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Efecto de caballo perdedor dañaría candidaturas parlamentarias de RN

Aunque muy pocos lo reconocen abiertamente, los candidatos al Senado y a la Cámara de Renovación temen que el bajo apoyo registrado por Piñera disminuya sus propias posibilidades de lograr un cupo parlamentario. Postulantes de la UDI, en cambio, podrían profitar del respaldo a Lavín, lo cual les daría ventaja con respecto a sus socios.


Hasta el jueves pasado el optimismo era el sentimiento predominante entre los candidatos al Senado y a la Cámara de Diputados de Renovación Nacional. Sin importar si su nivel de adhesión era alto o bajo, todos tenían en la mente un futuro auspicioso fundado sobre las bases del desempeño de su recién proclamado candidato presidencial, Sebastián Piñera.



Se hablaba de la «locomotora Piñera», un fenómeno que ayudaría a muchos en sus aspiraciones parlamentarias. El generalísimo de campaña, Rodrigo Hinzpeter, aseguraba que las mediciones realizadas antes y después de las giras del empresario en determinadas ciudades arrojaban un aumento de hasta seis puntos para el candidato local, sólo por contar con la presencia del presidenciable.



Sin embargo, hoy día el escenario ya no se ve tan auspicioso. La encuesta del Centro de Estudios Públicos, dada a conocer la semana pasada, generó dudas legítimas en algunos candidatos a diputados de RN sobre los beneficios de apoyarse en un Sebastián Piñera más cercano a los 10 puntos que a los 20. A pesar de esto, la mayoría de ellos prefiere esperar un tiempo antes de decidir si apoyarse o no en el empresario, porque todavía existe la esperanza de un repunte. Mal que mal, Piñera lleva sólo dos meses en campaña, argumentan.



En todo caso, no se sabe con seguridad qué grado de influencia tiene un presidenciable sobre las candidaturas parlamentarias, tema muy discutido durante la campaña presidencial de 1999, cuando todos querían sacarse la famosa foto con Joaquín Lavín.



Los chicos se benefician más



El investigador del Instituto Libertad (de Renovación Nacional), Marcel Aubry, afirma que "las candidaturas parlamentarias dependen de la presidencial en la medida que les otorga un sello de marca que permite que candidatos poco conocidos o debilitados puedan obtener una mayor votación que la que obtendrían por sí mismos". En pocas palabras, los chicos se ven favorecidos de todos modos, ya que parten desde cero, mientras que los beneficios que obtienen los postulantes ya consolidados son menos notorios.



Por eso es que los candidatos que están en ejercicio no siempre se suben al carro del candidato presidencial. Aunque haciendo otro análisis, un candidato parlamentario que ya cuenta con un apoyo considerable quizás quiera sumarse al candidato presidencial para obtener otro tipo de atributos, por ejemplo, fidelizar al elector, agrega Aubry.



El experto electoral aclara que el provecho que saca un candidato parlamentario al salir en una foto al lado del presidenciable es sólo marginal y no cambia del todo una votación. "Ese es uno de un conjunto de atributos que evalúa el elector. Pero cuando se trata de un elector informado tiende a ejercer una menor influencia, ya que considera más variables antes de elegir a un candidato", estima.



En el caso específico de Lavín y Piñera, el sociólogo explica que el efecto de apoyo puede distorsionarse debido a la posibilidad de que el próximo presidente se defina en segunda vuelta. "Dado que el presidente no se definiría en una primera vuelta, el resultado es que la elección parlamentaria se desancla de la presidencial. Por eso el efecto del presidenciable sería mucho menor al esperado", indica Aubry.



Agrega que un candidato presidencial debe tener más de 20 puntos para servirle de ayuda a un candidato parlamentario. Aunque reconoce que no se trata sólo de un tema numérico, sino que, además, de aparecer asociado a una opción ganadora, con un determinado mensaje.



Pacto de caballeros



Para Carlos Huneeus, director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (Cerc), la influencia de un candidato presidencial en la campaña de los postulantes a ambas cámaras es crucial. De hecho, afirma que "las candidaturas de Lavín y Piñera son el mascarón de proa de las parlamentarias, son los grandes movilizadores de las campañas locales". En ese sentido, señala que existe una situación favorable a Lavín, no sólo por su mayor apoyo (obtuvo 22 por ciento de respaldo en la muestra del CEP), sino que por la mejor organización territorial de la UDI.



"La apuesta de Piñera fue muy arriesgada, fue una aventura muy peligrosa la que emprendió", sentencia. Asimismo, estima que es importante analizar cómo está la moral de los candidatos de RN, "porque de la gloria que existía en un comienzo hoy día deben estar pasando a la depresión más grande".



En su opinión, lo único que puede hacer la tienda de Antonio Varas en este momento es llegar a un "pacto de caballeros" con la UDI, para tener una competencia regulada en el ámbito parlamentario, una competencia menos confrontacional y con más cooperación de ambos lados, aunque ello signifique "abdicar del proyecto original de Piñera".



"La Concertación podría ser una tromba"



El pesimismo reinante en RN luego de la encuesta CEP dio pie para que algunos plantearan la necesidad de focalizar los recursos de campaña en los candidatos parlamentarios, dejando un poco de lado a los postulantes a la Moneda con opciones inciertas de lograr pasar a segunda vuelta. Algo muy distinto piensa Harald Beyer, investigador del CEP.



Beyer indica que "la Alianza está, sin lugar a dudas, debilitada. Me parece, sin embargo, que las dos figuras: Lavín y Piñera, con todas sus debilidades, son más que sus respectivos partidos". El coordinador académico del CEP agrega que "si sus candidaturas se debilitan aún más, la Concertación podría ser una tromba en la parlamentaria", doblando en zonas como Santiago Poniente o la Octava Norte.



Para evitar un escenario donde la derecha se encuentre en minoría en el Senado (debido, además, a la ausencia de senadores designados), Beyer remarca la necesidad de que la Alianza haga un trazado estratégico de las campañas de Piñera y Lavín, ya que "la derecha puede defender mejor sus escaños parlamentarios con los candidatos presidenciales presentes antes que ausentes".



A lapa de un mal caballo



El diputado Marcelo Forni, integrante de la comisión electoral de la UDI, afirma que "en este momento subirse a un caballo presidencial perdedor puede hacerle más pesada la carga a los candidatos de Renovación, porque tienen que llevar a su candidato presidencial a lapa, cuando debería ser al revés". Agrega que en el caso de Lavín el efecto es positivo, no sólo por el respaldo que tiene traducido en números, sino porque es el caballo ganador del pacto.



En su opinión no es necesario que el presidenciable cuente con un apoyo mayor que el del parlamentario para transmitirle un efecto positivo, pero si sería necesario que tenga posibilidades de pasar a una segunda vuelta y seguir en carrera.



Con respecto al bajo apoyo registrado por Piñera en la última encuesta la diputada Lily Pérez, quien postula a la senaduría Santiago Oriente, indica que "no hay drama". A su juicio el efecto positivo que puede arrojar un presidenciable sobre los candidatos parlamentarios ocurre sólo en casos excepcionales como el de Lavín en 1999, que tenía un apoyo mucho mayor al que ostentan hoy tanto Piñera como el mismo Lavín.
"Hoy día, como están las cosas, estar al lado de Lavín o estar al lado de Piñera da lo mismo", asegura la parlamentaria.



Por su parte, Julio Lagos, quien se cambió recientemente de RN a la UDI para llenar el cupo del fallecido Ramón Pérez en Iquique, asevera que es muy importante para un candidato parlamentario contar con el apoyo de un presidenciable con buenos niveles de apoyo. En todo caso está tranquilo, ya que "Joaquín Lavín es un muy buen gancho para apoyar la lista parlamentaria de la UDI".



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