Director del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente (Cemera), Ramiro Molina, estimó que se ha producido un descenso en las adolescentes entre 15 y 19 años en estado de gravidez, pero que está creciendo en forma preocupante el tramo que va desde los 13 a los 15 años.
Al lanzar el nuevo Plan Nacional de Educación en Sexualidad y Afectividad la semana pasada, el ministro de Educación, Sergio Bitar, señaló que en Chile hay 630 mil niñas entre 15 y 19 años; de ese total, entre 70 y 75 mil están embarazadas, pero sólo 15 mil adolescentes en estado de gravidez están estudiando, el resto permanece fuera del sistema escolar.
Sobre las declaraciones del secretario de Estado, el director del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente (Cemera) de la Universidad de Chile, Ramiro Molina, dijo que la autoridad está conociendo mejor las cifras gracias a las medidas de protección que han tomado para las futuras madres que quieren terminar sus estudios.
"Creo que ahora que las alumnas no son echadas de los colegios y que si son echadas (los establecimientos) tienen que pagar multas, creo que están conociendo con mayor exactitud las cifras", señaló el especialista.
"Recuerdo que hace cuatro o cinco años hicimos una proyección nacional en función de los embarazos que encontramos en establecimientos escolares en el área norte de Santiago y habían once mil partos, lo que implica entonces que existía un número mayor de embarazos", acotó.
Cifras negras
El director de Cemera estima que si el Mineduc entrega los datos por edad, lo más seguro es que los embarazos se concentren en octavo básico, primero y segundo medio: "porque las que tienen 17 y 18 años generalmente ya están previniendo que éstos se produzcan", precisa.
«Cuando uno compara las tasas de embarazo, éstas baja muy fuerte en las de 19, menos intenso en las de 18 y sólo un poco en las de 17. En las de 16 años se mantiene la tasa, pero están aumentando en las de 15, 14 y 13… Y eso se tiene que reflejar en que seguramente por edad deben estar, mayoritariamente, las alumnas que correspondan a octavo, primero y segundo medio", expresó.
Asimismo, Molina señaló que el número de alumnas en estado de gravidez podría ser hasta un 40% mayor de la cifra entregada por Bitar, dado que hay muchas que abandonan el colegio sin decir la causa, por lo que no se debe olvidar las «cifras negras» en este sentido.
«Esas cifras de embarazos (15 mil) es muy sesgada porque ahí no están incluidas las personas que se embarazaron y terminaron en aborto porque eso no lo van saber nunca y tampoco conocen al mirar cifras de embarazos, cuántas de ellas se embarazaron y abandonaron el establecimiento por esa causa… y eso se conoce cuando tienen un parto», agregó.
«Entonces, quiere decir que hay que agregarle un 30 a un 40%…con eso llegamos a lo que nosotros tenemos estimado que es que de un 50 a un 60% del total de partos que ocurren en mujeres de 19 años y menos corresponden a mujeres que estaban cursando algún grado de educación escolar», explicó Molina.
Nueva política del gobierno
El tema del embarazo adolescente en los establecimientos educacionales estalló la semana pasada, tras la denuncia de una alta presencia de éstos en un colegio de Colina por parte del diputado PPD Guido Guirardi, tema que fue la antesala del lanzamiento del "Plan Nacional de Educación en Sexualidad y Afectividad" elaborado por el Ministerio de Educación.
El plan contempla, entre otras materias, dar un fuerte impulso a la capacitación de profesores, padres y apoderados con el fin de enfrentar el tema de la sexualidad. Este es justamente uno de los temas de mayor preocupación para el director del Cemera, quien ya había criticado fuertemente la falta de docentes preparados para enfrentar el tema.
Según sus cifras, existen 150 mil profesores en el país, de los cuales sólo un 10% cuenta con capacitación, y de ese porcentaje, 7 de cada 10 están trabajando en el sector privado.
De todas formas, y pese a que el plan tienen financiamiento y metas concretas, Molina prefiere ser cauto: «Estamos ad portas de comenzar a solucionar el problema, la metas son muy pequeñas, iniciales, y las acepto así», dijo.
El profesional enfatiza que quien tiene que «colocarse los pantalones» en este tema es el Ministro de Salud. «…¿Hasta cuándo sigue destruyendo programas de atención de adolescentes que prácticamente no existen en Chile. No hay programas de atención de adolescentes en el país, él acabó con el programa… Lo hizo desaparecer del ministerio», sostuvo.
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