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Dictan primeros procesamientos por torturas cometidas en democracia

Resolución del Juzgado de Letras de Colina afecta a dos gendarmes que en enero de 2002 aplicaron tormentos a dos internos del desaparecido módulo Alfa del penal Colina 2, y a un capitán que no evitó que esto ocurriera, pese a tener la facultad para hacerlo.


Tres gendarmes del recinto penal de Colina 2, de la Región Metropolitana, se transformaron en los primeros procesados por el delito de torturas por hechos ocurridos tras la recuperación de la democracia, en 1990.



La decisión fue adoptada el martes por la titular del Juzgado de Letras de Colina, María Fernanda Sierra, quien estableció que dos custodios del establecimiento penitenciario maltrataron a igual número de internos en enero de 2002.



Por lo mismo, resolvió procesar como autores del delito de "aplicación de tormentos o apremios ilegítimos a personas privadas de libertad", sancionado en el Código Penal, al comandante Miguel Patricio Espinoza Allende y al cabo segundo Héctor Enrique Inostroza Vásquez.



La magistrada también encausó al capitán Edgardo Fermin Cañulef Gajardo en calidad de autor del delito de omisión de hacer cesar o impedir la aplicación de tormentos de apremios ilegítimos, pese a que tenía la facultad necesaria para ello.



El dictamen de la jueza estableció que el 3 de enero de 2002 uno de los procesados agredió con "golpes de mano abierta" al interno Hans Andrés Gallardo, quien formaba parte de un grupo de internos trasladados desde el recinto penal de Concepción a la CAS.



«Al proceder al ingreso de los internos, en dependencias de la sala de guardias, un funcionario de Gendarmería agredió con golpes a mano abierta en la región auricular izquierda a la persona de Hans Andrés Gallardo Salazar, todo en presencia de otros funcionarios (…) ocasionándole al referido interno lesiones de mediana gravedad", señala el auto de procesamiento.



Según pudo establecer la magistrada, el interno sufrió la perforación del tímpano izquierdo producto de los apremios ilegítimos, por lo que estuvo incapacitado entre 16 y 18 días.



Represalias



Mientras Gallardo Salazar estaba siendo maltratado, el resto de los presos golpeaban las puertas de sus celdas en señal de protesta, lo que motivó que otro funcionario de Gendarmería agrediera a otro interno.



La resolución señala que el gendarme "sacó de sus celdas a los supuestos responsables de la manifestación y agredió con golpes a mano abierta a Marcos Antonio Suárez, que sufrió lesión en su tímpano derecho, lo que lo mantuvo incapacitado entre 25 a 28 días".



Malos tratos en cárceles



El dictamen coincidió con la reciente publicación de un informe sobre Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales (UDP), que constató una serie de deficiencias en los recintos penales, entre ellos, un alto nivel de hacinamiento, escasos recursos para la rehabilitación y aplicación de torturas.



"Múltiples testimonios de reclusos dan cuenta de la existencia de patrones de conducta reiterados en el tiempo al respecto en la mayoría de las cárceles que visitamos. Además, diferentes actores del sistema, principalmente Jueces de Garantía, confirmaron tal diagnóstico. Cabe observar que si bien tales irregularidades se presentan de manera frecuente, al parecer serían solamente algunos gendarmes quienes tienen participación en ellas…", sostiene el informe.



El documento, que será presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, también constató una frecuencia en peleas entre reclusos, motines y violentos allanamientos. "Todo lo anterior afecta la integridad física de los internos y provoca anualmente la muerte de decenas de ellos", consigna.

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