Parlamentario DC es partidario de que se aplique la normativa vigente en el caso de su ex correligionario. Es decir, que si el legislador, declarado culpable de abusos sexuales a menores. pierde sus derechos ciudadanos sea reemplazado por su compañero de lista, el radical Guillermo Vásquez. Aún así, zafarse de la cárcel podría dejarlo igualmente sin un escaño.
Justo cuando se discuten las reformas constitucionales, que cambiarían la forma de reemplazar a un parlamentario en caso de que renuncie o sea despojado de su cargo, se encuentra latente la situación de Jorge Lavandero, quien fue acusado de abusos deshonestos contra cuatro menores y admitió los cargos, estando a la espera de la sentencia de la jueza María Georgina Gutiérrez que ha sido anunciada para el próximo martes.
El parlamentario ha manifestado a sus ex camaradas DC que no tiene intenciones de regresar al Congreso, pero la situación se complica por los cambios a la Constitución en marcha y que deberían ser aprobados en agosto próximo.
Según la normativa actual debiera ser su compañero de lista, el abogado radical Guillermo Vásquez, quien lo reemplace si hay pena aflictiva de por medio (lo que implica la pérdida de los derechos ciudadanos, entre ellos, el de ejercer cargos públicos), pero si se esperara la promulgación de las reformas constitucionales sería su ex partido de 42 años el que debería designar a quien ocupe su escaño en el Senado.
De todos modos, aunque la jueza de garantía aplique a Lavandero una pena no aflictiva, podría de todas maneras dictaminar una sanción accesoria de inhabilitación para ejercer cargos públicos, de manera temporal o de por vida.
Hay que esperar hasta el martes próximo cuando se dicte la sentencia para saber si el senador Lavandero es condenado a pena aflictiva, en cuyo caso "se aplica la normativa vigente, es decir se reemplaza por el compañero de lista y no hay discusión", dijo el senador Andrés Zaldívar.
-¿Qué pasa si no es condenado a pena aflictiva?
-Si no hay pena aflictiva, vamos a ver qué pasa. Por ejemplo, el magistrado puede dictar una pena accesoria que le impida ejercer cargos públicos por un determinado período de tiempo. De acuerdo, con la norma constitucional, los parlamentarios sólo cesan en su cargo en caso de que haya pérdida de ciudadanía, es decir, pena aflictiva de más de tres años y un día.
Interpretaciones en pugna
-Pero lo cierto es que las reformas constitucionales ya estuvieran vigentes quien lo debería reemplazar es un militante de su mismo partido. O, en rigor, del partido en que militaba cuando fue elegido.
-Sí, pero mientras éstas no estén vigentes, se aplica la norma actual. Si hay pena aflictiva lo reemplaza el compañero de lista y si no hay pérdida de la ciudadanía se va a producir una discusión entre si la inhabilidad decretada por la pena accesoria para ejercer cargo público prima por sobre la disposición constitucional, que dice que sólo se pierde el cargo parlamentario cuando se es condenado a una pena superior a tres años y un día. Personalmente, creo que prima la norma constitucional.
-¿Usted cree de verdad que el parlamentario sólo podría perder el cargo si es condenado a pena aflictiva o renuncia?
-Se va a producir un hecho difícil y estoy seguro que Jorge Lavandero no se va a incorporar al Senado, según nos lo ha manifestado. Si no hay pena aflictiva, él puede mantener su calidad de senador sin ejercer el cargo y éste no es renunciable, salvo que el Tribunal Constitucional declararse la inhabilidad de él.
-¿Y ello puede ocurrir?
-No lo veo, porque no hay ninguna norma que permita al Tribunal Constitucional declarar la inhabilidad sobre Lavandero.
-Renunciaría por enfermedad
-Y si Lavandero no recibe pena aflictiva, ¿qué pasaría?
-Si no recibe pena aflictiva, yo creo que Lavandero mantiene su cargo. La única manera por medio de la cual puede dejar de ser senador, en la actual normativa constitucional, es ausentarse del país por más de 30 días.
-Si se aprueba la reforma constitucional, ¿Lavandero podría renunciar?
-Siempre que adujera problemas de salud.
-¿Y ahí qué pasa?
-No podemos saber todavía como va a salir la reforma constitucional, porque se podrían introducir nuevos cambios en las normas transitorias que tiene la reforma.
¿Pero cómo están las reformas actualmente?
-No está tan claro tampoco porque hay una norma que se contradice con otra. Personalmente creo que la norma que va a regir es que el reemplazo de senadores y diputados se hará por la proposición que hace el partido, que debe buscar un reemplazante y después debe ser aprobado por el Senado.
-Sin embargo, usted dijo a una agencia informativa que debe reemplazarlo un DC y no quien fue su compañero de lista en el año 2002.
-No me opongo a que lo reemplace el compañero de lista, aquí hay que aplicar la normativa jurídica al momento de tomarse la decisión. En ningún momento, he dicho que me opongo.
Como DC me interesa que mi partido mantenga los cupos senatoriales, pero del querer al derecho hay un tramo. Si las normas constitucionales se aplican, hoy debe ser el compañero de lista el que lo reemplace durante lo que le resta de período -hasta el año 2010- y si se aprueban las reformas, hay que ver cómo salen del Senado.
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