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‘El liderazgo de Piñera pone en tela de juicio el actual sistema binominal’

Historiadora de la U. de Chile afirma que el ingreso del candidato RN a la carrera presidencial puede provocar grandes cambios políticos. De pasar a una segunda vuelta, asevera, no sólo puede fortalecer a su tienda, sino también provocar el quiebre del sistema binominal para reemplazarlo por uno más abierto y fluido, donde las cosas se decidan en forma transversal.


A comienzos de año Sofía Correa Sutil publicó un exitoso libro llamado "Con las riendas del poder: la derecha chilena del siglo XX", que da cuenta de que a pesar del tiempo la derecha de hoy día sigue siendo la misma de siempre, aquella ligada al Partido Conservador y al Partido Liberal y aquella que participó activamente en el Régimen Militar. Y no se desdice. A pesar de que la entrada de Sebastián Piñera a la carrera presidencial puede traer más de algún cambio en la llamada derecha tradicional.



La académica de la Universidad de Chile plantea que las posibilidades que introduce el empresario en el sistema de partidos es muy amplia y va desde el fortalecimiento de su partido, Renovación Nacional, hasta el quiebre del sistema binominal, que no está siendo capaz de incorporar a los diversos segmentos de la sociedad.



Además, Sofía -casada con el historiador Alfredo Jocelyn-Holt y hermana del subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil- cree que si efectivamente Piñera logra captar parte importante del voto DC, la tienda de la flecha roja entraría en una crisis difícil de manejar. Y lo ve probable, ya que existe mucho descontento con el presidente Ricardo Lagos por el destape del caso Mop Gescam y el resto de los temas de falta de probidad y transparencia. Por otra parte, señala que ese electorado no sabe todavía si Michelle Bachelet es continuista o esta más identificada con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez.



El efecto Piñera



-De alguna manera la proclamación de Piñera da cuenta de ciertos cambios en la derecha ¿Cuáles son estos cambios y que efectos pueden provocar a mediano plazo?
-Eso está por verse porque el liderazgo de Piñera es muy personal. Hay que ver qué efectos tiene ese liderazgo en su propio partido y en la UDI. Y como no es RN la que está creciendo, sino que simplemente surgió este liderazgo de Piñera, es muy difícil prever sus efectos en el sistema de partidos. Lo que yo sí vislumbro es que pone en tela de juicio el sistema binominal, al haber dos derechas más marcadas. Evidentemente es insostenible el sistema binominal y va a ser muy problemático en estas elecciones parlamentarias para las candidaturas de la derecha, porque van a presentar una sola lista pero por otro lado van a estar compitiendo abiertamente en esa lista. Lo mismo se da en la Concertación, donde va a haber un enfrentamiento muy fuerte entre los dos sectores del pacto.



-¿Qué pasa si efectivamente el sistema binominal es desechado?
-Si se logra racionalmente desmantelar el sistema binominal podemos tener un sistema político mucho más plural y que refleje mejor los distintos matices de la ciudadanía y luego, que los acuerdos se den al interior del Congreso. Esos acuerdos se pueden dar de manera mucho más transversal y mucho más fluida, más que por listas. Es cierto que este sistema le conviene a todos porque mantiene el statu quo, pero por otro lado también está haciendo agua porque la ciudadanía no está participando políticamente.



-¿Tenemos experiencia en un modelo no binominal?
-Sí, se dio en el período histórico entre los 40 y los 60, en el cual la competencia se daba en el sistema electoral en forma muy abierta, muy fluida y luego se daban las alianzas.



La derecha no pinochetista



-Existe realmente una derecha post pinochetista?
-Ya está clarísimo que la dictadura es una carga negativa fortísima a la cual nadie quiere vincularse afectivamente y sobre todo a la figura de Pinochet. Antes de la candidatura de Piñera, Lavín declara que habría votado que no, cuando en la UDI está la mayor parte de los civiles que fueron el equipo político y económico del régimen militar (la mayor parte, porque parte importante está en RN, aclara). Esto abre la compuerta para que Piñera tenga una postura mucho auténtica con respecto al régimen, porque votó no.



-¿Qué consecuencias acarrea?
-A mi juicio, se ha desdibujado mucho la diferencia entre izquierda y derecha porque no hay proyectos políticos alternativos. Antes lo que marcaba la diferencia era la relación con la dictadura y la gente votaba por aprobación con ella o por oposición. Incluso en la última municipal se votó de esta manera, aunque esto se desdibujó en cierto momento y la gente comenzó a votar en forma más personalista; por ejemplo, la gran votación por Lavín en 1999. Pero la candidatura de Piñera desdibuja esto, porque instala una derecha no pinochetista, ajena al régimen militar.



-¿Qué es lo que va a separar aguas en esta elección?
-Esa es la gran pregunta: cuando tenemos gente como Gabriel Valdés diciendo que Piñera es como su hijo político. Eso obligaría a romper con el sistema binominal, porque habría mucha más fluidez al interior del sistema electoral.



-Esta fluidez está dada por una masa no despreciable de indecisos.

-Porque ninguno de los candidatos los satisface. Pero yo no los llamaría indecisos. También hay un voto duro que no sabe / no responde en las encuestas. Ese es un voto de castigo



El futuro incierto de la DC



-¿Qué pasará con la decé si Piñera tiene éxito?
-Si Piñera pasa a segunda vuelta se fortalece el partido, aunque no salga presidente, porque significa que le ganó a Lavín. En un escenario de tres candidatos, lo que se está jugando la derecha es quien logra obtener mayor votación y si hay un partido de derecha que logra atraer hacia sí un sector importante de la Concertación vinculado a la DC. Esa es la apuesta de Piñera y, de ser así, es un escenario muy complicado para la democracia cristiana.



-¿Qué posibilidades genera el hecho de que una parte importante de la DC vote por Piñera?
-Una opción es un electorado que fluctúa, que se mueve de elección en elección según las personas, las circunstancias. Otra alternativa puede ser una crisis en la Democracia Cristiana en cuanto a su capacidad de recoger a todo ese electorado y diferenciarse. A eso se le suma todo lo que está pasando en el gobierno de Lagos: los contratos de Durán, los de Codelco, lo que a cierto electorado decé lo escandaliza profundamente. Y que el argumento sea que los que atacan al Gobierno estuvieron con la dictadura, eso no es aceptable para un democratacristiano.



-Se dice que el amplio apoyo de Bachelet se debe más a variables emocionales que racionales. ¿Es eso cierto?
-Sí, la política hoy día se construye en base a un electorado masivo que se construye en base a la imagen, por cuestiones de orden irracional. Se ha roto el puente entre una ciudadanía pensante, reflexiva, con capacidad de decisión sobre un sistema político que está funcionando en base a otros parámetros.



-Llama la atención en el discurso de los presidenciales la falta de ideales, con excepción de Tomás Hirsch, que quizás tiene un exceso de ideales
-Porque se trata simplemente de administrar el modelo instalado. Lo que están diciendo es como lo van a administrar, nada más. Por eso las diferencias son mínimas. ¿Cómo resuelve Michelle Bachelet el problema de la educación? Va a mandar a los niños a jardines infantiles y van a haber más parvularias. Yo quedé helada cuando lo escuché porque nadie habla de reformas estructurales.



-¿Cree que va a haber una segunda vuelta?
-Eso no puedo saberlo, si ni siquiera se sabe cuales van a ser los candidatos. Hasta que no estén inscritos en septiembre yo pondría un signo de interrogación. Ni siquiera se sabe si finalmente Michelle Bachelet va a ser la candidata de la Concertación. He sabido indirectamente que hay preocupación, incluso en la izquierda, por la candidatura de Michelle Bachelet, porque es una candidatura débil. De aquí a septiembre pueden pasar muchas cosas. Hay una incertidumbre muy grande.



bdelrio@elmostrador.cl



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