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Cirujano plástico deberá pagar millonaria indemnización por daño moral

El mediático facultativo, conductor del programa »Cirugía de Cuerpo y Alma», fue encontrado culpable por el 14° Juzgado Civil de Santiago del delito de incumplimiento de contrato, luego que una de sus pacientes lo demandara por los consecuencias físicas y morales que sufrió a consecuencia de una reducción mamaria, la cual terminó con sus pechos deformes.


La magistrado del 14° Juzgado Civil de Santiago, Patricia Gómez Sepúlveda, sancionó al conocido cirujano plástico, Pedro Vidal García-Huidobro, al pago de 15 millones de pesos a favor de una paciente que acudió a su consulta a mediados de 1997 con el objetivo de reducir el tamaño de sus senos.



Luego de tres años de tramitación de esta demanda, interpuesta por C.W.M., actualmente de 32 años, la mencionada jueza resolvió que el facultativo, a cargo del conocido programa de Megavisión "Cirugía de Cuerpo y Alma", cometió un concreto y objetivo incumplimiento en sus servicios como médico de esta especialidad, sancionándolo con el pago de 15 millones de pesos como indemnización para la afectada, debido a los daños físicos y morales que le provocó la intervención.



Vidal es un profesional muy reconocido entre sus pares. Integra el directorio de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, fue jefe del Departamento de la especialidad del hospital de la Universidad Católica y profesor de Anatomía de la Facultad de Medicina de la misma casa de estudios.



Sin embargo, esta no es la única acción judicial que han emprendido pacientes atendidos por este doctor, quienes además se quejan de una supuesta indiferencia y apatía por parte del profesional al momento de hacerle ver que estaban disconformes con los resultados de sus intervenciones.



Conocido también es el caso de Maggie, esposa del actor Roberto Vander, quien también lo demandó a raíz de una simple operación para extraerse un lunar en el pecho, la que terminó con una serie de complicaciones y con una cicatriz rígida y abultada, de mayor tamaño que la mancha original.



Senos deformes



La afectada acudió a la consulta de Vidal para consultar sobre las opciones existentes con el fin de afrontar una gigantomastía bilateral (tamaño excesivo del busto), tras lo cual éste le planteó la alternativa de realizar una reducción mamaria en los dos pechos, advirtiéndole de algunas complicaciones que podrían presentarse tras la intervención, ante lo cual le habría asegurado que un eventual error personal o de su equipo sería solucionado con una nueva operación, sin costo para ella.



En junio de 1997 se concretó la cirugía y tras un par de semanas de convalecencia, la paciente advirtió que "el complejo aureola – pezón, quedó más arriba de lo normal y las mamas diferentes en altura y forma, lo que le representó al demandado, quien le respondió que era normal y que debía esperar la desinflamación, pero que esto se prolongó en el tiempo hasta la presentación de esta demanda", en mayo de 2002.



A fines de 1998, el médico accedió a realizarle otra intervención para corregir los detalles, sin embargo, el resultado no fue mejor que el anterior. Entre estas dos intervenciones, la afectada estimó que los daños patrimoniales que la afectaron directamente por la contratación de Vidal fueron de un total de 2 millones de pesos.



La defensa del profesional se basó principalmente en argumentar que esta intervención fue de carácter reconstructivo y no estético, ya que el tamaño excesivo de los senos originaba problemas a su columna, por lo cual no le correspondería hacer frente a reclamos basados en los resultados estéticos de sus servicios.



Cabe precisar que el doctor Vidal presentó un total de siete testigos, todos ellos profesionales del área, quienes de forma unánime desestimaron los reclamos de C.W.M., la cual -a su vez- también presentó testimonios que respaldaron su versión.



Una de estas declaraciones la realizó su ex pololo, quien reafirmó a su turno el fatídico resultado de esta reducción de mamas. "Las cicatrices son notorias y sus pezones están más arriba que una estructura normal de senos, (por lo) que existen perjuicios tanto físicos como emocionales, pues debe cuidarse de los escotes o de levantar los brazos para que no se le vean los pezones, se siente deforme, capaz de asustar a su pareja", sostiene la parte expositiva del fallo a que tuvo acceso El Mostrador.cl.



El relato de una amiga personal descarta que ella tuviera alguna dolencia física a consecuencia de sus pechos y que acudiera a la cirugía plástica con el fin de verse más delgada, ya que el tamaño de los mismos le impedía verse mejor. "Las mamas le quedaron sin forma, con cicatrices a la vista, un pezón más arriba que el otro y éste en un lugar que no le corresponde; esto le trae problemas para la compra del sostén, en la playa o piscina debe cuidarse y tiene el temor de enfrentarse con una nueva pareja", dijo la testigo.



En todo caso, el tribunal efectuó una inspección directa del cuerpo de la afectada, con asistencia de las partes, luego de lo cual concluyó que "aunque grandes antes de la primera intervención, eran proporcionadas y armónicas y después de la operación, aunque menores en tamaño, son totalmente desarmónicas, tanto en forma como en tamaño, textura y, peor aún, la zona de la aureola del pezón está más arriba de lo normal, no es igual en ambas mamas y se ve por sobre el sostén".



Respaldo de sus pares



En el juicio -como ya se mencionó-, comparecieron un total de siete médicos, entre ellos el otrora presidente de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, Sergio Schwemer Fernández, quien luego de conocer el caso por medio de una misiva que envió la afectada a la entidad, habría actuado como mediador ante el doctor Valdés con el fin de lograr que éste realizara una segunda intervención y trataar de normalizar la estética de la paciente.



"Ella tenía los pezones casi en el ombligo y cómo quedó corresponde al promedio esperable para el defecto que presentaba la paciente, por lo cual su gestión se orientó a mejorar la relación médico paciente. Que la diferencia entre la cirugía estética y la reconstructora estriba en que en, la primera, se trata de mejorar una región corporal que está dentro de lo normal y, en la segunda, de llevar a la normalidad un segmento corporal alterado", sostuvo el experto ante el tribunal.



En todo caso, el razonamiento de la jueza Gómez apuntó a que al contratar los servicios de un cirujano estético, la afectada buscaba acceder a un cambio corporal satisfactorio, pues de haber requerido sólo una operación para solucionar problemas fisiológicos que le pudiera originar el tamaño de sus senos, habría recurrido a los servicios de cualquier cirujano del ámbito médico.



En razón de ello, la magistrado del 14° Juzgado Civil de la capital lo sancionó con el pago de 15 millones de pesos a su ex paciente por la figura de incumplimiento de contrato, ya que si bien al pactar las condiciones de acceder a esta prestación médica no se fijaron cláusulas de indemnización por estos posibles daños, se puede estimar que alcanzarían a esa suma.






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