es que Aitken prestaba servicios de seguridad al comando de Joaquín Lavín y según información publicada el viernes por La Nación habría contactado a Barraza con el fin de recabar antecedentes que pudieran vincular a la candidata presidencial de la Concertación, Michelle Bachelet, con el secuestro de Cristián Edwards.


Barraza reeditará su libro sobre el crimen del Guzmán bajo el título «Razón de Estado»

Sin embargo, Barraza lo niega y de paso desmiente cualquier tipo de pesquisa en relación a Bachelet. El comisario (r) afirma que no está vinculado a ninguna operación, ni menos a la UDI; de lo contrario, asegura, estaría hoy ocupando el puesto de Aitken.



El policía en retiro hoy luce algo más delgado que en sus tiempos de gloria, debido a un cáncer al estómago del cual tuvo que ser operado este año. A pesar de ello, alista sus maletas para trasladarse definitivamente desde Concepción a Santiago para montar una oficina de peritos que preste asesorías en el marco de la nueva reforma de justicia.



Además, publicará una nueva edición del libro "Tributo a nuestra patria", sobre el asesinato de Jaime Guzmán, el cual pasará a llamarse "Razón de Estado", cuyo único cambio inicial será la contraportada del texto en cuya primera edición se puso una imagen del senador, Jaime Guzmán, lo que, afirma, le valió cargar con el estigma de su emparentamiento ideológico con el "gremialismo".



-Usted es quizás una de las personas que más información maneja sobre el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), ¿la actual candidata presidencial de la Concertación, Michelle Bachelet, fue investigada en alguna oportunidad?, ¿ella tiene que ver algo con el Frente?

-Nada, absolutamente nada. Es una infamia y es un asesinato de imagen que se pretenda vincular a la señora Bachelet con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Aún más, cuando afloran las filtraciones a la prensa para conocer la presunta relación de la señora Bachelet, en la época en que ella era ministra de Defensa con un ex integrante de dicha organización, está muy claro que esto obedeció a una operación política.



Asesinato de imagen



-¿De qué tipo?

-Era una operación política, llamada asesinato de imagen, digitada por el aparato de inteligencia cubano en Chile, que es muy poderoso y que es muy complejo, como una forma de pasarle la cuenta al gobierno del Presidente Lagos por la votación de Chile en las Naciones Unidas contra Cuba, por los atropellos a los derechos humanos que ocurren en la isla. Entonces, la cuenta se la pasan a Michelle Bachelet con una infamia, con un infundio de esta naturaleza.



-¿Entonces ella nunca fue investigada?

-Nosotros partimos investigando el primer hecho criminal que esta organización terrorista denominada FPMR realizó en este país, que es el asalto a un jeep pagador del Servicio de Seguro Social en La Ligua, en el túnel La Grupa, donde asesinaron a un joven carabinero de 22 años. Desde esa investigación, que nos permitió llegar a los niveles de dirección de ese entonces, hasta el secuestro de Edwards, que también lo aclaramos, al igual como el homicidio de Guzmán o el homicidio de Fontaine, que nos permitió a su vez llegar a toda la dirección nacional, jamás nunca nos apareció alguna vinculación entre la señora Bachelet y este grupo terrorista. Jamás nunca investigamos una pista siquiera que tuviera relación con ella.



-¿Es efectivo que Aitken lo contactó para recabar información sobre el secuestro de Cristián Edwards?

-Creo que es importante salir de frente a todas las falacias, vengan de donde vengan, y esta es una falacia. Yo al señor Rómulo Aitken no lo veo personalmente desde hace exactamente trece años cuando lo saqué de la unidad que yo comandaba: la Brigada Investigadora de Organizaciones Criminales (BIOC).



Diferencias con Aitken



-¿Por qué lo marginó?

-Lo saqué porque era la persona que informaba -saltándose al mando- al director Nelson Mery. El señor Aitken es un hombre de confianza del director desde el año 1977, cuando estuvieron juntos destinados en Iquique; es decir, son amigos de toda una vida. Ese factor hizo que durante el trabajo que nosotros hicimos para aclarar el homicidio del senador Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards, al tener detenido a los autores, el director Mery me ordenó que se integrara a nuestro equipo para trabajar en la confección del parte al ministro Luis Correa Bulo, con quien también tenía relación profesional y fluida.



¿Cuál es su opinión de él?

-Ahora, Rómulo Aitken es un profesional de alta preparación, especialmente en el área de drogas, y en esa época nosotros ocupamos sus servicios en la confección del parte del secuestro, en la relación, en la reconstitución de escena, en todos los detalles ya que nosotros no estábamos aquí cuando ocurrieron. De hecho, cuando secuestran a Edwards estábamos en Concepción trabajando en los detalles del asesinato del prefecto Sarmiento, que ya habíamos aclarado junto a otros 42 homicidios y 22 asaltos.



-¿Cuándo fue la última vez que lo vio?

-Le dije que físicamente no lo veo personalmente hace 13 años. La última y primera vez que yo sé de él es cuando me hace un llamado hace unos meses atrás para preguntarme por mi salud, a raíz de una operación que yo había tenido. Gesto que se lo agradecí y que permitió limar asperezas que habíamos sufrido a través de los años en nuestra relación.



-¿A qué otras asperezas se refiere?

-Fundamentalmente porque cuando fue hombre de confianza de Mery se vio involucrado en acciones tendientes a desacreditar a mi hijo, que era funcionario de la Policía de Investigaciones, al cual Nelson Mery lo persiguió y lo bajó de lista 1 a 2 en una persecución política horrorosa. Nosotros, en ese instante, confiando en la moral de la ministro de Defensa (Bachelet), le enviamos una carta con todos los antecedentes, pero nunca obtuvimos respuesta, pese a confiar en ella. Sobre todo, porque sabíamos que no tenía ninguna vinculación con el Frente.



«Silvestre cuidando a Piolín»



-¿Por qué Aitken termina trabajando en el comando de Lavín?

-Esta situación de Aitken tiene que ver con la soberbia de la clase política, con la ignorancia que existe, porque la permanencia del señor Aitken en trabajos de seguridad en el comando del presidenciable de la UDI, tiene que ver con un hecho tan sencillo, tan simple, como de tira cómica: el hecho de que la dueña de casa, cuando sale, deje a Silvestre cuidando a Piolín, al gato cuidando al canario….



-Su respuesta es críptica, ¿sabe si Aitken es parte o no de un montaje?

-Desconozco todos los motivos y lo lamento profundamente, como ser humano como persona y como profesional. Es muy triste lo que le está sucediendo.

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