Cientista política del think tank de la derecha cree que el Ejecutivo debe dar el ejemplo en materia de transparencia y dar a conocer toda la información de empresas estatales y ministerios que no atente contra su competitividad. Afirma, además, que las compañías privadas deben cumplir estándares mayores de probidad.
La académica del Instituto Libertad y Desarrollo, Ena Von Baer, cree que la transparencia está ante todo y que en el debate sobre a qué empresas deben aplicarse normas más estrictas, las estatales o las privadas, no duda en responder que las primeras. Con ello, desestima de entrada cualquier alusión de empate, argumento que esgrime el gobierno para poder transparentar también la administración de los fondos de pensión.
Von Baer, quien es doctorada en Ciencia Política y trabaja en el comando de Joaquín Lavín en la dirección de contenidos de la campaña, recalca que Chile no es un modelo de transparencia, precisamente, y que el motivo no sería la falta de normas sino que la ausencia de voluntad política.
-¿Qué opinión le merecen los últimos contratos relacionados y contratos dobles en que existen en Codelco, conocidos en las últimas semanas?
-Codelco es una empresa pública que administra bienes de toda la sociedad, por lo que debe cumplir estándares éticos y de transparencia que tienen que ser mayores que los estándares normales. Primero, porque está administrando algo que es de toda la sociedad y, segundo, porque al ser estatal debiera dar el ejemplo.
La opacidad de las entidades estatales
-¿Cree que Codelco es poco transparente?
-Creo que estas entidades debieran ser absolutamente transparentes. Como lo demuestra el estudio de la Corporación participa la administración pública chilena es muy opaca. Es probable que muchos de esos contratos sean lícitos o legales, pero no puede ser que el gobierno no quiera dar a conocerlos y que no sea la transparencia la regla.
-El ministro Eyzaguirre se mostró partidario de transparentar los contratos de empresas estatales, siempre y cuando los privados cumplan con los mismos estándares.
-A mi me da la impresión de que el gobierno está siempre tratando de empatar y hay que tener claro que la diferencia entre una empresa estatal y una empresa pública está en su naturaleza. La empresa pública administra bienes que son de toda la sociedad, por lo que todos nosotros tenemos derecho a saber qué es lo que pasa con la administración y los estándares éticos tienen que ser sumamente altos porque son bienes públicos.
Reglas distintas para el mundo privado
-Pero las AFP también manejan bienes que son de toda la sociedad.
-Si es por eso, un supermercado también maneja bienes que son de toda la sociedad. Si a mi no me gusta cómo lo hace una AFP, yo puedo desafiliarme. Pero ¿puedo acaso sacar mis impuestos del Estado?
-¿Eso quiere decir que las empresas privadas pueden ser menos transparentes?
-No. Lo que yo estoy diciendo es que las empresas públicas debieran ir adelante en este tema por el sólo hecho de administrar bienes que son de toda la sociedad.
-¿Es partidaria de hacer transparente toda la información de las entidades estatales?
-No, pero a lo mejor se puede clasificar la información y se considera que el conocimiento público de esa información le puede restar competitividad se puede ocupar un mecanismo para que la conozcan los diputados, en sesiones secretas, por ejemplo.
Algunas distinciones
-Hay quienes han confundido en estos días la falta de transparencia con la corrupción.
-Es que la transparencia evita la corrupción. Además, yo no he dicho que todo lo que haya salido sea corrupto. Parto de la base de que es altamente probable que no sea corrupto. Lo que estoy diciendo es que la luz te evita todo tipo de situaciones que puedan llegar a ser grises.
-También hay que hacer la distinción entre lo legal y lo ético. ¿En su opinión sería bueno normar todo para evitar los grises?
-No estoy de acuerdo con que las legislaciones solucionen los problemas porque muchas veces las legislaciones también se pueden burlar. Nosotros de hecho tenemos una ley de transparencia pública que es bastante buena y el mismo gobierno dictó bastantes decretos que declaran secretas un montón de cosas en distintas reparticiones. ¿De qué me sirve a mi haber normado sobre transparencia si es que no existe una cultura de transparencia? Si al final esto se traduce a un problema de voluntad política. El gobierno debiera partir de la base de que la información no es privada, es pública.
Empate del gobierno
-¿Cree que ha existido un cierto aprovechamiento electoral con el tema de los contratos?
-Estamos en época electoral y yo no sé si esto se va a traducir en votos o no, pero aquí hay un tema detrás. ¿Qué pasó con la comisión MOP Gate? Luego de nueve veces en que se pidió una comisión se logra aprobar. El gobierno y la Concertación sistemáticamente se ha negado a dejar investigar esos temas. Entonces ¿de qué aprovechamiento electoral me están hablando? Por otra parte, creo que el gobierno debió haber reaccionado de otra manera, en vez de tratar de empatar las acusaciones con otras acusaciones.
-Pero evidentemente también es un tema político.
-Para mi es un tema que he trabajado siempre y todo esto demuestra que en Chile hace falta mayor transparencia. No hay que tenerle miedo a la transparencia ni a la discusión en democracia. En los estudios sobre transparencia Chile dista mucho de estar en los mejores lugares, pero en los estudios de corrupción Chile ocupa buenos lugares. Ahora, en temas específicos como los mecanismos de licitación pública, existen problemas. Y la sociedad no debe dormirse en los laureles en cuanto a corrupción, hay que estar siempre bien alerta porque hay un cierto acostumbramiento en las sociedades.
-¿Quizás existe la sensación que Chile es más transparente de lo que es realmente?
-Es que no existe la sensación de que somos transparentes. En las encuestas sobre transparencia en las instituciones los chilenos no confían que sus instituciones públicas sean transparentes y no confían en ellas.
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