A sólo dos meses de ser nombrado ministro en visita para investigar las violaciones a los derechos humanos ocurridas en Villa Baviera, el juez Jorge Zepeda ya ha develado gran parte de los secretos que se escondían en el enclave. Dentro de la documentación incautada, no se descarta que existan antecedentes sobre detenidos desaparecidos.
Un total de tres búnkeres de grandes dimensiones fueron descubiertos dentro de las últimas horas por el equipo de detectives que trabaja con el ministro en visita Jorge Zepeda, quien a sólo dos meses de ser designado por sus superiores para indagar los delitos de lesa humanidad -que se le imputan a los jerarcas de la ex Colonia Dignidad- ya ha develado gran parte de los "secretos" más oscuros de dicho enclave.
Desde la detención de Paul Schaefer en Argentina, a mediados del pasado mes de marzo, la justicia ha logrado develar los vínculos que tuvieron los ex jerarcas de Villa Baviera con los organismos represivos que funcionaron durante el régimen militar y acreditar algunos casos concretos de violaciones a los derechos humanos que se llevaron a cabo con la colaboración de los jefes del enclave.
En esa medida, la gran cantidad de armamento que fue hallado en los terrenos de Villa Baviera fue una pieza más de este engranaje de antecedentes que siempre rodearon a la comunidad que encabezó el llamado «tío permanente», quien además enfrenta imputaciones por veintiséis abusos sexuales y una violación en contra de menores de edad.
Sin embargo, un detalle no menor fue la gran cantidad de documentación que se encontró junto a este material bélico, la cual correspondería a, por lo menos, un centenar de carpetas con información de inteligencia correspondiente a autoridades del gobierno de facto, como así también de opositores a esa administración, por lo cual no se descarta que existan antecedentes referidos a detenidos desaparecidos.
En todo caso, todos los elementos incautados aún deben ser sometidos a los peritajes correspondientes, a fin de establecer cuáles eran los fines de esa información y de las armas escondidas en estas construcciones bajo tierra.
Armas de alto calibre
Según se ha establecido en el recuento preliminar de las armas encontradas en sólo dos de los tres búnkeres, se hallaron un total de 85 subametralladoras, 60 granadas de mano, 14 fusiles FAL, 18 minas antipersonales, 18 granadas de racimo, lanzacohetes, miras telescópicas, un lanzamisiles y una gran variedad de municiones.
«La operación aún está en curso, pero sin duda, este es el arsenal más grande descubierto en manos privadas en el transcurso de la democracia reconquistada en Chile. Probablemente también sea el arsenal más grande en manos privadas descubierto en la historia de Chile», afirmó ayer miércoles el subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil, al referirse al tema.
En esa línea, el funcionario consideró que esta es una prueba que corrobora la tesis de los gobiernos de la Concertación en cuanto a que la colonia alemana operó como una asociación ilícita incluso de corte paramilitar, que cometió crímenes sexuales y atentatorios contra la dignidad y derechos de las personas, además de delitos económicos.
"El tipo y la cantidad de armas descubierta no podría explicarlo de otra manera, y ese reconocimiento nos permitiría dar un paso muy significativo en esta larga lucha que hasta aquí el Gobierno de Chile ha dado siempre en los tribunales de justicia", indicó el subsecretario.
En tanto, el ministro Zepeda -que desde ayer se constituyó al interior del enclave ubicado en la localidad de Parral- confirmó que se hallaron armas de fuego. "Yo no soy especialista en eso, pero se aprecia que son armas mayores. Eso lo tendrán que hacer los peritos conforme a la orden que se elevará para que las califiquen y las determinen», señaló.
Agregó que "sin tener un informe pericial concreto, estos son hallazgos de acciones y conductas antiguas, de la época en que (el ex jerarca) Paul Schäfer estaba a cargo de esta colonia».
Cargos actuales
Actualmente, Paul Schaefer se encuentra procesado como autor del delito de secuestro calificado del matrimonio de Elizabeth de las Mercedes Rekas Urra y Antonio Elizondo Ormaechea y del militante del Mapu Juan Maino Canales, detenidos en 1976.
Por este delito también están encausados Gerhard Mücke y Karl van den Berg, como cómplice, y el médico Harmutt Hopp, como encubridor de los delitos.
Junto a ellos, también enfrentan cargos en este caso los ex agentes de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA Rolf Wenderoth, Osvaldo Pincetti (Doctor Tormento), el ex detective Eugenio Fieldhouse, y Carlos López Tapia, primo del ministro de fuero Juan Guzmán Tapia, además del ex director del organismo Manuel Contreras.
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